Sekhmet
Freak
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Hace unos años, en un piso antiguo que alquilé, sobre mi cama había una estantería de las gruesas cargada de libros. Justo encima de mi cabeza. Todas las noches soñaba que se me caería encima. Antes de dormirme, me ponía de pie en la cama y movía un poco la repisa para ver si estaba bien sujeta. Luego, cuando ya estaba con la cabeza en el amohadón, pensaba: Ya está, tocándola seguro que he terminado de soltarla y se me vendrá abajo. Me dormía rezando. Cuando finalmente me dormía, el sueño recurrente de siempre. Plas, mi cabeza estallando como un melón. Y me enterraban a ataúd cerrado.
Una tarde, cuando estaba echándome la siesta, me sonó el móvil. Eran los de québueno ofreciéndome un crédito. Me puse de muy mala leche y me levanté. Aproveché para bajar a comprar la cena y cuando volví, la estantería se había venido abajo.
Eso, creo, es lo más cerca que he estado de la muerte. 10 minutos antes me pilla durmiendo (como pretendía hacer) y me aplasta la testera.
Aparte de eso, no sé nadar en condiciones. Hace unos años, a mi padre se le antojó comprarse una barca para poder ir a pescar. A mí, que el mar profundo me da un miedo que me muero me convencieron para salir. Yo ya me imaginaba volviendo a casa cargada de lenguados y nécoras, pero al tonto de mi primo se le ocurrió que era un buen momento para bañarnos en el agua NEGRA Y OSCURA de las 3 de la mañana, y yo, que estaba cansada de aguantar a todo el bote, me lancé sin pensar en nada ni en nadie.
Me hundí de tal manera que os puedo asegurar que no tenéis ni idea de lo que es el sabor salado. Mi padre se tuvo que lanzar y de lo nerviosa que me puse casi nos ahogamos los dos.
Después de eso, un mes moqueando sal de roca y mi padre un ojo morao. Si a alguien le interesa la barca que me avise, aún está en wallapop.
Este hilo lo patrocina québueno
Una tarde, cuando estaba echándome la siesta, me sonó el móvil. Eran los de québueno ofreciéndome un crédito. Me puse de muy mala leche y me levanté. Aproveché para bajar a comprar la cena y cuando volví, la estantería se había venido abajo.
Eso, creo, es lo más cerca que he estado de la muerte. 10 minutos antes me pilla durmiendo (como pretendía hacer) y me aplasta la testera.
Aparte de eso, no sé nadar en condiciones. Hace unos años, a mi padre se le antojó comprarse una barca para poder ir a pescar. A mí, que el mar profundo me da un miedo que me muero me convencieron para salir. Yo ya me imaginaba volviendo a casa cargada de lenguados y nécoras, pero al tonto de mi primo se le ocurrió que era un buen momento para bañarnos en el agua NEGRA Y OSCURA de las 3 de la mañana, y yo, que estaba cansada de aguantar a todo el bote, me lancé sin pensar en nada ni en nadie.
Me hundí de tal manera que os puedo asegurar que no tenéis ni idea de lo que es el sabor salado. Mi padre se tuvo que lanzar y de lo nerviosa que me puse casi nos ahogamos los dos.
Después de eso, un mes moqueando sal de roca y mi padre un ojo morao. Si a alguien le interesa la barca que me avise, aún está en wallapop.
Este hilo lo patrocina québueno
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