HISTORIA MILITAR: hilo de ejércitos y batallitas.

Juvenal rebuznó:
En Malvinas un par de cruces pero a título póstumo. En Irak la han concedido a uno que tiene la suerte de poder contarlo.

Creo que el enlace está posteado en este mismo hilo.

Así es.

Y cruces de hierro, cuál debe ser la última que concedieron?
 
Jacques de Molay rebuznó:
Juvenal rebuznó:
En Malvinas un par de cruces pero a título póstumo. En Irak la han concedido a uno que tiene la suerte de poder contarlo.

Creo que el enlace está posteado en este mismo hilo.

Así es.

Y cruces de hierro, cuál debe ser la última que concedieron?

Ni puta idea, mira en Feldgrau, que salen los poseedores de las Cruces de Caballero, con fecha de concesión.

Subo este hilo para decir que hoy es el día de los ANZAC, el cuerpo australiano-neozelandés.

Hoy se conmemora el desembarco de los Anzac el Gallipoli (25 de abril de 1915)

Una de esas batallas en que los soldados (al menos los británicos) fueron muy superiores a sus generales. Cuando cesaron a los inútiles la cosa ya no tenía remedio.
 
Como dijo Arquíloco, hace más de 2500 años:

No quiero un general alto y bien plantado
ni ufano de sus bucles y esmerado en afeites.
Por mí, ojalá sea un tipo pequeño y patizambo
que se mantenga firme en sus pies, todo corazón.


(Cuántos ha habido en la historia de estos pequeños cabrones!)
 
Se concedió al menos una victory cross, a aquel coronel de paracas que murió en prado del ganso...De Cruces de Caballero, ni puta idea, supongo que la de Ezquerra si la aceptamos...
 
Señores, acabo de (re)ver "ha llegado el águila", ¿podríais decirme cuántos libracos más se escribieron sobre Steiner?

Creo que se habló de ello en otro hilo, pero soy incapaz de encontrarlo.
 
Una pregunta a vosotros entendedores de batallas.

Los romanos conocieron el arco?
 
Los romanos conocían el arco, y lo usaban ( ya aparece en la Illiada), y de hecho conocían incluso ballestas.

De Steiner se que sale en la continuación "El aguila emprende el vuelo", pero no tengo ni idea de si sale en mas libros...a pesar de que el hecho de que siguiese "vivo" en Irlanda en los 70, según el autor, debería alimentar la posibilidad de una "sub-saga" con sus aventuras...pero no tengo mas datos, y eso que creo que me he leido todo lo que ha publicado Higgins ( excepto las aventuras de un joven romeo).
 
nabokov rebuznó:
Los romanos conocían el arco, y lo usaban ( ya aparece en la Illiada), y de hecho conocían incluso ballestas.

De Steiner se que sale en la continuación "El aguila emprende el vuelo", pero no tengo ni idea de si sale en mas libros...a pesar de que el hecho de que siguiese "vivo" en Irlanda en los 70, según el autor, debería alimentar la posibilidad de una "sub-saga" con sus aventuras...pero no tengo mas datos, y eso que creo que me he leido todo lo que ha publicado Higgins ( excepto las aventuras de un joven romeo).

Curioso, cómo salvaría la muerte de Steiner en "ha llegado el águila"?, salvo que en el libro no palmara, a diferencia de en la película.

Pero, bueno, incluso los mejores se permiten algunas inconsecuencias, como el gran Patrick O'Brian, que en su larga serie sobre Aubrey y Maturin deja muchísimos cabos sueltos.
 
Juvenal rebuznó:
https://foropl.com/viewtopic.php?t=27162&postdays=0&postorder=asc&start=105

Gracias, sabía que habías posteado algo de Steiner pero no recordaba en qué hilo.

Ya que estamos ahí va el epitafio de un guerrero, hallado en Trecén, en la Argólide:

Para Praxíteles este sepulcro construyó Isón tras su muerte. Entre roncos gemidos sus compañeros alzaron este túmulo en memoria de sus hazañas y lo acabaron en un solo día.

