Me he leído las últimas páginas y viendo lo atorada que está la discusión, creo que urge separar dos cosas, que a veces puede parecer que son la misma, pero son independientes, y explica el asco y la adoración de mucha gente:-Tarantino director: En la década de los 90' irrumpe en la escena independiente americana una especie de Borges cineasta; un erudito en la materia a niveles enfermizos, que utiliza su erudición para hacer una especie de metacine. Conoce la técnica narrativa y sus posibilidades de forma tan íntima, que donde otros directores se conforman con dar solidez a sus historias y dar con las teclas adecuadas para que funcionen en base a cánones más o menos clásicos, Tarantino juega y experimenta como un niño prodigio aburrido. Giro de tuerca y el más difícil todavía.El éxito le llega temprano. Y no sólo el éxito de público y crítica. Lejos de discutir su originalidad o no, está claro que comienza a ser influencia, tendencia, moda. Retazos de su "estilo" son emulados de forma más o menos evidente en películas posteriores. Una copia con gracia puede estar bien, la copia de una copia, no.-El Tarantineo: En las puertas de los cines hemos asistido perplejos cómo canis, paletos, funcionarios y demás clases de analfabetos asisten en masa a la última película de Tarantino ¿Cómo hemos llegado a eso? ¿En qué momento el público casual va al cine buscando el nombre de un director? Bien. En mi opinión, la bola de la moda tarantiniana ha ido cayendo ladera abajo arrastrando todo tipo de mierda y se ha hecho muy grande; tanto que ha llegado a afectar al propio Tarantino y lo ha convertido en un esperpento y un bufón. Sus últimas películas son el callejón sin salida en el que se ha metido él solo, huyendo del efecto que él mismo iba creando. El caso es que sus últimas películas (las que más éxito han tenido en cuanto a público y lo han confirmado como un fenómeno de la cultura popular) son las más grotescas; muy bien elaboradas y demostrando su alto manejo del audiovisual, pero grotescas como producto. Porque de parte del lado comercial, conciliador y universal, pretende ser una obra ácida, crítica y transgresora, y lo que acaba siendo es un mal chiste sobre la violencia. Todos los apuntes de buen gusto que pudiera haber en sus primeras películas han tornado (siendo lo mismo) en horribles tumores. Visto en su filmografía puede parecer una decadencia sutil, pero es una decadencia contundente y no creo que levante cabeza jamás.A mi Tarantino como ser humano no me cae especialmente mal, sí reconozco el tarantineo como un exponente perfecto de decadencia occidental, y es a donde entiendo que van las iras de sus detractores. Vaya, que tampoco fue un genio, más bien otro niño prodigio malogrado que murió de éxito.