OLIVER CROMWELL Y MAXIMILIEN ROBESPIERRE

Frente Negro

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16 Mar 2004
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Al hilo del post, dedicado a comparar las figuras de Alejandro Magno e Hitler; opino que otras dos figuras comparables son las de Oliver Cromwell y Maximilien Robespierre.

Ambos derrocaron las monarquías de sus repectivos países e implantaron la República. En el primer caso, de forma efimera...

Se ha dicho que Oliver Cromwell fue un adelantado a su tiempo y que los ingleses no estaban preparados para tal cambio, en cambio, al parecer Robespierre, llegó a la "historia", en le momento justo...

Aquí os dejo dos breves biografias, de estas figuras históricas, que tengo a mano en formato word.


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OLIVER CROMWELL

(Huntingdon, actual Reino Unido, 25 de abril de 1599 -Londres, 3 de septiembre de 1658) Político inglés.

Educado en un ambiente protestante puritano y hondamente anticatólico, que confirió a su actuación política un sentido místico y providencialista, en 1628 fue elegido miembro de la Cámara de los Comunes, disuelta al año siguiente por el rey Carlos I. Entre 1629 y 1640, el monarca inglés gobernó sin el Parlamento, impuso una política absolutista y aumentó los privilegios y las prerrogativas de la aristocracia en perjuicio de los intereses de la naciente burguesía.

En 1640, no obstante, el rey se vio obligado a reinstaurar el Parlamento, en el que Cromwell, como representante de Cambridge, destacó por su defensa del puritanismo, su oposición al episcopalismo de la Iglesia de In glaterra y sus ataques a la arbitrariedad real. Al poco tiempo, el soberano, acusado de ineptitud a raíz de la sublevación católica de Irlanda, intentó encarcelar a los principales miembros de la oposición, lo cual provocó la insubordinación del Parlamento y obligó a Carlos a huir al oeste de Inglaterra para unirse a sus partidarios. Tras ello, en 1642 estalló una cruenta guerra civil, que enfrentó a los realistas (Iglesia Anglicana, ciertos sectores de la burguesía y buena parte de la gentry, la aristocracia inglesa) con los partidarios del Parlamento (los pequeños propietarios agrícolas, la burguesía, el pueblo llano y los puritanos). En ese momento, Cromwell, hombre práctico y dotado de gran talento militar, organizó un ejército revolucionario, el New Model Army, y, tras sufrir algunos reveses, consiguió por último vencer a las tropas realistas en Marston Moore (1644) y Naseby (1645).

Un año más tarde, la captura de Carlos I suscitaba un serio conflicto entre el Parlamento, favorable a la restitución del monarca en el trono controlando su poder, y el ejército puritano, decidido a librarse del rey y controlar la Cámara de los Comunes. Aprovechando el intento de huida de Carlos (1647) y tras haber depurado el Parlamento (1648), Cromwell hizo juzgar y ejecutar al soberano (30 de enero de 1649), suprimió la monarquía y la Cámara de los Lores y proclamó la República o Commonwealth (mayo de 1649).

Durante los años siguientes, realizó dos campañas para someter a los católicos irlandeses (1649-1650) y en las batallas de Dunbar y Worcester (1650-1651) aplastó a los realistas escoceses, que habían proclamado rey a Carlos II, primogénito del soberano ajusticiado. La Cámara de los Comunes trató esforzadamente de controlar al ejército, pero todo fue en vano: en 1653, Cromwell la disolvió, cedió el poder legislativo a 139 personas de su confianza y tomó el título de lord protector de Inglaterra, Escocia e Irlanda, con poderes más amplios que aquellos de que había gozado el monarca.

Durante su mandato reorganizó la hacienda pública, fomentó la liberalización del comercio, a fin de asegurar la prosperidad de la burguesía mercantil, promulgó el Acta de Navegación (1651), a través de la cual impuso a los Países Bajos la supremacía marítima inglesa, derrotó a las Provincias Unidas (1654), arrebató Jamaica a España (1655), persiguió a los católicos y situó a Inglaterra a la cabeza de los países protestantes europeos.

