Ataques de ira

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Un día mi madre se pasó.
Ese día pasó algo. Vino hacia mí haciendo muchos aspavientos, ¡ha perdido la cabeza! decía de mí, la muy.... Decía que yo había perdido la cabeza, y hacía muchos aspavientos, muchos. Decía un montón de cosas acusadoras. Nunca hubo una relación de amor, me tenía harta, y cuando se me acercó vociferando y levantando la mano, la empujé. No la zurré, sólo la aparté de mí, la empujé. Y se cayó al suelo y se retorcía como un futbolista cuentista.
Y la miré, sentí mucha rabia, y mucha pena, y soledad y desesperación, y pegué la vuelta, en plan pimpinela.
Y ahí estaban mi padre y mi hermana. Sin saber muy bien qué hacer. Esa mujer es una jodienda diaria, pensé que iban a venderme por no sufrirla, estaba preparada, pero no. Me sacaron de ahí, nunca me atacaron, no la defendieron, me sacaron de ahí y no dejaron que se hablara de eso nunca jamás.

El gato que se fue por la ventana "fortuitamente" también hizo un piscinazo no? Es curioso porque al parecer cuando andas cerca, el personal tiende a caerse

Verano, muy de madrugada sofocante.

Me dejaron el culo al rojo y tuve que sentarme en un marmol

Resumiendo.
 
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Me parece que te he confundido con otro forero. Todos me parecéis iguales.

@Spawner tiene un colmado. Creo.

Buen hilo, y muy buen post inicial. Yo soy de naturaleza tranquila, paciente y comprensiva, cosa que enciende a mi contraria.
No suelo tener ataques de ira, pero alguno he tenido. Cuando esté delante del ordenador contaré alguna historia.
 
Tengo mucha paciencia y me muerdo la lengua hasta hacerme sangre, pero en dos ocasiones he tenido ataques de ira, de los de no poder articular palabra y temblar las manos, en esos momentos me da igual 8 que 80 y no recomiendo a nadie que este a mi lado.


Luego me arrepiento enormemente y recapacito para que no me vuelva a pasar, me asusto mucho porque se que en esas situaciones en las que estoy fuera de control podría hacer cualquier cosa con graves consecuencias para el resto de mi vida.


Ahora estoy atento a las señales que da mi cuerpo (se me seca la garganta y me tiembla la voz) y redirijo la situación, aunque para ello tenga que humillarme, prefiero eso a no cargarme a alguien por un mal golpe o fatalidad.


Hacer deporte y masturbarme como un mandril me ayudan mucho.
 
Cajeras, vagabundos y panchitos de Ono.

Me enorgullece pertenecer a un foro de valientes samurais.
 
Cajeras, vagabundos y panchitos de Ono.Me enorgullece pertenecer a un foro de valientes samurais.
Yo estoy dado de alta en autónomos como daimyo.
Algún día se me fue la olla en el supermercado y le grité a una puta vieja por estar tocando la fruta sin guantes. Badass.
 
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Yo estoy dado de alta en autónomos como daimyo...

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"Ahá, y dime Cimmerio... De qué color es tu cinturón? No me digas color caca, que tengo muy mala hostia."
 
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Yo, cuando me cabreo mucho con alguien, hago reiki y se me pasa.
Fíjate, Camarillo, fíjate lo tontainas que soy que he regalado masajes porque me parece lo mejor del mundo y yo sólo he ido una vez en la vida. Y no por raterío, si voy en taxi a todas partes, y ni siquiera llevo monedero, soy un desastre, es por, pues no sé por qué, por idiota. Y hace una semana lo decidí. Se acabaron los taxis a diario, sólo de vez en cuando, y me voy a dar masajes. Y me voy a comprar un monedero. El reiki no sé, pero un buen masaje relajante es la releche.