Es del siglo VI a.C.
 
Cuando los generales romanos desfilaban victoriosos sus soldados se dedicaban a cantar obscenidades e insultos. Así los cesarianos difamaban a su general, reprochandole sus malas costumbres, según Suetonio:

Gallias Caesar subegit, Nicomedes Caesarem:
Ecce Caesar nunc triumphat qui subegit Gallias.
Nicomedes non triumphat qui subegit Caesarem

Todo ello tenía un trasfondo religioso, era una compensación en la ceremonia del Triunfo ya que no se quería atraer la indeseada atención de la diosa Némesis, que castiga a los soberbios.
 
Una pregunta, a ver si alguien me puede responder:

En la película "Patton" el actor que interpreta al general comenta cerca del final de la película que cuando un general romano victorioso desfilaba, había alguien que le susurraba al oido que "Toda gloria es pasajera" recordandole que aunque ahora estaba en la cima de la gloria, tarde o temprano bajaria de nuevo al mundo de los simples mortales.

¿Era eso cierto? ¿O es un invento de los guionistas de la peli?
 
Blackbird rebuznó:
Una pregunta, a ver si alguien me puede responder:

En la película "Patton" el actor que interpreta al general comenta cerca del final de la película que cuando un general romano victorioso desfilaba, había alguien que le susurraba al oido que "Toda gloria es pasajera" recordandole que aunque ahora estaba en la cima de la gloria, tarde o temprano bajaria de nuevo al mundo de los simples mortales.

¿Era eso cierto? ¿O es un invento de los guionistas de la peli?

Es puñeteramente cierto.

La frase habitual es "Recuerda que eres un hombre", y se la decía el esclavo que sostenía la corona de laurel sobre su cabeza. Si quieres verlo en otra película, el hecho aparece en "Quo Vadis".

La cosa tiene su gracia, porque el general agraciado por el triunfo vestía como una encarnación de Marte, Dios de la guerra romano (entre otras cosas)

Jacques de Molay rebuznó:
como el gran Patrick O'Brian, que en su larga serie sobre Aubrey y Maturin deja muchísimos cabos sueltos.

Anda que no tiene crímen la cosa, siendo novelas de guerra naval napoleónica.
 
La frase habitual es "Recuerda que eres un hombre", y se la decía el esclavo que sostenía la corona de laurel sobre su cabeza. Si quieres verlo en otra película, el hecho aparece en "Quo Vadis".

concretamente, la frase era "memento mori" ( recuerda que eres mortal )y si, sale en los comics de asterix

el actor de patton era george c scott y renunció al oscar por que no quería ganarlo interpretando a un hijodeputa ( palabras suyas, no mías )
 
Aunque lo aceptó después por su excelente corto, "Balonazo en sus partes".
 
arthur rebuznó:
La frase habitual es "Recuerda que eres un hombre", y se la decía el esclavo que sostenía la corona de laurel sobre su cabeza. Si quieres verlo en otra película, el hecho aparece en "Quo Vadis".

concretamente, la frase era "memento mori" ( recuerda que eres mortal )y si, sale en los comics de asterix

el actor de patton era george c scott y renunció al oscar por que no quería ganarlo interpretando a un hijodeputa ( palabras suyas, no mías )

Hay otra opción, creo: "memento homo", recuerda que eres un hombre.

Al general se le pintaba el rostro de rojo minio, como si representara a Júpiter en la tierra, por estto venía muy a cuento recordarle su mortalidad.
 
Muchas veces he oido eso de que se pintaban la cara de rojo minio...supongo que sería para parecerse a los dioses...¿Pintaban las estatuas divinas de ese color?.
 
nabokov rebuznó:
Muchas veces he oido eso de que se pintaban la cara de rojo minio...supongo que sería para parecerse a los dioses...¿Pintaban las estatuas divinas de ese color?.