A su muerte (3 de septiembre de 1658), sin embargo, la República se vio inmersa en un período de caos, que acabó con la restauración de la monarquía en la persona de Carlos II por parte del Parlamento (1660). A pesar de su prudencia, el nuevo monarca no dudó en ordenar la exhumación del cadáver del hombre que había firmado la sentencia de muerte de su padre, para cortarle la cabeza y exponerla en la torre de Londres.

En el siglo XIX, el historiador Thomas Carlyle ayudó a mejorar la imagen de Cromwell, gracias a su libro "Sobre los héroes".

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MAXIMILIEN ROBESPIERRE

Maximilien François Marie Isidore de Robespierre (Arrás; 6 de mayo de 1758 - París; 28 de julio de 1794), político francés (apodado El Incorruptible por su dedicación a la Revolución y por su pasión por la virtud) que fue uno de los más importantes líderes de la Revolución Francesa. Fue uno de los miembros más influyentes del Comité de la Seguridad Pública, que gobernó de facto durante el periodo en el que los revolucionarios consolidaron su poder, etapa comúnmente denominada como El Terror. Robespierre fue guillotinado el 10 de Termidor.

Infancia y juventud

Robespierre nació el 6 de mayo de 1758 en Arrás, hijo de François de Robespierre, abogado, y de Jacqueline-Marguerite Carraut, hija de un cervecero de Arrás; fue el mayor de cinco hermanos. El último de estos hermanos falleció al nacer y provocó la muerte de la madre poco después. Tras la muerte de su esposa, el padre abandonó a los hijos y se dedicó a vagar por el mundo, quedando aquellos a cargo de su abuelo y de sus tías. Robespierre, por edad, también tuvo que cuidar a sus hermanos.

Maximilien fue enviado al colegio de Arrás. En 1770, ganó la codiciada beca para entrar en el liceo Louis le Grand, en París. Allí iniciaría su admiración por la república Romana y la retórica de Cicerón, Catón y otros clásicos. Entre sus compañeros se encontraban Camille Desmoulins y Stanislas Fréron.

Completó sus estudios de Leyes con distinciones y fue admitido como abogado en 1771 en el tribunal de Arrás. Su vida en Arrás sería tranquila, dedicándose a actividades literarias que le llevarían a ingresar en la Academia de Arrás en 1773 y a recibir al año siguiente un premio de la Academia de Metz por una composición en que respondía a la pregunta de ¿Deben los crímenes de los padres perjudicar a sus hijos?. Sus siguientes ensayos no tendrían tanto éxito, pero compensaría esos fracasos con su popularidad en la sociedad literaria y musical de Arrás, conocida como "Rosati", de la cual Lazare Carnot también era miembro.

Inicios en la política

Robespierre decidió presentarse a las elecciones a los Estados Generales de abril de 1789, haciéndose conocido en su localidad por su panfleto Adresse à la nation artésienne. Si bien los principales oligarcas de la provincia se presentaron para la elección, el 26 de abril Robespierre fue electo como el quinto diputado del Tercer Estado.

Al reunirse los estados generales en Versalles el 5 de mayo de 1789, la pasión de Robespierre ya empezó a ser evidente. Mirabeau dijo de él: “Este joven hombre cree en lo que dice, va a llegar lejos”. Ferviente partidario de las ideas de Rousseau, ya le empezaba a dar forma propia en sus discursos en la asamblea, que eran tachados de extremistas por la mayoría.

Gran orador en la Asamblea Constituyente (se le registran unos 150 discursos hasta 1791), se fue perfilando como uno de los líderes del pequeño grupo de extrema izquierda denominado despectivamente por Mirabeau las “treinta voces”.

Desde la época de los Estados Generales, Robespierre había participado en el club de “los amigos de la constitución”, que al trasladar su recinto al edificio de los monjes jacobinos serían reconocidos como “los jacobinos”. Codeado de personas de su mismo origen y clase social, y al volverse cada vez más un club muy restringido, Robespierre fue ganando terreno hasta convertirse en el líder absoluto del movimiento en el verano de 1792.

