[Hilo de hez] Regalos de mierdísima

Lo bueno que tiene ser un parado perenne sin futuro es que nadie espera regalos de ti, así que por estas fechas no tengo que andar preocupandome de nada. Y al contrario que muchos en el hilo, a mi sí me gusta que me regalen ropa, ya que odio ir de tiendas, prácticamente toda mi ropa es regalada.


Lo de las zapatillas de Torquemada a espaldas del padre fue un lolazo.



Parece que la gente se haya olvidado de mí.

Además, de niño no, pero ahora me hace ilusión que me regalen ropa o calcetines. O una colonia. Cualquier cosa me vale... pero ya nadie me regala nada :sad:

Hostias, frases que esconden el infierno detrás, me ha dado hasta pena, camarada Lechuck. Hagamos una colecta para comprarle un regalo, amigos, si cada forero habitual pusiese un euro, juntaríamos la friolera de 30-35 euros.


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:121:121:121:121 master and comander del empaquetado.
 
De lo de las Yumas ahora no caigo, refréscame la memoria, por favor, que tus anécdotas son cremita todas. .


La verdad es que el tema de las rodilleras/coderas los que tenemos una edad fue una constante en nuestra infancia. Y los zapatos, madre de Dios los zapatos, que te tenían que valer hasta que los reventaras por el empeine. Y eso si no les cambiaban las tapas o los filis.

Bueno, un día después de haber acabado el curso con buenas notas se me antojaron en aquel entonces las deportivas Yumas. Esas que luego se convertirían en el icono del yonkarra, junto con el chándal de táctel de colores. Eran exactamente estás

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A lo que iba, las quería porque pensaba que con ellas podía correr más y mejor, además que eran molonas y acaban de salir. Pues bien, mi padre el buen hombre dejó el encargo a mi madre para comprarlas, por las buenas notas y según él me las había merecido. En aquel entonces, a mediados de los 80, costaban cerca de 3000 pesetazas.

Pero mi madre tomó el encargo como le vino en gana. Con mi padre de viaje por más de un mes, como todos los veranos, mi madre me dijo que íbamos a por las zapatillas. Yo ilusionado me fui cándidamente con el sueño cercano de verme con las zapatillas alardeando delante de mis hamijos.

Sueño que empezó a desvanecerse cuando pasamos de largo de la tienda donde las vendían. Ya se desvaneció del todo cuando me metió en un sitio infecto conocido en Móstoles como la gran zapatilla, un almacén cutre, con cajas por todos lados, gitanos y pobrunos llevándose ciriacas y calzado mierdero a más no poder. Una mezcolanza de aromas amargos a pinrel falto de higiene inundaba aquella estancia.

Mi madre empezó a hablar y elegir. Yo estaba bloqueado, como viviendo un mal sueño, una pesadilla en un duermevela. De pronto me vi con un par de algo parecido a una deportivas de color azul, gris, una especie de Converse pero en cutre. Mi madre fue a pagar, y le dijeron 400 pesetas, sorprendida de tal precio, le dijo al dependiente si no tenían la misma zapatilla en otro color. El horror, el puto horror, si hubiera aparecido Caronte le hubiera dado la moneda sin pensarlo y me hubiera ido con él al mundo de las tinieblas.

Fui a por unas Yumas y me vine con dos pares infames de deportivas, porque si el primer par era detestablemente feo, el segundo de un verde degradado con rayas color verde oscuro era simplemente indescriptible.

Yo que había sido un poco insensato había alardeado con los colegas de las Yumas y al día siguiente me vieron aparecer con aquello....Pues el puto horror 2.

Mira el torquemada, iba a por una Yumas y le ha robado las playeras a Buggs Bunny Mec Mec.... Recuerdo esa frase, porque después de decirla el gracioso de turno, había 6 chavalines despanzurrados por el suelo muertos de la risa.

Aquellas zapatillas eran infernales. A mi nunca me habían olido los pies, pero a la cocción que sometía aquella infamia a mis pies, consiguieron que emanaran de los mismos unos aromas nauseabundos a más no poder.