Una vez tuve un ataque de ira en un restaurante. Estaba con mis padres y mi hermana, pedimos revuelto de huevos con jamón. Tardaron una hora y cuando llegó olía mal. Olía a cerdo muerto por enfermedad. ¡Horrible! Exigí gratis, y decían que no, y le dije al camarero que lo probara, y no quiso. Llamó al cocinero, y tampoco. Y al final gané, pero lo pasé muy mal durante la lucha, porque estaba mi madre ahí delante. También moló porque tuve que canalizar la ira y hacerme la lady. Lo que yo haga está mal por norma. Menos mal que nos fuimos de gratis con bebidas incluidas. No rechistó.
 
Fíjate, Camarillo, fíjate lo tontainas que soy que he regalado masajes porque me parece lo mejor del mundo y yo sólo he ido una vez en la vida. Y no por raterío, si voy en taxi a todas partes, y ni siquiera llevo monedero, soy un desastre, es por, pues no sé por qué, por idiota. Y hace una semana lo decidí. Se acabaron los taxis a diario, sólo de vez en cuando, y me voy a dar masajes. Y me voy a comprar un monedero. El reiki no sé, pero un buen masaje relajante es la releche.


Una vez tuve un ataque de ira en un restaurante. Estaba con mis padres y mi hermana, pedimos revuelto de huevos con jamón. Tardaron una hora y cuando llegó olía mal. Olía a cerdo muerto por enfermedad. ¡Horrible! Exigí gratis, y decían que no, y le dije al camarero que lo probara, y no quiso. Llamó al cocinero, y tampoco. Y al final gané, pero lo pasé muy mal durante la lucha, porque estaba mi madre ahí delante. También moló porque tuve que canalizar la ira y hacerme la lady. Lo que yo haga está mal por norma. Menos mal que nos fuimos de gratis con bebidas incluidas. No rechistó.

¿Pero qué coño dices, chalá?
 
Yo una vez me enfade mucho con el del videoclub y del puro ataque de ira le devolví una VHS de Pajares y Esteso sin rebobinar.

Seguro que aun sigue llorando.
 
Fíjate, Camarillo, fíjate lo tontainas que soy que he regalado masajes porque me parece lo mejor del mundo y yo sólo he ido una vez en la vida. Y no por raterío, si voy en taxi a todas partes, y ni siquiera llevo monedero, soy un desastre, es por, pues no sé por qué, por idiota. Y hace una semana lo decidí. Se acabaron los taxis a diario, sólo de vez en cuando, y me voy a dar masajes. Y me voy a comprar un monedero. El reiki no sé, pero un buen masaje relajante es la releche.


Una vez tuve un ataque de ira en un restaurante. Estaba con mis padres y mi hermana, pedimos revuelto de huevos con jamón. Tardaron una hora y cuando llegó olía mal. Olía a cerdo muerto por enfermedad. ¡Horrible! Exigí gratis, y decían que no, y le dije al camarero que lo probara, y no quiso. Llamó al cocinero, y tampoco. Y al final gané, pero lo pasé muy mal durante la lucha, porque estaba mi madre ahí delante. También moló porque tuve que canalizar la ira y hacerme la lady. Lo que yo haga está mal por norma. Menos mal que nos fuimos de gratis con bebidas incluidas. No rechistó.


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Otro ataque.
La verdad es que a mí me han dado un montón de estos.
Hace años me pretendía uno que no me gustaba nada, y encima era un niño, le conocí en un trabajo que tuve de comercial. Bueno, pues antes de acercárseme así por las buenas con sus labios en forma de flor, en plan "beso robado" me contó cosillas. En nuestros ratos en el metro. Un buen día me dice "no, el psicólogo me ha dicho..." Y yo pues le preguntaría, ya no me acuerdo, pero sí que me contó que tenía ataques de ira.


Cuando empezaron a prohibir fumar en los sitios, a mí me costó. Beber y fumar son dos en uno, es que no se puede dividir. Así que andaba bien cabreada cuando me sacaban a una discoteca. Los bares los toleraba porque me iba fuera con mi copazo a hacer marías, y ver gente pasar, y me parecía todo bien. Pero esas discotecas que no te dejaban sacar tu copa...