La fuga del rey a Varennes arruinó las posibilidades de una monarquía constitucional viable. Si bien Robespierre guardó cautela, miles de manifestantes decidieron pedir la abdicación del rey en el Campo de Marte el 17 de julio de 1791, recibiendo como respuesta las balas del batallón al mando de La Fáyette. Los líderes de izquierda temieron por la reacción, Marat pasó a la clandestinidad, Danton a Inglaterra, pero Robespierre se mantuvo en París, limitándose a cambiarse a la residencia de Maurice Duplay, un ebanista que residía en Rue Saint-Honoré y simpatizante jacobino, reforzando su posición al mantenerse en París y con su club durante esta grave situación.

El 30 de septiembre, en la disolución de la asamblea constituyente, la gente de París coronó a Pétion y a Robespierre, como dos patriotas “Incorruptibles”.

El terror

Denuncia la guerra de Francia contra Austria (1792), por considerarla imprudente y creer que servía a los intereses de Luis XVI. Su papel empieza a ser fundamental. Forma parte de la Convención Nacional, que se elige por sufragio universal, y en la que se sienta entre los Montañeses. El apoyo de los revolucionarios de París (los sans-culottes) llevó a Robespierre al poder: primero como miembro de la Comuna revolucionaria que ostentaba el poder local; luego como representante de la ciudad en la Convención nacional que asumió todos los poderes, y en la que Robespierre apareció como portavoz del partido radical de la Montaña (junto con Danton y Marat). En este momento es cuando Robespierre pasa a ser republicano. Luchó firmemente contra los Girondinos, contrarios a la ejecución de Luis XVI y contribuye a su aniquilación política tras la traición de Charles-François Dumouriez (2 de junio de 1793). Entra en el Comité de Salvación Pública el 9 de Termidor del año I (27 de julio de 1793), y se convierte en el alma de la "dictadura jacobina" que impone un régimen de terror, medidas excepcionales que se consideran indispensables para salvaguardar la República de las graves amenazas tanto internas (revueltas en la región de Vendée) como externas e instaura un régimen basado a la vez en la virtud y en el Terror, según sus propios términos. Para él, sus enemigos eran enemigos de Francia y, con eso, justificaba el terror y el exterminio de sus adversarios. Estaba convencido de su misión provindencial y ”se creía tan puro, que no se privaba de ningún crimen“. Tras la eliminación de los ultrarrevolucionarios (seguidores de Hébert) (24 de marzo de 1794) tildados de "demagogos", y luego de los "Indulgentes" agrupados entorno a Danton y Desmoulins (5 de abril de 1794), Maximiliano Robespierre trató de imponer su ideal de república democrática y virtuosa, constituida por pequeños propietarios libres e iguales en derechos, coronándola espiritualmente con la institución del Culto al Ser Supremo. Participó en la elaboración de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano así como a la primera constitución francesa en 1791. Se le llamó el Incorruptible, tanto por sus convicciones como por su modo de vida austero. Robespierre era impecable en el lenguaje, modales y atavíos. Se lo ha llamado desde sectores de derecha, "el primer dictador moderno".

Al estar enfermo con frecuencia (depresivo) y ausente de las reuniones del comité, da miedo a sus compañeros, tanto a los más partidarios del terror de entre los integrantes de la Convención (Fouché, Barras) como a los diputados del Marais, tras la instauración del Gran Terror (ley de Pradial, año II]] - 10 de junio de 1794), que se consideraba innecesario tras las victorias militares (Fleurus, 26 de junio de 1794). Detenido por los reaccionarios el 9 Termidor del año II (27 de julio de 1794) se le dispara en el arresto y se le ejecuta al día siguiente, sin proceso, al igual que 21 de sus partidarios (Saint-Just y Couthon). Se colocaron las 22 cabezas en un baúl de madera, y los cuerpos unidos en una carreta que se dirigió al cementerio de Errancis. Echaron cuerpos y cabezas en una fosa común y cubrieron todo con cal viva para que el cuerpo del "tirano" (Maximilano Robespierre) no dejara rastro alguno. Se le enterró en el cementerio de Errancis. Su caída acabó con el Terror y a la vez con el impulso democrático de la República.

A su caída, aquellos que habían organizado el Terror y se habían aprovechado apropiándose de los bienes de los nobles y banqueros ejecutados cargaron todas sus fechorías sobre Robespierre, llegando incluso a falsificar documentos históricos.

