Bueno, físicamente quizá no, pero económicamente por lo que cuentan ya le ha jodido la vida a un familiar, y nunca he oído que durante todos estos años de crisis le haya echado una mano absolutamente a nadie, familiar o no, cosa que mucha gente que ha tenido la suerte de currar ha echado una mano, yo mismo he prestado dinero casi a fondo perdido a más de uno.
Parece un tío muy noble e inocentón, que no se mete con nadie y demás, que va a su rollo, y hasta ahí nada que objetar.
Pero el problema viene, como el comprensivo forero de arriba ha mencionado, cuando va restregando que vive del cuento y además defraudando a la seguridad social, que hay gente que con un dedo roto que apenas lleva dos semanas curándosele se tiene que incorporar mañana a trabajar, como le pasa a un compañero de trabajo mío, y entonces pues eso, que jode.
Y jode aun más cuando encima tira ese dinero por la alcantarilla, porque es así: regalos para putas (como si las putas no fuesen de las que tienen unos de los beneficios más altos de los que curran) y viajes y componentes de alta fidelidad y su puta madre. Que nada que objetar si fuese con el dinero ganado con su esfuerzo, el problema es que lo está haciendo
con nuestro dinero.
Que un millón de veces peor es el caso de políticos, funcionarios y empresarios corruptos, de ladrones activos y pasivos y de estafadores varios, eso no lo discuto, pero una cosa no justifica la otra.
No sé los demás, en mi caso como ya he mencionado, aunque he estado jodido muchas veces, tanto a nivel económico como laboral como familiar, ahora mismo me gusta el trabajo que hago y gano bien, así que envidia poca.
Pero igualmente, llegue ayer por la mañana al piso y esta noche vuelvo a dormir al camión, y mañana a las cinco de la mañana ya empieza mi nueva jornada de unos quince días por ahí tirado. Y aunque no me quejo, no me sale de los huevos ver como hay por ahí un vividor como Cachondo que se queda esta noche en su casita tras volver de follar del puticlub porque sencillamente unos inútiles han dictaminado que no es apto para trabajar.
Que está fatal de lo suyo, pues si, a la vista está, pero si lo pensáis bien, lo único que hace el hijoputa este es quejarse y lamentarse amargamente de su mala suerte (encima) porque no le sale bien lo de tener a una veinteañera cañón que se la chupe cada día. Como si el resto (ILG aparte
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) sí tuvieramos acceso a dicha veinteañera. Hay que joderse.
En definitiva, yo no me lo cargaría por vivir del cuento, porque a fin de cuentas muchos hay así, pero sí que, si estuviera en mi mano, haría que lo rehabilitasen laboralmente, que pida el traslado a otro sitio si está mal en su anterior destino y punto, pero que trabaje.
Y digo más, le haría devolver descontándole un porcentáje de la nómina cada euro que ha recibido del estado, más una cuantiosa multa por defraudar a la seguridad social, como han pagado otros.
Y lástima ninguna. Lástima me da un amiguete que se suicidó porque la mujer le destrozó la vida y no le quedó otra que pegarse un tiro con una escopeta de caza. Lástima me da una familia que no pudo darle de desayunar a su hija durante más de un año. Lástima me da mi compañero de curro que con el dedo roto mañana tiene que volver a trabajar con un serio riesgo de volver a fracturarse y que se le ponga aun peor. Lástima me dan los que están desesperados por encontrar un trabajo y no encuentran nada porque el mercado laboral no les da una puta oportunidad.
Pero Cachondo no me da lástima. Cachondo me dan ganas, sencillamente, de denunciarlo para que le quiten la paga y tenga que ganarse el pan, como cualquiera de nosotros, que ya ves tú, no quiero otro mal para él que el que tengo yo y tenemos todos: ganarse el pan con su propio esfuerzo. Que además, siendo funcionario de correos, poco trabajará y buen sueldo ganará. Así que lo dicho: pena, ninguna.