Encima eran prácticamente indestructibles. Bueno hasta que encontré un filo de un ladrillo medio roto, las fui rajando poco a poco, con fruición, viendo que aquel filo era capaz de dañar esa maldita tela que parecía de Mytril.

Me cargué los dos pares en un mes y poco. Bien es cierto que las iba dañando y le decía a mi madre que se rajaban jugando al fútbol. No sospechaba nada porque me supongo que con el precio que pagó no esperaba el súmmum de la durabilidad.

Los últimos estertores del último par coincidieron con la llegada de mi padre de viaje. Sibilinamente le enseñé a mi madre, con mi padre delante, los rotos de la playera infame, encima eran las verdes. Mi padre puso cara de WTF, que se acrecentó cuando empezó a percibir el grandioso aroma que emanaba de aquella infamia hecha calzado. Mi madre le contó que había decidido que para el verano que me aguantase con lo más barato.

Mi padre la dijo con un cabreo del quince, que la última vez que se le ocurría hacer eso, si él le había prometido a un hijo o a otra persona algo y lo dejaba a su puto encargo, ella no tenía que decidir nada ni cambiarlo sin consultarlo, "la última vez que lo haces" la inquirió varias veces alzando la voz.

Al día siguiente tenía mis Yumas, con mi madre tragando saliva y con no pocas ganas de estrangularme.

Aquí la tienes.
 
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Aquí la tienes.
Gracias. No lo recordaba. Es GLORIOSO.

Es increíble, tenemos en torno a cuarenta años, cuentas esto a día de hoy a un veinteañero y no da crédito, suena a cosa como de posguerra, como de otra época mucho más lejana, pero es cierto que lo hemos vivido.
 
Gracias. No lo recordaba. Es GLORIOSO.

Es increíble, tenemos en torno a cuarenta años, cuentas esto a día de hoy a un veinteañero y no da crédito, suena a cosa como de posguerra, como de otra época mucho más lejana, pero es cierto que lo hemos vivido.

Rebobinar cintas de cassette con un boli bic.

Cascársela a la ténue luz del canal + codificado.

Alquilar VHS de un videoclub.

Largas tardes de goles en las gaunas.

Siendo más joven que vosotros también lo viví, ahí pondría yo la línea. Luego se fue todo a la puta mierda.
 
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Siendo más joven que vosotros también lo viví, ahí pondría yo la línea. Luego se fue todo a la puta mierda.

Creo que somos casi de la misma cosecha. En mi caso 1984 (pa tu culo mi aparato). Por ahí tiene que andar la borderline.

Joder, me acabo de acordar que un año me regalaron solo un tupperware con tres tabletas de chocolate dentro.

Nestlé.

Me vale, eso era un lujo en la infancia.
 
Joder, me acabo de acordar de mis reyes de niño.

Algún juguete me compraban. No lo que yo eligiera sino algo escogido al azar. Pero era de buen conformar y cualquier cosa con imaginación sirve para jugar.

Lo jodido era el resto de la familia, que algunas tías y abuelos daban dinero. "Toma Darkianin, para que te compres lo que quieras".

Luego al salir de casa de los familiares decía mi padre "trae, que ya te lo guardo yo".

Supongo que lo recibiré ahora, con la herencia.
 
Joder me acabo de acordar de una del Pleistoceno.

Con 9-10 años, mi abuelo materno vino a pasar las Navidades a casa. Un hombre cerril de pueblo, un agarrao indecente, con menos extras que un Seat Panda. De hecho, a pesar de venir a casa a ponerse como el tenazas, no traía ningún regalo, ni hacia el más mínimo gesto para comprar alguna de las viandas de las cenas.

Mi madre le cantó las 40, que si no iba a comprar unos miseros regalos para Papa Noel. Yo no quería que viniera, porque además de ser un ser hosco, maleducado y que olía a pana vieja, dormía en nuestra habitación y roncaba que parecía que estabas detrás de un Barreiros subiendo Pajares.

Pues bien el tío en un alarde de generosidad, fue al mercadillo y me plantó en el árbol un puño y careta cutre de color azul de Mazinger Z. Tengo que reconocer que me gustó porque el puñaco era enorme, de PVC y pesaría al menos dos kilos, pero tenía una goma que tensabas y salía disparado. Una trolada vamos.

