Voy a contar una historia a lo Benito, que viene al tema del hilo más o menos, estaba yo de vacaciones en Badajoz de donde soy originario, en un bar con mi padre y entraron a hacer una rifa de un cerdo pequeño, tamaño del de la película "Babe: El cerdito valiente", la rifa consistía en comprar cartas de una baraja española a 1€ cada una y luego de una segunda baraja, sacar una carta random y mirar quien llevaba la carta ganadora, me dijo mi padre, escoge una a ver si hay suerte... y vaya si la hubo, como la cena de navidad estaba próxima ya teníamos un nuevo plato para el menú, cochinillo al horno, lo llevemos a casa de un amigo suyo que tenía un caballo, galgos, etc... para dejarlo allí una semana para que engordase un poco, pasada la semana fuimos a recogerlo para matarlo en casa de mi abuela, estaba bastante más grande el cabrón, lo subimos al coche y lo llevaba yo cogido en brazos, como si de un niño se tratase, en el asiento del copiloto, fue tranquilo todo el viaje, pero a pocos metros de llegar a casa de mi abuela, el cerdo se puso a gritar y patalear: gñeeeeeeeeeeeeeee, gñeeeeeeeeeeeeeeeeee!, era listo, se olia la muerte

, pues nah, lo subimos, lo puso mi padre en el fregadero y dijo: cógelo de las patas así tumbado, lo hice y le clavo un cuchillo en el cuello sin mucha pericia, estuvo el cerdo desangrándose y respirando cada vez más lento hasta que se murió, lo menos 5 minutos, ya le valdría haberse muerto en una granja de esas de los documentales del youtube, moraleja de la historia... no me gusto el cochinillo, la carne demasiado blanda, pese a estar crujiente el pellejo.