Originalmente las estatuas y los templos estaban pintados.
Supongo que los romanos tendrían una de Júpiter con el careto de ese color.
Desde luego las estatuas de Príapo tenían pintada la polla de minio.
 
Una curiosidad: En la Iliada, los caudillos griegos y troyanos iban en carros de guerra pero combatían a pie.

Ello se debe a que el carro de guerra ya no se usaba en el mundo griego en tiempos de Homero y cuando él escribió (o recopiló) la Iliada, ya no sabía cómo se combatía desde un carro.
 
Jacques de Molay rebuznó:
Una curiosidad: En la Iliada, los caudillos griegos y troyanos iban en carros de guerra pero combatían a pie.

Ello se debe a que el carro de guerra ya no se usaba en el mundo griego en tiempos de Homero y cuando él escribió (o recopiló) la Iliada, ya no sabía cómo se combatía desde un carro.

Sabes detalles tan concretos de la Historia que me hacen sospechar que tienes una 'máquina del tiempo' y haces comprobaciones 'in situ'. ¡Dínos la verdad, Jacques!... :D

Ummita
 
Ummita rebuznó:
Jacques de Molay rebuznó:
Una curiosidad: En la Iliada, los caudillos griegos y troyanos iban en carros de guerra pero combatían a pie.

Ello se debe a que el carro de guerra ya no se usaba en el mundo griego en tiempos de Homero y cuando él escribió (o recopiló) la Iliada, ya no sabía cómo se combatía desde un carro.

Sabes detalles tan concretos de la Historia que me hacen sospechar que tienes una 'máquina del tiempo' y haces comprobaciones 'in situ'. ¡Dínos la verdad, Jacques!... :D

Ummita

Si has leído el cuento de Borges "el Inmortal" sabrás cómo sé lo que sé.

Algún día beberé del río cuyas aguas traen el descanso.
 
Blas De Lezo

"Dile a tu rey que lo mismo le haré si alo mismo se atreve"

llego tarde a éste hilo, y además lo hago con un extenso copy and past. No obstante, recomiendo su lectura a aquellos que dispongan de 5 minutos. Marinos vascos y andaluces dando caña a los ingleses, que de tan humillados que quedaron llevan casi tres siglos intentando ocultar la derrota. Aquí os lo dejo:

La Invencible inglesa contra Cartagena de Indias (1741)

La derrota de la Armada Inglesa en Cartagena de Indias en el siglo XVIII es un acontecimiento silenciado en la historia inglesa y desconcocido para la gran mayoría de españoles. La Historia está hecha de muchas mentiras, silencios y exageraciones y ésta página gloriosa de la época colonial está injustamente olvidada por el saber popular español y merece la pena contribuir a su difusión.


En Octubre de 1739 Inglaterra declara a España la guerra de la oreja de Jenkins y planea tomar la ciudad donde confluyen las riquezas de las colonias españolas, Cartagena de Indias (Colombia), dominar el comercio en el Caribe y, en una operación combinada con las fuerzas del Comodoro Anson que con el navio Septrentión y dos buques menores acosaba las colonias del Pacifico Sur, aniquilar el imperio español en América.


Aunque el origen de la guerra fue la rivalidad comercial entre las dos potencias, la causa inmediata de la conflagración fue un incidente cerca de la costa de Florida cuando el capitán de un guardacostas español, Juan León Fandiño, interceptó el Rebbeca al mando de Robert Jenkins y le hizo cortar a éste una oreja; después de lo cual le liberó con este insolente mensaje:

"Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve".

Este suceso enardeció a la opinión pública inglesa y dió lugar a que el Gobierno inglés, presidido por su Primer Ministro Mr. Walpole, declarara la guerra a España presionado por los comerciantes de la City que apetecían la conquista de nuevos mercados.