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Pues bien estábamos dando una vuelta el 25 todos juntos, y el hombre me regañaba porque no sabía tensar la goma y caía el puño sin fuerza, en una especie de venganza o despecho por haberle hecho comprar regalos, que luego el niño patoso de ciudad no sabía usar.

Eso hasta que en una salió disparado el puño como un misil tierra-aire y le impactó en todo el gepeto. Menudo hostion, sólo le faltó la cuenta de protección.

Se quejó amargamente de la hostia, que si lo había hecho adrede. Mi madre requisó el puño y lo guardó no sé dónde hasta que se fuera al pueblo otra vez.
 
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El otro dia hice un cálculo rápido y me salió que entre bodas de gente que apenas conozco, regalos a popós, novia, hermana y cuñado, sobrinos, hijos de amigos e hijos de gente que apenas conzco el año pasado me dejé unos 2000€ en regalos.

El dinero "recuperado" por regalos a la inversa, sobrepasa a duras penas a una cuarta parte de lo invertido. En parte puede ser culpa mía, porque ante mi falta de imaginación para regalar algo, tiro de billetera y punto.


Con mi señora, mediante un pacto de Estado ya he logrado suprimir todo tipo de regalo en Navidad, dejando únicamente el cumpleaños.

Para este 2017 he decidido rescindir unilateralmente la cláusula de colaborar en los regalos de la familia política, y he marcado un máximo de 2 bodas al año, case quien se case, mi santa hermana ya está casada así que no veo tan imprescindible acudir a cualquier boda, por importante que sea.
 
Un jersey de pico amarillo, amos, no me jodas, no uso jerseys de pico, y menos de color amarillo.
Pues deberías saber que el amarillo es el nuevo neutro de moda; dicen los entendidos que en la decoración funciona igual que un beige o un gris, así que en la ropa, igual.
El amarillo es el nuevo neutro, y te vamos a explicar por qué

Yo hace no mucho he encontrado un filón en los outlets; concretamente, en el de San Sebastián de los Reyes. Artículos de todo tipo -ropa y calzado, complementos, electrónica...-, de firmas caras, rebajados hasta un 70% de su precio. Muchos son de la temporada pasada, pero ¿a quién le importa? Ejemplo de mi regalo a mi hermana: cartera de Folli Follie (valorada en 120 €), a 25 €:

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:jew:

A mi padre, nada, que aún no le he perdonado las hijoputeces que me hizo. :face:
 
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Muy chanantes tus historias de infancia Torquemada.

Yo no quería que viniera, porque además de ser un ser hosco, maleducado y que olía a pana vieja, dormía en nuestra habitación y roncaba que parecía que estabas detrás de un Barreiros subiendo Pajares.

:lol:
 
A mi me acaba de venir un flash del pasado. He recordado un juguete mucho tiempo olvidado en las brumas del tiempo. Tal vez la última vez que apareció en mi memoria fue hace veintitantos años.

La única vez que recuerdo que mi padre no se opusiese a comprarme algún juguete de cierta categoría y dejase a mi madre ocuparse del asunto libremente fue este tanque de Micro Machines:

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Ha sido ver la siguiente foto y recordar cada centímetro cuadrado de la base militar, y el millar de horas que pasé jugando con ello:

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Ahora de repente lo recuerdo todo.


Oh shit:

:omg:


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Luego mi padre lo tiró a la basura. Ahora vendrá Gintoncs a decir algo, pues le encantan estos detalles de mi progenitor.

Popó siempre me tiraba los juguetes, porque hacían bulto. En cuanto los dejaba de lado y ya no les daba uso desaparecían. De niño no me jodía apenas, pues rápidamente cambias los intereses, de los juguetes a la bici, luego los videojuegos y luego los coños.

De Micro Machines también tuve una base de los ewoks, que siguió el mismo camino que lo de arriba:

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En la época que pasé de montar maquetas también me las tiró. Eso ya tiene mas delito. Un tie fighter y algún helicóptero.

