Cenobita, cuidado cuando alquiles un piso que yo me encapriché de uno y la casera, una señora francesa, loca y borracha me hizo firmar una cláusula que le permitía venir a Madrid a la casa, 15 días de agosto. Conmigo si yo quería, no me echaba y me los descontaba esos quince días. Me frotaba yo las manos, hasta que llegó el verano y allí se presentó, con unos maletones que no cabían por la puerta, echándome en cara que había cambiado de sitio los cuadros y pidiéndome que quitara los kill paff
- Esto da CANCER
Le dije muy clarito, o te callas y te tranquilizas y dejas los killpaff o llamo a la policía y te largas de aquí ahora mismo. Pero muy clarito que se lo dije. El gato cagao de miedo corriendo por la casa. Vamos, que no lo iba a permitir.
Pues eso, me puse en mi sitio y me fui a casa de mis padres a dormir los quince días. Andate con ojo.