Pienso al hilo de lo comentado por
@el viejo dela montaña, lo gilipollas y manipulables que pueden ser las personas. Una zorra te echa cuatro polvos y ya está, te transforma en un asesino. ¿Y todo por nada, por una leve promesa de amor? ¿por sentirse un caballero andante que va librando damas de maridos opresores maltratadores? Joder, es que no se le nota a la tía el nivel de maldad o cómo.
Yo conociera una tipa y se me echa a llorar como una histérica contándome mierdas de su marido y la calo de primeras. Planes irreales, promesas de amor falso, si es que más imbécil no se puede ser.
Y lo peor de todo es que en Maje reconozco a mi ex, sus llantos desesperados y cómo se le transformaba la cara. El arrancarse la ropa y lanzarse literalmente abrazándote, mientras te restregaba el potorro insinuante, porque buscaba mi perdón tras una discusión que empalmaba varios días. Reconozco esa falsedad, ese victimismo de hija de la gran puta. Esa manera de mentirte en toda tu puta cara. Ese te amo más que a la niña. Ese eres mi padre y mi madre, mi familia. Esa ira descontrolada, ese cambio de buenas a primeras. Ese sexo guarrísimo de tía loca. Ese morbo, esa dominación de querer ser tu puta perra. Ese haz conmigo lo que quieras, para que minutos después, esté reprochándote cualquier mierda que se le pasa por la cabeza.
Esa es la Maje, y yo tengo un video con mi ex y su mascarilla en la misma pose de mosquita muerta que no ha roto nunca un plato y te mira con ojitos de enamorada y dulce chica, cuando sale de las mismas puertas del infierno.
El que la quiera, allá con las consecuencias.