Y ya hasta hace poco me tiraba los libros. Cuando me enteré pegué unas voces y creo que ya no lo hace más.
 
¿Nadie más aquí ha jugado con las pinzas de la ropa? Las usaba como soldados; verdaderos ejércitos que se batían en grandiosas batallas. Puestas todas juntas en la cuerda de tender, simulaban las teclas de un piano; melodías silenciosas que sólo existían en el interior de mi cabeza. Si les quitaba el muelle salían dos partes con el perfil de un fórmula 1. Me hacía un circuito de tierra en el corral y volaban en la pista. También unía unas con otras y hacia figuras conceptuales: un avión, un hacha, una culebra-dragón, una pistola; tomo minimalista, claro. Cuando me aburría me las enganchaba en la cara y me proporciona la relajación de un masaje de acupuntura. Puestas en las orejas eran dos pendientes, una ristra de ellas sobre el cuello un collar, y una en la barbilla era la barba chivo de un pirata. Y cuando se acercaba la hora de comer, me las metía en la boca, hablo de las de madera, y a base de chupar y masticar la madera, algo de sustancia soltaban que era suficiente para calmar la gusa hasta la hora de la sopa de pan caliente.

Para mí ver un paquete de pinzas nuevo era como un regalo, cuando se despistaba mi madre las cogía y empezaba mi mundo de fantasía. Si al terminar de jugar no las dejaba otra vez en su sitio me llevaba unas hostias, bien merecidas. Mi madre no era mucho de mimos.

Ahora, tengo toda la casa llena de pinzas de la ropa, están por todos lados, las necesito, son mi amuleto. Cuando leo las abro y cierro constantemente con la mano libre, me las sigo metiendo en la boca y chupándolas hasta quedarlas lisas, me las pinzo en las cejas y las orejas y me relajan, me limpio los oídos con ellas, y sobre todo, las observo aún con verdadera ilusión porque el potencial de una pinta es infinito.

Un juguete es un objeto que estimula la imaginación de un niño, y la simplicidad de este es inversamente proporcionar al estimulo que genera.
 
Última edición por un moderador:
Para este 2017 he decidido rescindir unilateralmente la cláusula de colaborar en los regalos de la familia política, y he marcado un máximo de 2 bodas al año, case quien se case, mi santa hermana ya está casada así que no veo tan imprescindible acudir a cualquier boda, por importante que sea.

Como haya 5 bodas vas a ir a las 5, porque no está en tu mano decidir eso. Y creo que cuanto antes te mentalices, mas suave será el trago.
 
Le he comprado a mi madre una pulsera Stardust de Swarovski, como dije ayer. Y otra para mí, por supuesto.


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Hoy al mirar mi cuenta bancaria veo que no se las han cobrado :roll:

El que no regala joyas es porque no quiere :lol:
 
No. Un joyero. [/fin del facebookismo]

Es el equivalente parejil a darle a un hijo una piruleta mientras subes al piso de arriba del puticlub a "terminar unos asuntos". Vamos no me jodas, tirando de tokens

:terieh?:

Dónde quedó el ingenio. Dónde quedó el amor.
 
¿Nadie más aquí ha jugado con las pinzas de la ropa? Las usaba como soldados; verdaderos ejércitos que se batían en grandiosas batallas. Puestas todas juntas en la cuerda de tender, simulaban las teclas de un piano; melodías silenciosas que sólo existían en el interior de mi cabeza. Si les quitaba el muelle salían dos partes con el perfil de un fórmula 1. Me hacía un circuito de tierra en el corral y volaban en la pista. También unía unas con otras y hacia figuras conceptuales: un avión, un hacha, una culebra-dragón, una pistola; tomo minimalista, claro. Cuando me aburría me las enganchaba en la cara y me proporciona la relajación de un masaje de acupuntura. Puestas en las orejas eran dos pendientes, una ristra de ellas sobre el cuello un collar, y una en la barbilla era la barba chivo de un pirata. Y cuando se acercaba la hora de comer, me las metía en la boca, hablo de las de madera, y a base de chupar y masticar la madera, algo de sustancia soltaban que era suficiente para calmar la gusa hasta la hora de la sopa de pan caliente.