La sexualidad de este misterioso personaje es un auténtico enigma. Enfermizo (su médico lo visitaba todos los días), no se le relaciona con mujer alguna. De 1791 hasta su muerte, vivió en casa de un pequeño burgués de la Rue Saint-Honoré, el ebanista Duplay, que trató de casarlo con una de sus hijas. Tras su muerte, todos los Duplay fueron a la cárcel, algunos durante muchos años. Eléonore Duplay no se casó y vivió el resto de su vida añorando a su gran hombre.

En 1840, partidarios de Robespierre excavaron el cementerio de Errancis, que llevaba treinta años cerrado, y no descubrieron nada.

Maximilano Robespierre sufrió dos intentos de asesinato:

El primero lo perpetró el realista Henri Admirat el 22 de junio de 1794. Henri Admirat persiguió a Maximilano Robespierre y, por una serie de casualidades, no logró encontrarlo y disparó dos veces a Jean-Marie Collot d'Herbois, un miembro de la Convención del que se decía que había llevado el asesinato al nivel de una de las bellas artes. Fue detenido y ejecutado en compañía de un grupo de personas a las que no conocía y a las que se acusó de conspirar con él.

El otro intento fue el de Cécile Renault el 23 de mayo de 1794. Inspirada por el ejemplo de Carlota Corday, dejó su domicilio con dos cuchillos escondidos en el fondo de una cesta, y fue a casa de los Duplay. Al sospechar de ella Eléonore Duplay, no la dejó entrar y llamó a la guardia. Llevada ante el Comité de Salvación Pública, Cécile Renault negó haber intentado matar a Robespierre. A pesar de todo fue condenada a muerte y ejecutada el 17 de junio.
 
Según esa breve biografía, la República para Cromwell era el arma para beneficiar a la burguesía.
Salir de la sartén y caer al fuego.


Por cierto...

Frente Negro rebuznó:
tomó el título de lord protector de aylaperra

:lol: :lol:

Si pones i.nglaterra sale aylaperra.
 
A Robespierre se le terminó yendo la olla.
Y terminó de la única manera posible.

Aunque sin Terror a saber si hubiera sido posible el Imperio.
 
Dvorak rebuznó:
Efectivamente, eso es lo que nos ha llegado a nosotros...

De todas formas, estaba(n) haciendo/cambiando la historia, estaban transformando radicalmente la sociedad y la nación francesa, y eso bien vale la cabeza de 1000 inútiles parásitos, léase miembros de la aristocracia, más algún disidente y moderado retardatario.

El Terror, pudo ser una salvajada, pero ¿quien puede pensar, creer o hacernos creer, que se le da un vuelco a la historia con manitas blancas y mamarrachadas de por el estilo?

Ojala, en España, se hubiera acabado con la institución monárquica --gloriosamente fenecida la llamo José Antonio Primo de Rivera--, la gran influencia del Judea-cristianismo, y se hubiera hecho la gran revolución impulsada por los burgueses, para edificar un robusto estado, jacobino y socialista.

Un saludo.

Pues yo prefiero otra revolución, una que instaurara la verdadera aristocracia.

Mientras tanto me conformo con un despotismo ilustrado.

El vulgo profano no merece otra cosa que ser pisoteado.
 
Dvorak rebuznó:
No era la mismo la burguesia de esos siglos que la actual.

Y ojalá, hubiésemos tenido en España, un M. Robespierre, que hubiera puesto el pezcueso de más de uno a buen recaudo...

Aquí la Vandea dura 75 años...

Y Robespierre mola mucho en sus discursos. Aunque menos que Saint-Just.

Lo divertido de Robespierre, y lo que enlaza con Cromnwell, es su puritanismo político (justicia inflexible: el terror como respuesta a la corrupción), que lo llevó a ser un asesino en masa.

Es decir, la represión en masa se hacía buscando la virtud, no como en una tiranía socialista.

Por supuesto, los torturadores (que eran el verdadero poder de la República) lo descabezan en Termidor, consagrándose la corrupción y con ello el fin del terror.

Fouché, Barrás, etc.
 
Lo divertido de Robespierre (...) es su puritanismo político (justicia inflexible: el terror como respuesta a la corrupción), que lo llevó a ser un asesino en masa.

