Me pregunto cuántos de estos padres están en contra de los deberes porque un día el niño les dice "Papá, ayúdame a hacer los deberes; a ver, ¿cómo se hace esta división?", y el padre dice "Pues mira, esto se hace así, coges el... bueno, no, el... el.... ¡Hay que joderse con los deberes que te mandan, ya podían no mandártelos, tantos deberes ni tanta polla!".
Yo la verdad es que no sé qué carga de deberes tienen los niños hoy día, ni qué les mandan, ni si lo que les mandan es realmente útil o simplemente gilipolleces sin fuste. Eso que nos lo explique Zurraspas, que nos ponga ejemplos de lo que le mandan a su hijo o cómo de útil y educativo es. Zurraspas o quien sea, porque me interesa saberlo para poder opinar.
Lo que sé es que estamos en una sociedad en la que todo está al revés, donde los padres están en contra de que el maestro tenga autoridad y a favor de que el que mande sea el niño, donde los padres están encima del niño y cediendo a sus caprichos, donde si el niño recibe una amonestación en la escuela los padres van a protestar en vez de decir lo de "algo habrás hecho", y lo que tenemos son niños absolutamente inválidos, que no saben hacer la o con un canuto ni nada por sí mismos, a padres acompañando a los hijos a hacer la matrícula de la universidad o directamente haciéndosela ellos mismos mientras el hijo está en la cama, porque claro, hay que "apoyarlos"; una sociedad donde a los niños se les evita toda clase de frustraciones, obligaciones o responsabilidades, no vayan a traumatizarse, y al final acaban siendo auténticos inútiles que encima se creen que tienen derecho a todo y nadie puede decirles nada. Menuda generación de anormales se está criando. Y ahora, con esta tontería, ¿qué es lo que ven los niños? Al profesor como un tío al que cualquiera le quita la autoridad, al profesor como un tío que para lo que está es para dar por culo y a quien no respeta ni dios y a los padres como unos proveedores de confort y comodidad que valen en tanto en cuanto les quitan responsabilidades. Padres y profesores enfrentados. Fantástico. Justo lo que cualquiera entiende como lo idóneo. ¿Qué va a pensar el niño que llega a clase con un papel firmado por el padre que dice "No me sale de los huevos que mi niño haga deberes"? Pues nada bueno, claro.