Veis la cara de Antonio, pues así es la de Croqueta. Lo normal es que Antonio ahora estuviese casado con una pijilla tipo Maje, pero sin ser malvada, con su pisito con piscina comunitaria, su wv t-roc, y su primer hijo de nombre Tadeo o Jimena si fuese niña. Un poco como la vida de Croqueta, ya sabéis, vidas anodinas sin aristas ni estridencias. Son personas que tienen sus vidas programas y de ahí no se pueden salir. Pero a este muchacho le salió la carabonita asesina y ya está, pero él luchaba por ese ideal de buen trabajo, mujer con tipín y con trabajo, su piso de obra nueva, su coche de gama media-alta, sus vacaciones de verano, su viaje anual por Europa o cada 5 años a otro continente, su hijo o como mucho 2, su cole privado para los peques; y poco más, es que no hay más donde rascar.