Texas Hold´em
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- 19 May 2010
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Está bien, os daré detalles, os contaré la historia de como me deshonré como una rata miserable, deshonré el deber de un buen rapiñas y sobre todo, deshonré la máxima de una primera cita: no tienes nada que perder.
Los dos habíamos hablado de que la nueva de los wachowski podría ser interesante y acordamos que cuando quedáramos iríamos a ver ''El atlas de las nubes''. Quedamos en la L3 de Plaça Catalunya; estuve unos 10 minutos esperando a que llegara hasta que decidí echar a andar por el andén y en el otro extremo la encontré sentada en un banco y con la cabeza hundida en un libro. No era más que Zafón, pero más o menos era buena señal, me dije.
Fuimos a Diagonal Mar (centro comercial para los no-cacalohabitantes), cada uno se pagó su entrada, compramos dos menús de palomitas gigantes cada uno (teníamos una oferta de 2x1) y nos metimos a una sesión de casi 3 horas:
Comienza la cosa con normalidad, cada uno acomodado en su asiento. A mitad de la película, veo que comienza a recostarse sobre el posabrazos que da a mi asiento, pienso que quizás es casual. Nos pasamos unos 20 minutos prácticamente apoyando nuestros brazos mutuamente. A veces tengo la sensación, viendo de refilón, de que tiene la cabeza girada y me mira, entonces giro la cabeza y la miro: está con la cabeza semigirada, pero con los ojos mirando la película. No reacciona o no sabe que la miro.
Sigue la película, apoya la mano en su brazo y con los dedos me roza y acaricia el mío, pegado al suyo. Pienso que es casual la primera vez, también la segunda. Las 10 siguientes, ganando en intensidad y duración, no. Sin embargo, cuando giro la cabeza jamás coincido con ella, ni ella reacciona de ninguna manera.
Casi al final de la película, a ella se le escapan lagrimillas con alguna escena del final, yo me río de ella y le digo que es una llorona. Me dice que vaya a la mierda, pero me coge la mano y me acaricia los dedos. No tiene sentido, me digo al repetir la maniobra anterior con idénticos resultados. Dudo si agarrarle la cabeza, girársela y lanzarme a probar suerte, pero me parece demasiado atrevido, aunque quizás debería haberlo hecho desde el principio.
Salimos y deambulamos tomando algo y paseando durante varias horas, ella es un manojo de nervios, me cuenta su vida y no para quieta. No se vuelve a repetir ningún momento de cercanía, silencio o complicidad que me haga pensar en entrarle a matar. Al final vuelve a su pueblo en el ferrocarril, la acompaño hasta la entrada y se queda esperando antes de entrar porque ''le da palo subir las escaleras''. La tía, como siempre, a su bola, se queda 1 minuto apoyada en una columna a 2 metros de mi y ni me mira.
Me faltaron los cojones en todos esos momentos para ir, cogerla de la cintura y comerme la boca. Pero, por primera vez en mi vida, no los tuve Y NO SÉ POR QUÉ. No tenía nada que perder, probablemente nisiquiera vaya a haber una segunda cita porque ahora pensará que no me interesa, o que soy un mierda.
Me he deshonrado como participante de este foro y como hombre. Soy una rata cobarde y miserable que no reunió huevos para entrarle a saco ni siquiera a una jodida desconocida.
Muerte e injurias para mi.
Los dos habíamos hablado de que la nueva de los wachowski podría ser interesante y acordamos que cuando quedáramos iríamos a ver ''El atlas de las nubes''. Quedamos en la L3 de Plaça Catalunya; estuve unos 10 minutos esperando a que llegara hasta que decidí echar a andar por el andén y en el otro extremo la encontré sentada en un banco y con la cabeza hundida en un libro. No era más que Zafón, pero más o menos era buena señal, me dije.
Fuimos a Diagonal Mar (centro comercial para los no-cacalohabitantes), cada uno se pagó su entrada, compramos dos menús de palomitas gigantes cada uno (teníamos una oferta de 2x1) y nos metimos a una sesión de casi 3 horas:
Comienza la cosa con normalidad, cada uno acomodado en su asiento. A mitad de la película, veo que comienza a recostarse sobre el posabrazos que da a mi asiento, pienso que quizás es casual. Nos pasamos unos 20 minutos prácticamente apoyando nuestros brazos mutuamente. A veces tengo la sensación, viendo de refilón, de que tiene la cabeza girada y me mira, entonces giro la cabeza y la miro: está con la cabeza semigirada, pero con los ojos mirando la película. No reacciona o no sabe que la miro.
Sigue la película, apoya la mano en su brazo y con los dedos me roza y acaricia el mío, pegado al suyo. Pienso que es casual la primera vez, también la segunda. Las 10 siguientes, ganando en intensidad y duración, no. Sin embargo, cuando giro la cabeza jamás coincido con ella, ni ella reacciona de ninguna manera.
Casi al final de la película, a ella se le escapan lagrimillas con alguna escena del final, yo me río de ella y le digo que es una llorona. Me dice que vaya a la mierda, pero me coge la mano y me acaricia los dedos. No tiene sentido, me digo al repetir la maniobra anterior con idénticos resultados. Dudo si agarrarle la cabeza, girársela y lanzarme a probar suerte, pero me parece demasiado atrevido, aunque quizás debería haberlo hecho desde el principio.
Salimos y deambulamos tomando algo y paseando durante varias horas, ella es un manojo de nervios, me cuenta su vida y no para quieta. No se vuelve a repetir ningún momento de cercanía, silencio o complicidad que me haga pensar en entrarle a matar. Al final vuelve a su pueblo en el ferrocarril, la acompaño hasta la entrada y se queda esperando antes de entrar porque ''le da palo subir las escaleras''. La tía, como siempre, a su bola, se queda 1 minuto apoyada en una columna a 2 metros de mi y ni me mira.
Me faltaron los cojones en todos esos momentos para ir, cogerla de la cintura y comerme la boca. Pero, por primera vez en mi vida, no los tuve Y NO SÉ POR QUÉ. No tenía nada que perder, probablemente nisiquiera vaya a haber una segunda cita porque ahora pensará que no me interesa, o que soy un mierda.
Me he deshonrado como participante de este foro y como hombre. Soy una rata cobarde y miserable que no reunió huevos para entrarle a saco ni siquiera a una jodida desconocida.
Muerte e injurias para mi.