Bueno, pues nos fuimos a una discoteca que alguno del grupo tenía interés.

Nos suelta el taxi, iríamos 4 del taxi más dos o tres que estaban ahí. No os voy a contar las relaciones tejidas entre el grupo, que es muy importante para el impacto psicológico del asunto, y había de todo ahí, un romance mío, un marido de una amiga, mi hermana, amigos del marido, dos maricones perdíos--- Pero me da fatiguita suprema enrollarme con eso. Sólo que sepáis que había un impacto.

Pues llegamos y era una sala vacía sembrada por tres o cuatro mesitas altas de esas sin sillas alrededor. Dejo mi abriguito en una mesa, y de repente se me acerca corriendo una sabandija.
Era pequeñajo, irreverente y sudaca.
Y yo era una cliente (la primera que tenía en ese sitio feo con olor a pedo, que olía pedo, que yo dije "¿Veis? El tabaco quita el olor y la visión clara de las cosas, las nubes de humo son discoteca, si no esto es de locos" Y yo creo que nadie me hizo caso)

El caso es que la disco de moda estaba vacía. Yo, cabreada, por las circunstancias, y sobre todo por la mierda de sitio, que yo me hubiera alegrado fácil en cualquier otro lugar, pero me llevaron a esa mierda con ese asqueroso peruano enano y feo que se me acercó, miro hacia arriba, sacó su dedote, me apuntó con él, y me dijo "Quita el abrigo de ahí, fuera, ahí no puede estar" Y me trató con odio. Yo quiero pensar que era el odio de un amerindio enano y contrahecho, un resentido que sintió el profundo desprecio que una valquiria sentía por él antes de ponérsele delante si quiera. Aunque igual me cogió manía por otra cosa, nunca sabré por qué a ciencia cierta, pero manía me tenía.

Pues le pedí que se comportara, se pitorreó y al rato me viene un portero y me dice que me tengo que ir.

Me enfadé, me puse mi abrigó, caminé hacia la salida con mi copa en la mano, y a medio camino ví una barra, un camarero sólo aburrido, y le estrellé mi copa llena contra la pared.


Me quedé súper a gusto.
 
Me acuerdo de cuando había al menos tres o cuatro locas en el foro, locas genuinas, taradas de las que no pueden disimular, y ahora ya no queda más que una. Es triste. Aunque la que queda está bastante bien.
 
Me acuerdo de cuando había al menos tres o cuatro locas en el foro, locas genuinas, taradas de las que no pueden disimular, y ahora ya no queda más que una. Es triste. Aunque la que queda está bastante bien.

Esto, cuando era niño, eran campos de bytes hasta donde se pierde la vista.
 
Me apuesto algo a que hay unas cuantas chaladas que nos leen anónimamente sin valor para registrarse.
 
Me apuesto algo a que hay unas cuantas chaladas que nos leen anónimamente sin valor para registrarse.
Eso me pasaba a mí. Leía esos nicks tan molonguis, esa manera hostil de dar la bienvenida, esas pollas en mesa de cristal (que todavía no sé cuándo utilizarla porque no sé qué significa), esos jilos curraos exprimiendo el ingenio, la pluma y el photoshop, etc.
Luego de cinco BANs, me reencarné, y ahora foreo desde el despacho de Hank Scorpio. Popeye, papaya.
 
!!

No se si os han dolido las muelas del juicio. No se porqué se llaman las muelas del juicio, pero os juro que es el juicio lo que se pierde.

Dicen que es el peor dolor que puede experimentar el ser humano, peor que parir dicen las mujeres que las han sufrido, lo único que se es que es un dolor que te perfora el cerebro y se incrusta en el cráneo... es insufible, no es un dolor "seco", o que viene y va encontrando una postura idónea, no sirve nada, nada lo puede calmar, no comes, no duermes, no puedes ver la tele, no puedes pensar... es imposible concentrarte en nada que no se en ese pinchazo costante que se expande por toda la mandíbula que se esparce por toda la cara que te obliga a ir 24 horas con una mueca de estar oliendo mierda, te desquicia, te anula, no piensas, no puedes pensar ni razonar, solo existe el dolor.