El 13 de Marzo de 1741 apareció por "Punta Canoa", poniendo en vilo la ciudad de Cartagena, la mayor flota de guerra que jamás surcara los mares hasta el desembarco de Normandía: 2000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, brulotes y buques de transporte. La flota, muy superior a la Invencible de Felipe II que sólo disponía de 126 navíos, está dirigida por el almirante Sir Edward Vernon y transporta 23.600 combatientes entre marinos, soldados y esclavos negros macheteros de Jamaica. En la expedición vienen 4.000 reclutas de Virginia bajo las órdenes de Lawrence Washington, medio hermano del futuro libertador George.

Las defensas de Cartagena no pasaban, en cambio, de 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros traídos del interior más la marinería y tropa de desembarco de los seis únicos navíos de guerra de los que dispone la ciudad: el Galicia que era la nave Capitana, el San Felipe, el San Carlos, el Africa, el Dragón y el Conquistador.

Este pequeño contingente está dirigido por hombres decididos a defenderse hasta morir: el Virrey Sebastián de Eslava, Teniente General de los Reales Ejercitos con larga experiencia militar, y bajo su mando, pero en el mar, el celebre General de la Armada D. Blas de Lezo, lobo de mar que ya ha participado en 22 batallas y expediciones navales perdiendo la pierna y el ojo izquierdo en Málaga y Toulon y quedándole lisiada la mano derecha en Barcelona.
Seguían en la jerarquía el Mariscal de Campo D. Melchor de Navarrete, Gobernador de la ciudad, a cuyo cargo quedó la parte administrativa y el abastecimiento de víveres,

y el Coronel D. Carlos Des Naux, Ingeniero militar y Director de obras de fortificación, quien actuó primero como Castellano del Castillo de San Luis de Bocachica y luego como Castellano de San Felipe de Barajas.

Aunque con algunas discrepancias de criterio en materia estratégica entre Blas de Lezo y el Virrey los cuatro hombres lograron por fin unificar su acción baja la dirección de Eslava y resistir a pie firme el embate inglés.

Años antes Vernon ya había merodeado dos veces Cartagena, y trazando círculos de buitre se había presentado frente a la bahía, pero Lezo lo había puesto en fuga con maestría de consumado marino. En la primera ocasión cerró el puerto con cadenas y situó sus buques en Bocachica para que los ingleses no pudieran entrar sin batirse con ellos e instaló en tierra un grueso cañón de 18 libras de su nave capitana lo que sorprendió al enemigo al contestar con artillería por un lado de la ciudad que consideraban desguarnecido. En la segunda dispuso sus naves de manera que con su fuego se encerrará a los navios ingleses dentro del campo de tiro largo y corto, los cuales de nuevo sorprendidos abandonaron la zona.


Ahora Vernon, envalentonado tras una acción de rapiña en la mal defendida ciudad de Portobelo (Pánama), vuelve con efectivos considerables y escribe a Lezo cartas desafiantes. Éste, como buen vasco, es tozudo y quisquilloso en cuestiones de honor:

''Hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera Usted insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía..."

Vernon despliega la flota bloqueando la entrada al puerto, y tras silenciar las baterías de "Chamba", "San Felipe" y "Santiago" desembarca tropas y artillería. Es tan impresionante el despliegue de barcos en el horizonte que algunos vecinos consideran la situación perdida y procuran ponerse a salvo. Vernon ordena un cañoneo incesante que durará 16 días y noches al castillo de San Luis de Bocachica con un promedio de "62 grandes disparos por hora". El castillo está defendido por 500 hombres al mando de Coronel Des Naux. Por su parte Lezo coloca cuatro de sus navíos, el Galicia, el San Felipe, el San Carlos y el Africa del lado interior de la bahía y en las proximidades del Castillo para apoyarlo con sus cañones. Aunque la defensa de Bocachica fue heroica con Lezo y Des Naux peleando en primera fila los defensores han de evacuarlo ante la abrumadora superioridad enemiga. Lezo hace barrenar e incendiar sus buques para obstruir el canal navegable de Bocachica, cosa que consigue parcialmente ya que el Galicia no coge fuego a tiempo. Sin embargo, se ha logrado retrasar el avance inglés de forma considerable y ello favorecerá el desarrollo de epidemias entre los asaltantes.

