aunque suene a cachondeo, la metamorfosis de Jaime está mucho mejor llevada en los libros, para mi el mejor personaje
aquí lo han ido llevando poco a poco pero lo han transformado más en calzonazos que otra cosa
ahora cuando llegué al norte y se encuentre con Brann va a ser divertido o lo mismo el mocoso pasa de todo, cualquiera sabe
Visto que nadie comenta lo de jotdown, voy pegando trozos (para ver los gifs y links, al artículo hay que ir):
Veamos una selección de los mejores momentos de Jaime Lannister en esta temporada:
Jaime sorprendido porque su hermana está como unas putas maracas:
Jaime sorprendido porque Euron Greyjoy es más marrano que el agua de fregar:
Jaime sorprendido porque le van a hacer la caidita de Valyria:
Jaime sorprendido porque le está troleando fuerte una señora mayor:
Jaime sorprendido porque su ejército va acarreando por medio Poniente una ballesta antidragones que pesa tres toneladas por si aparece un dragón pero que aparezca un dragón es una cosa que él personalmente no se la esperaba:
Jaime sorprendido porque los dragones echan fuego por la boca:
Jaime sorprendido porque hasta Bronn, HASTA BRONN le toma por el pito del sereno:
Jaime sorprendido porque su hermana está que le da la mano al mismo dos veces (se le había olvidado):
Jaime sorprendido porque su hermana está que da ella sola vueltas de campana (se le había vuelto a olvidar):
Queremos darle la enhorabuena a Nikolaj Coster-Waldau, eso sí. Si no se ha dislocado las cejas durante la grabación de la séptima temporada cerca le habrá andado. Qué furioso subirlas y bajarlas, oigan. Qué vertiginoso recorrido por los matices del caerse del guindo. Qué paleta de miradas de cordero degollado. Qué cosa.
Ahora en serio:
Jaime era un señor que tú le invitabas a tu casa y él tiraba a un hijo tuyo por la ventana. No era en plan «huy, soy moralmente ambiguo porque claro, las circunstancias», no. Era un psicópata. Un chungo. Una rata de callejón. Lo dejó él mismo bien explicadito con aquella exposición de motivos obscena que le cascó a Edmure Tully: que él, por Cersei, hasta comer cristales. Y acto seguido amenazó a Edmure con coger a su hijo recién nacido, atención, Y LANZARLO CON UNA CATAPULTA. Insistimos: todo por meter la ciruela. Así que mirad, Weiss, Benioff. Bien está que con el tiempo Jaime haya ido evolucionando y cambiando de signo porque en Juego de tronos los malos se hacen buenos y blablablá. Pero hombre, a ver. A ver.
Y además, bueno de qué. Si es más malo que la tiña. ¿Queréis que Jaime Lannister sea de repente un dechado de virtudes? Estupendo, no hay problema: atribuidle virtudes. He aquí una lista: la honradez, la justicia, la integridad. He aquí cosas que no son virtudes: tener pamplinas, ser un cagalástimas. Ned Stark se negó a planear el asesinato de Daenerys; Robb se negó a ejecutar a los niños Willem Lannister y Tion Frey; hasta Theon evitó en su día ejecutar a Bran y Rickon. El héroe no mata caprichosamente, punto. No solo es una convención con rango de ley en el género de la épica; es un tema central en Juego de tronos desde el mismísimo arranque de la serie. Y Jaime no solo mata ahora igual que antes; es que solo en esta temporada ha asesinado 1) a una señora mayor, 2) a sangre fría, 3) para robarle dinero, porque aquella fue toda su motivación. PARA ROBARLE LA CARTILLA Y LOS AHORROS Y LAS JOYAS A UNA ANCIANA SEÑORA, Weiss, Benioff. Que es una mierda muy jodida. ¿No podía haber asesinado otro a Olenna Tyrell? ¿Randyl Tarly? ¿Euron Greyjoy? Incluso Jaime podría haber atacado Altojardín y que Olenna se hubiese suicidado al verse derrotada, tomando veneno por su propia iniciativa pero a tiempo de entrevistarse finalmente con Jaime y hacerle su confesión.
Ya, ya: al final de todo, durante los últimos minutos del último capítulo, Jaime cambiará de opinión y al final, ya sí que sí, tendrá un gesto honroso. Pues bueno, pues vale, atenuaremos nuestra crítica: el pastel espantoso, pero la guinda muy bonita. Y casi peor, si quiere usted nuestra opinión: demuestra que los showrunners están dispuestos a caracterizar honestamente a su personaje pero solo a la hora del cliffhanger, cuando esa honestidad rinda a efectos promocionales. Desastrosa la ejecución y la ejecución no es ni siquiera el problema.
El problema, en realidad, es algo de lo que nos quejábamos ya el año pasado: este empeño que ponen Weiss y Benioff, tan porcojónico, en que tengamos que simpatizar a golpe de zoom y violín dramático con quien ellos dicen, y no con quien corresponde. El melodrama, por llamarlo por su nombre. Y nos atrevemos decir que es suyo porque esto no ocurre en los libros ni ocurría antes en la serie, cuando los libros se adaptaban con fidelidad. Ahí están Tywin Lannister, Robert Baratheon o Khal Drogo, entre otros héroes y villanos que desafiaban su condición. Vivieron, murieron y no se le dieron al espectador instrucciones sobre el grado de pena que debía darle. En esta temporada Jaime ha sido una de las grandes víctimas, pero hay más. Y la peor, quizá en todo lo que llevamos de serie, ha sido Arya.