Ahí estaba yo, dos días sin dormir, una caja de ibuprofeno de 600mg y media de nolotiles en menos de 24 horas + pinchazo de nolotil en el centro de salud (urgencias) y no me calmaba nada el dolor, incluso me había fumado varios porros en un intento de calmar el dolor, nada quedaba en mi de ser racional y pensante, solo sentía una rabia inmensa que ha cada segundo que pasaba iba en aumento, mi organismo no paraba de segregar adrenalina a litros, cualquier ruidito me irritaba, cualquier presencia me irritaba, me irritaba la propia existencia del mundo en si, rabia, rabia y más rabia... en esos momentos tenía ganas de matar, TENÍA LA NECESIDAD DE MATAR A ALGUIEN... en un momento de lucidez, de los que hacía días que solo tenía a ratos, me decidi´a ir a la consulta del dentista de la Seguridad Social a que me arrancasen el demonio de la boca (me habían dado cita para dentro de 5 días, pero no podía esperar).

Totalmente drogado y consumido por la adrenalina bajé de casa, en un repunte del dolor me lié a patadas con la puerta de un vecino con el que había tenido una discursión porque el muy cerdo sacaba las bolsas de basura al pasillo y lo apestaba, una y otra vez pateaba la puerta mientras gritaba que si tenía cojones las sacase ahora, lo insulté, a grito pelado, ya solo gritaba fuera de mi y golpeaba la puerta como un animal incluso con la cabeza y con cada golpe más me enfadaba, incluso empecé a llorar de pura rabia mientras gritaba hasta rasgarme la garganta. El vecino jamás volvió a dejar la basura en el pasillo.

Las puertas de las casas se cerraban a mi paso, abiertas anteriormente por vecinos cotillas y asustados, oía los cuchicheos o me los imaginaba, no lo se, lancé la maceta (que pesa 30 kilazos) contra la puerta de cristal mientras gritaba que los iba a matar a todos y llamaba al telefonillo, como un loco, diciendo que se metiesen en sus asuntos. Cuando volví estaba la policía esperando y me comprometí a pagar los daños, pedir disculpas y le eché la culpa a la medicación, no hubo denuncia por parte de los vecinos porque les caía a todos muy mal los vecinos que dejaban la basura en el pasillo.

No atiné a abrir la puerta del coche, pues el dolor me obligaba a mantener mi mano derecha presionando constantemente mi moflete, incluso iba por la calle golpeándome hasta el punto de dejarme la cara totalmente enrojecida, el picor de cada bofetada aliviaba el dolor, la quemazón insufrible de la muela, combatía el dolor con más dolor, creo que solo lo intenté durante 1 segundo, pero no conseguí abrir la puerta del coche y le solté un puñetazo a la ventanill haciéndola añicos y me lié a patadas con la puerta mientras gritaba fuera de mi, traté de buscar las llaves del coche, ahora en el interior, no lo conseguí, la ira me había matado la paciencia, más tarde descubrí que me las había guardado en el bolsillo de atras de los baqueros, me lié a hostias dentro del coche, salí, sentía la adrenalina por todo mi cuerpo, tenía que llegar al puto sitio ese de los sacamuelas, a unos 15 minutos en coche.