Para mí ver un paquete de pinzas nuevo era como un regalo, cuando se despistaba mi madre las cogía y empezaba mi mundo de fantasía. Si al terminar de jugar no las dejaba otra vez en su sitio me llevaba unas hostias, bien merecidas. Mi madre no era mucho de mimos.

Ahora, tengo toda la casa llena de pinzas de la ropa, están por todos lados, las necesito, son mi amuleto. Cuando leo las abro y cierro constantemente con la mano libre, me las sigo metiendo en la boca y chupándolas hasta quedarlas lisas, me las pinzo en las cejas y las orejas y me relajan, me limpio los oídos con ellas, y sobre todo, las observo aún con verdadera ilusión porque el potencial de una pinta es infinito.

Un juguete es un objeto que estimula la imaginación de un niño, y la simplicidad de este es inversamente proporcionar al estimulo que genera.

Ya sé quién eres. Te acabo de pillar. Eres el fantasma de las Navidades pasadas visitando a @Perrino Chico

Luego mi padre lo tiró a la basura. Ahora vendrá Gintoncs a decir algo, pues le encantan estos detalles de mi progenitor.

Popó siempre me tiraba los juguetes, porque hacían bulto. En cuanto los dejaba de lado y ya no les daba uso desaparecían. .

:121

Joder, pues claro. Como para no flipar con tu padre, no te jode. Es que menudo crack. Tú no tienes un padre, tú tienes un antipadre, uno que si ve que algo te va a poner contento te lo jode, uno que si ve que algo te gusta te lo tira, uno que si ve que vas a hacer algo te lleva la contraria en vez de animarte, uno al que todo le parece mal, que está en contra de todo, y que lo que sacas para adelante te lo intenta joder. Tus historias con tu padre son cremita pura.

Es el equivalente parejil a darle a un hijo una piruleta mientras subes al piso de arriba del puticlub a "terminar unos asuntos". Vamos no me jodas, tirando de tokens

:terieh?:

Dónde quedó el ingenio. Dónde quedó el amor.

¿Qué parte de que odio regalar, de que soy malísimo con ello, de que no me gusta y de que es un trago que paso con más pena que gloria no te ha quedado clara? ¿Acaso te esperabas que se me hubiera ocurrido un regalazo bueno bonito y barato? Pues no, joder, no. Y da gracias que tenía esto pensado desde hace meses y que no he sido capaz de imaginar algo mejor en todo el 2016.
 
¿Qué parte de que odio regalar, de que soy malísimo con ello, de que no me gusta y de que es un trago que paso con más pena que gloria no te ha quedado clara? ¿Acaso te esperabas que se me hubiera ocurrido un regalazo bueno bonito y barato? Pues no, joder, no. Y da gracias que tenía esto pensado desde hace meses y que no he sido capaz de imaginar algo mejor en todo el 2016.

:feels:

Por lo menos tú puedes tirar de tokens.



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:sadpepe:
 


:lol: Joder, tu abuelo era UN AUTENTICO CRACK. Creo que es el mejor mensaje subliminal que te pudo haber enviado ante tanta insistencia con que hiciera un puto regalo. No se si pillas por donde voy.

¿Nadie más aquí ha jugado con las pinzas de la ropa? Las usaba como soldados; verdaderos ejércitos que se batían en grandiosas batallas.

Yo hacia torneos de lucha con boligrafos. Cuando se descapuchaban es que estaban muertos. De vez en cuando inscribia en alguno de los torneos algun rotulador gordo for the lulz, que solia caer eliminado ante el escarnio de mi imaginario publico. Los Edding sin embargo lo partian. Iban chetaos.
 
(Sepan disculpar que masunee de nuevo, el puro selular y tal).
Hoy los Reyes me han echado de casa ( jjjj y tal)
Antes de salir he visto los regalos que había en mi zapatito.
No los he desenvuelto para no despertar, pero al tacto era algo blando.
Ropa another time, ¡ qué ilu ! ( y tal)
Me he debido portar mal, puesto que en mi carta les había pedido una laptop (aunque fuera de 2ª mano) para forear en el curro.

Ka®ma por los arenales
 
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