Los defensores optaron por replegarse totalmente a la Fortaleza de San Felipe de Barajas, motivo por el cual ni siquiera intentaron la resistencia en el Castillo de Bocagrande. Y muy contra la voluntad de Lezo, que trató de evitarlo hasta el fin pero se vió obligado por disciplina, se hundieron los dos únicos navíos que quedaban, el Dragón y el Conquistador, con el ilusorio objeto de impedir la navegación por el canal de Bocagrande. Pero al igual que en Bocachica, el sacrificio resultó en vano pues los ingleses remolcaron el casco de uno de ellos para restablecer el paso y desembarcaron en las islas de Manga y Gracia dejando a un lado el Fuerte de Manzanillo. Hecho lo cual, un regimiento de colonos norteamericanos al mando de Lawrence Washington tomaron la colina de la Popa próxima ya a San Felipe de Barajas y que había sido abandonada por los españoles.

Vernon entró entonces triunfante en la bahía con su buque Almirante con las banderas desplegadas y el estandarte de General en Jefe escoltado por dos fragatas y un paquebote, y dando la batalla por ganada despachó un correo a Jamaica e Inglaterra con tan fausta noticia. Tras ello ordena el desembarco masivo de artilleria y cañonear el Castillo de San Felipe desde mar y tierra con el fin de ablandar la resistencia final.
La defensa está formada por sólo 600 hombres bajo el mando de Lezo y Des Naux. Éste ya había resistido en Bocachica e iba a batirse de nuevo contra el empuje inglés hacia la fortaleza de San Felipe.

La defensa fue numantina y la batalla violenta. Al fin Vernon resuelve que la infantería tomará fácilmente la fortaleza pues se encuentra con daños considerables. La noche del 19 al 20 de abril se dan los hechos decisivos, los atacantes al mando del General Woork avanzan entre sombras en tres columnas de granaderos y varías compañías de soldados, además de los esclavos macheteros jamaicanos que van en vanguardía. Su progresión es lenta por el pesado equipo de guerra que transportan y por el fuego de fusilería desde las trincheras y lo alto de la fortaleza. El avance se frena ante las murallas ya que por imprevisión la longitud de las escalas para salvar el foso resultan cortas y los atacantes quedan aturdidos al no disponer de fajinas y materiales para facilitar la aproximación al fuerte. Los defensores arrecian en su fuego nutrido y certero desde lo alto, lo que origina una mortalidad espantosa.

Al alba un macabro espectáculo de muertos, mutilados y heridos vagando como espectros aparece alrededor de San Felipe haciendo evidente la hecatombe inglesa. La salida de los españoles que cargan a bayoneta calada provoca la huida desordenada de los asaltantes que pierden cientos de hombres y todos sus pertrechos.

El bombardeó inglés prosigue desde el mar 30 días más sin un objetivo claro, pero el cólera y el escorbuto comienzan a provocar decenas de muertos que flotan en la bahía lo que hace la situación desesperada.
Vernon, altivo y malgeniado, recrimina al parsimonioso General Wentworth, Jefe Supremo de las tropas de desembarco, por el ignominioso fracaso y las desavenencias llegan a un punto insostenible. Al fin el Alto Mando inglés ordena la retirada, lo que se realiza de forma lenta y sin cesar de cañonear la ciudad hasta que "no quedó ninguna vela inglesa". Los últimos veleros parten el 20 de Mayo, pero los ingleses han de incendiar cinco de ellos por falta de tripulación. En el regreso a Jamaica hunden otro y cada barco parece un hospital.

