El Cabezas
Ed Wood wannabe
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- 23 Ago 2006
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Sí, hamijos todos, ésa es mi parafilia desde hace ya mucho tiempo. Y me atrevo a abrir hilo para contarla y para que todos cuenten la suya porque quiero contribuir a la apertura de hilos y que así el foro marche mucho mejor y todos estemos más a gusto. Y perdónenme pero me da mucha, muchísima pereza ilustrar el hilo.
Con los años siempre he ido cambiando. Lo que hoy me gusta a lo mejor mañana lo desecho o al revés. Hay temporadas que me da por comer sobrasada, por fumarme un Gitanes mientras me hago la paja de después de comer, por vestirme de otra manera, por afeitarme antes o después de la ducha o por desayunar en el mismo sitio hasta que me jarte, qué sé yo, voy picoteando de lo que me apetece.
En el sexo me pasa lo mismo. Hubo un tiempo en que la felación era lo que más burraco me ponía y ahora me la pela, no lo necesito, si follo y no me la comen hasta mejor porque me dedico a otras cosas. Antes tenía que follar en todas las posturas y ahora con la del misionero puedo estar enterrando el hueso eones ya que últimamente me gusta observar lo que horado, me excita más.
Pero lo que siempre me ha puesto más palote del mundo y que siempre he necesitado y que ha sido vital para mí a la hora de ayuntar es MORREAR. Y desde hace tiempo he llegado más lejos y lo que realmente me hace ver a LOL Padre cuando estoy con una hembra es la saliva, las babas, los escupitajos. Siempre saliva, nunca moco. Me gusta que me escupan en los morros, en la boca, en la cara para luego seguir morreando y juntar todas las babas y restregarlas por la cara y echarnos los alientos y los jadeos mientras no paramos de comernos las bocas. Eso es lo que me gusta y por fin lo he encontrado.
Los pormenores no importan, la cuestión es que la jaca ya me ha escupido en varias ocasiones. Y como la boca se le va secando de tanto morreo y tanto jadeo y tanto escupir pues le voy dando tragos de agua. Y eso le da para seis o siete buenos escupitajos que me ponen la cara tibia. Y ahí es donde nos restregamos bien y nos vamos pasando escupitajos mientras la voy enterrando el hueso y lamo y chupo sus bellísimas manos atadas con el cinturón de su albornoz.
Eso, las manos y los tobillos. Miren que yo he toreao en plazas malísimas pero...últimamente no puedo estar con una tía que no tenga los tobillos finos y las manos bellas, con dedos finos y largos, uñas normales, ni cortas ni largas y sin pintar, nudillos marcados, como envasado al vacío todo.
Y su parafilia, amigos, ¿Cuál es? La mía, entre otras claro está, ya ven, mucha saliva y mucho chupar y lamer y jadearse mutuamente.
Que LOL les ilumine siempre.
Con los años siempre he ido cambiando. Lo que hoy me gusta a lo mejor mañana lo desecho o al revés. Hay temporadas que me da por comer sobrasada, por fumarme un Gitanes mientras me hago la paja de después de comer, por vestirme de otra manera, por afeitarme antes o después de la ducha o por desayunar en el mismo sitio hasta que me jarte, qué sé yo, voy picoteando de lo que me apetece.
En el sexo me pasa lo mismo. Hubo un tiempo en que la felación era lo que más burraco me ponía y ahora me la pela, no lo necesito, si follo y no me la comen hasta mejor porque me dedico a otras cosas. Antes tenía que follar en todas las posturas y ahora con la del misionero puedo estar enterrando el hueso eones ya que últimamente me gusta observar lo que horado, me excita más.
Pero lo que siempre me ha puesto más palote del mundo y que siempre he necesitado y que ha sido vital para mí a la hora de ayuntar es MORREAR. Y desde hace tiempo he llegado más lejos y lo que realmente me hace ver a LOL Padre cuando estoy con una hembra es la saliva, las babas, los escupitajos. Siempre saliva, nunca moco. Me gusta que me escupan en los morros, en la boca, en la cara para luego seguir morreando y juntar todas las babas y restregarlas por la cara y echarnos los alientos y los jadeos mientras no paramos de comernos las bocas. Eso es lo que me gusta y por fin lo he encontrado.
Los pormenores no importan, la cuestión es que la jaca ya me ha escupido en varias ocasiones. Y como la boca se le va secando de tanto morreo y tanto jadeo y tanto escupir pues le voy dando tragos de agua. Y eso le da para seis o siete buenos escupitajos que me ponen la cara tibia. Y ahí es donde nos restregamos bien y nos vamos pasando escupitajos mientras la voy enterrando el hueso y lamo y chupo sus bellísimas manos atadas con el cinturón de su albornoz.
Eso, las manos y los tobillos. Miren que yo he toreao en plazas malísimas pero...últimamente no puedo estar con una tía que no tenga los tobillos finos y las manos bellas, con dedos finos y largos, uñas normales, ni cortas ni largas y sin pintar, nudillos marcados, como envasado al vacío todo.
Y su parafilia, amigos, ¿Cuál es? La mía, entre otras claro está, ya ven, mucha saliva y mucho chupar y lamer y jadearse mutuamente.
Que LOL les ilumine siempre.