Admirable, una de mis personajes históricos preferidos.
 
Robespierre

No soy ni sere jamas monarquico pero cualquier cosa antes que caer en el gobierno de las masas y de los puritanos.......Si hay que sufrir una tirania que sea la tirania de un caballero educado para ella desde la infancia; es preferible perecer de un rapido golpe de florin que a machetazos......


La revolucion francesa fue la revolucion de los mediocres contra la civilizacion, dicha revolucion como bien escribio Carlyle solo fue posible por la debilidad de la clase dirigente francesa que en vez de hacerle frente se escondio; la masa siempre odia la cultura y quiere destruirla. Con una simple descarga de fusileria a tiempo se hubiese impedido que toda la ponzoña se alzase con el poder - quien no vivio antes de 1791 no sabe lo que es la dulzura del vivir........

A pesar del cariño que Carlyle le tenia a Cromwell no puedo dejar de pensar que Cromwell no era mas que un campesino resentido con ciertos delirios religiosos; por suerte con la restauracion de Carlos II comenzo un autentico renacer artistico y cultural en inglaterra que permitio olvidar el aburrimiento de los puritanos.
 
Me ha dado la impresión de que el forero de arriba defiende que se daba más peso a la cultura en el despotismo ilustrado monárquico pre-revolución francesa que en el gobierno republicano posterior. ¡Que cosas!

Es cierto que en la revolución francesa, como en tantas otras, había un preocupante número de gañanes, incluso entre los dirigentes, pero de ahi a afirmar que los endogámicos parásitos de la corte del Rey Sol eran la flor y nata de la cultura y el refinamiento ilustrado dista un mundo. La revolución francesa dió lugar a un desarrollo de la teoría social y un acercamiento de la cultura y las artes al pueblo nunca antes conocido, y fué el primer aviso a los parásitos "de sangre azul" del destino que espera al estúpido que cree que puede ignorar las iras del pueblo ultrajado.
 
Cromwell y Robespierre

Pornosawa rebuznó:
Es decir, la represión en masa se hacía buscando la virtud, no como en una tiranía socialista.

No hay nada más virtuoso que una dictadura de corte comunistoide. Mao, Stalin o Pol Pot también buscaban la virtud, y a todo el que no fuese tan virtuoso como ellos se lo llevaban por delante.
 
La Revuelta del inferior

Robespierre demostro perfectamente su odio por la cultura y el conocimiento cuando mando ejecutar al quimico Lavoisier diciendo al hacerlo "ejecutadle la ciencia es por naturaleza aristocratica, la republica no necesita sabios".

La "gloriosa" revolucion de cromwell, la revolucion francesa, las comunas de 1848 las de 1871 o la revolucion rusa en el fondo no son mas que representaciones y rebeliones del inferior contra la civilizacion.

En toda civilizacion siempre hay una masa que es conciente de su propia inferioridad y por ello no deja de clamar por la "igualdad"; sabiendo que cuanto mas avanzada es una civilizacion mas inferiores son ellos no dejaran de clamar por un "retorno a la naturaleza" al estilo de Rousseau y este retorno suele ser una revolucion sangrienta en la cual intentan eliminar a sus superiores.


Termino esto dando la razon a Maria Antonieta "si el pueblo no tiene pan que coma croissant".
 
Re: Cromwell y Robespierre

nebun rebuznó:
Pornosawa rebuznó:
Es decir, la represión en masa se hacía buscando la virtud, no como en una tiranía socialista.

No hay nada más virtuoso que una dictadura de corte comunistoide. Mao, Stalin o Pol Pot también buscaban la virtud, y a todo el que no fuese tan virtuoso como ellos se lo llevaban por delante.

No. Eran tiranos, especialmente Stalin, con el único objeto de prevalecer. Dudo que fueran idealistas. Quizás Mao. Aunque no lo creo.

Lo interesante es que Robespierre no era ateo, sino un convencido deísta. Veía en el ateísmo una costumbre aristocrática, propia del libertinaje del XVIII (¿Orleans?)

Todos los tiranos que en el mundo han sido siguen una teleología de la virtud. Es el gobierno popular de Savonarola en versión laica.
 
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