Mientras en Inglaterra se supone como cierta la victoria con arrogancia y orgullosa satisfacción. Aún se desconoce el infausto final y se acuñan medallas conmemorativas mostrando a Lezo arrodillado ante Vernon entregándole la espada con la inscripción "el orgullo español humillado por Vernon". En ellas el vencido aparece con dos piernas, dos ojos y dos brazos para obviar que es un hombre lisiado.
En el reverso había seis navios y un puerto, y alrededor la inscripción: quien tomo Portobelo con solo seis navíos, Noviembre de 1739.

Éstas medallas, de las que se conservan algunas todavía, fueron motivo de burla durante mucho tiempo por parte de los enemigos de Inglaterra, "debiendo ser en sus autores tanta mayor la vergüenza cuanto fue mayor su ligereza y arrogancia".

Semanas después Lezo malherido y extenuado por la batalla se hunde en las tinieblas del olvido. Sus últimos momentos se enmarcan dentro de la ingratitud y la amnesia de un camastro en algún hospital de Cartagena. Su cuerpo cercenado se deposita sin honores y se ignora donde esta enterrado.
Vernon, sabedor de la muerte de Lezo, rondó de nuevo Cartagena en 1742 con 56 navios, pero sus espías le informaron de la reparación de las defensas y de la presencia del Virrey Eslava en la ciudad por lo que no se decidió a atacar y partió a enfrentarse al juicio de la historia.
Murió en 1757 repudiado y olvidado por su pueblo, y el rey Jorge II prohibió toda publicación sobre el asalto a Cartagena que quedó así sepultado en la historia. Inglaterra no volvió a amenazar seriamente al Imperio español que subsistió un siglo más. España, en cambio, contribuyó añós más tarde al desmoronamiento de las colonias inglesas en Ámerica, hecho que también ha tratado de silenciarse: España en la Guerra de Independencia y Bernardo de Gálvez (1746-1786).
Poco después de ello los ingleses promoverían la figura de Nelson para elevar la moral y el patriotismo ante la amenaza napoleónica. El asalto a Cartagena de Indias pasó así a ser un anecdótico episodio de mala suerte debido a enfermedades tropicales mal conocidas. El propio Nelson fue en cierto modo víctima de esta conspiración de silencio. Poco después de afirmar que los Dons sabían hacer barcos pero no pelear tuvo que retirarse humillado y sin su brazo derecho tras el intento de captura de Tenerife (Julio de 1797), cosa que también daba por hecha, y entregar su vida en Trafalgar ante los Dons que pelearon de forma valiente bajo un inepto mando francés.

Y los españoles, por contra de los ingleses, somos tan miserables que nos avergonzamos de nuestras hazañas y hurtamos al saber popular figuras como la de Blas de Lezo y Olavarrieta, marino español y vasco de Pasajes (Guipuzcoa). Su legendaria vida, y anónima muerte, contribuyó a cambiar la historia en América y no desmerece frente al mejor guión de aventuras de Hollywood.

Dios mío. Aquello eran hombres de honor, con dos cojones, no como la panda de políticos que hoy día nos gobiernan...
 
La defensa de Cartagena de Indias fue uno de los últimos momentos de gloria y victoria del ejército español.

¡Cuán bajo hemos caído! Pero no hay imperio que dure para siempre y raza que no termine conociendo la desgracia y el olvido.
 
Jacques de Molay rebuznó:
Ummita rebuznó:
Jacques de Molay rebuznó:
Una curiosidad: En la Iliada, los caudillos griegos y troyanos iban en carros de guerra pero combatían a pie.

Ello se debe a que el carro de guerra ya no se usaba en el mundo griego en tiempos de Homero y cuando él escribió (o recopiló) la Iliada, ya no sabía cómo se combatía desde un carro.

Sabes detalles tan concretos de la Historia que me hacen sospechar que tienes una 'máquina del tiempo' y haces comprobaciones 'in situ'. ¡Dínos la verdad, Jacques!... :D

Ummita

Si has leído el cuento de Borges "el Inmortal" sabrás cómo sé lo que sé.

Algún día beberé del río cuyas aguas traen el descanso.

Pues no lo he leido. Tomo nota pues.

Ummita
 
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