Me puse a correr, jamás he corrido tanto ni tan rápido, me saltaba los semáforos en rojo para los peatones, oi frenazos, pitadas y si alguien se hubiese interpuesto entre yo y mi destino, a buen recaudo lo habría matado a el y a los policías que hubiesen venido a detenerme hasta que me hubiesen matado y terminado con mi sufrimiento. Empujé a unos adolencestes con mochila tirando a varios al suelo porque ocupaban toda la calle, empujé a una pareja de viejos que iban a paso de tortuga, seguía corriendo, los pulmones me iban a estallar, el sudor corría por todo mi cuerpo, nada importaba, quería rebentar, solo deseaba no llegar y que mi cabeza y pecho estallasen llenando de vísceras a todo el mundo en metros a la redonda, llamé puta a una mujer que iba con un carrito de bebe porque ocupaba demasiada acera, la llamé puta desde que la vi de lejos hasta que la rebase, la seguí llamando puta incluso cuando ya no la veía y había cruzado varias calles, le tiré la gorra a un raperillo moro que estaba sentado en el parque con otros moros al pasar a su lado, me persiguió durante unos metros mientras les gritaba que se volviesen a áfrica, moros de mierda y otras lindeces, deseaba que me cojiesen e involucrarme en una salvaje pelea callejera, sangrienta y visceral, pero seguía corriendo.

Llegué al centro de salud donde estaba la consulta del dentista, creo que pasé más tiempo buscando las escaleras que el que habría estado esperando el ascensor, subí a la carrera, saltando los escalones de dos en dos y de tres en tres, tropecé y caí, me incorporé y el dolor que sentía en las articulaciones calmó el dolor de la mandíbula, sentí la tentación de arrojarme por el hueco de las escaleras, e incluso calculé mentalmente como tirarme para darme con todas las barandillas posibles, gracias al cansancio y al dolor, pude pensar otra vez con lucidez y continué en mi carrera hacia arriba, hacia el sacamuelas.

Me avalancé sobre el mostrador de información, recepción o lo que sea para encontrarme con la cara de terror de una charo que estaba ahí haciendo como si trabajase, empapado en sudor, con moratones en el cuerpo, con la mano izquierda con los nudillos ensangrentados y los ojos inyectados en sangre, tan solo atisbé a decir que si no me sacaban las muelas del juicio en ese mismo instante iba a matar a alguien, que estaba loco, que el dolor no me dejaba pensar, me llegó el bajón y me puse a llorar como un niño mientras lloraba, y rogaba y pedía porfavor, pero solo fue un intastante, mis lamentos balbucenado por favor iban cojiendo tono cada vez que lo decía, la tía solo me miraba asustada, las entrañas empezaban a arder de nuevo, moqueaba y lloraba, ¡POR FAVOR!, empecé a gritar y a golpear el mostrador con la cabeza, cada golpe me aliviaba, me pidió el nombre y le tiré la cartera, mientras cada vez la furia crecía dentro de mi, se me hinchaban las venas del cuello, resoplaba.

Tranquilo, tranquilo me decía, ve a la sala de espera y ahora te llamarán, corrí hacia allí, la gente se apartaba a mi paso, di unas cuatrocientas veces a la puta sala de espera, estaba atestada de gente esperando que le arrancasen algo de la boca, pero se apartaban de mi paso, se iban a las esquinas o se salían al pasillo a esperar ahí, en lo que me pareció una eternidad, una enfermera más fea que un frigorífico por detras, pero que a mi me pareció un ángel salió de una puerta y pronunció mi nombre.

Me pincharon bien de cosas, cada aguijonazo de la aguja lo interpretaba como placer, el dolor y el placer tienen una frontera muy difusa, me la sacaron, la rompieron en tres cachos, me la sacaron y me cosieron la puta encía y el alivio fue instantáneo, incluso lloré de alegría, recogí mi cartera de recepción, información o lo que fuese, les pedí perdón y les expliqué lo que me había pasado, ellos me dijeron que había tenido suerte porque había uno que no se presentó a consulta, que debe de ser algo bastante habitual en el sacamuelas y que me habían metido a mi, que me habían visto muy mal.

Jamás en mi puta vida, he vuelto a experimentar esa profunda rabia, ese odio visceral e indiscriminado, esa ansia de autodestrucción y sobre todo, ese oscuro placer que nace del dolor.
 
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