Sureño
Freak
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Llevo tiempo siguiendo ese blog lleno de gurús de la seducción que creen que tienen la solución mágica para ligar con las tías, cuando no son más que charlatanes que protestan de la superficialidad y materialismo de las mujeres, de que solo se fijan en los tíos forrados y buenorros, pero luego en sus talleres (no he ido ni iré a ninguno) lo único que predican es que los tíos se pongan físicamente buenos, que cambien su estilo de vestir y que tengan un empleo estable, lo que ellos llaman "hombre de estatus", haciendo pues que los tíos sean igual que ellas. Es cierto que en ocasiones hacen uso de que la forma de ser y de entrar a las tías puede tener su importancia, pero básicamente cumplen con el requisito de a más tienes o aparentas, más follas.
Me gracia cuando uno de sus coordinadores, un tal Carlos Montoro, se queja de que las tías se ponen tacones y que engañan con la altura, pero insta a los hombres bajitos a ponerse calzas para aparentar ser más altos, o que las tías se maquillan como puertas pero sugiere que el hombre debe de usar cremas en la cara para que esta esté tersa y suave y tenga las menos arrugas posibles e incluso una "capa" de maquillaje. También habla mucho del Tinder, que si usando no se qué de algoritmos puedes conseguir no se cuantos matches y que ofrece "experiencias" de hombres que cambiaron su forma de ser para ligar con las tías (básicamente su cambio es adelgazar, ir al gimnasio, peinarse y vestirse mejor, nada que ver con la personalidad e inquietudes que puedan enamorar a una pava).
Sinceramente uno se cansa a que en el tema del ligoteo todo se enfoque en el hombre, pero los mismos que se quejan de que las tías no les entran, son los que acaban compitiendo entre ellos mismos para conseguir en ocasiones migajas en forma de una tía con un nivel físico que puede aparentar más a una ballena del Cantábrico que otra cosa, y con menos conversación que una ameba afónica y con Covid19. Esto hace que estos pseudotalleres de pacotilla para ser un supuesto macho alfa, creen ingentes masas de tíos que al subirse el nivel entre ellos, y al haber más competencia, hace que cualquier mordoriana tenga para elegir tíos con un más que aceptable físico, puesto que la mayoría a través de tragarse la mierda que les sueltan esos gurús, se matan en el gimnasio, se dejan la pasta en ropa cara y aparentar un estatus que no tienen con tal de meter la picha en el coño de una fulana que ni le hace falta ir al gimnasio, ni comprarse ropita de marca (igual hasta hay pagafantas que se la compran) ni aparentar nada de estatus, puesto que aún siendo una muerta de hambre, siempre tendrá varios gilipollas de "estatus" dispuestos a ligar porque creen que han descubierto la piedra filosofal del ligoteo, y lo único que les han hecho es perder el tiempo, puesto que hay 100 tíos equiparables a ellos que les han hecho creer la misma mierda de que se van a comer el mundo con las tías. Luego vienen los lloros y la desesperación.
El día que aprendamos en este país que las tías también tienen que mover el coño para ligar y dejar de enfocarnos a nosotros mismos como los que hemos de hacerlo creando la consiguiente inflación, la cosa cambiará, pero entre el postmodernismo, los vende humos como son los gurús y la gilipollez del género masculino de caer en lo que tanto critica, la cosa seguirá igual o peor. Me cago en mi puta vida...
Me gracia cuando uno de sus coordinadores, un tal Carlos Montoro, se queja de que las tías se ponen tacones y que engañan con la altura, pero insta a los hombres bajitos a ponerse calzas para aparentar ser más altos, o que las tías se maquillan como puertas pero sugiere que el hombre debe de usar cremas en la cara para que esta esté tersa y suave y tenga las menos arrugas posibles e incluso una "capa" de maquillaje. También habla mucho del Tinder, que si usando no se qué de algoritmos puedes conseguir no se cuantos matches y que ofrece "experiencias" de hombres que cambiaron su forma de ser para ligar con las tías (básicamente su cambio es adelgazar, ir al gimnasio, peinarse y vestirse mejor, nada que ver con la personalidad e inquietudes que puedan enamorar a una pava).
Sinceramente uno se cansa a que en el tema del ligoteo todo se enfoque en el hombre, pero los mismos que se quejan de que las tías no les entran, son los que acaban compitiendo entre ellos mismos para conseguir en ocasiones migajas en forma de una tía con un nivel físico que puede aparentar más a una ballena del Cantábrico que otra cosa, y con menos conversación que una ameba afónica y con Covid19. Esto hace que estos pseudotalleres de pacotilla para ser un supuesto macho alfa, creen ingentes masas de tíos que al subirse el nivel entre ellos, y al haber más competencia, hace que cualquier mordoriana tenga para elegir tíos con un más que aceptable físico, puesto que la mayoría a través de tragarse la mierda que les sueltan esos gurús, se matan en el gimnasio, se dejan la pasta en ropa cara y aparentar un estatus que no tienen con tal de meter la picha en el coño de una fulana que ni le hace falta ir al gimnasio, ni comprarse ropita de marca (igual hasta hay pagafantas que se la compran) ni aparentar nada de estatus, puesto que aún siendo una muerta de hambre, siempre tendrá varios gilipollas de "estatus" dispuestos a ligar porque creen que han descubierto la piedra filosofal del ligoteo, y lo único que les han hecho es perder el tiempo, puesto que hay 100 tíos equiparables a ellos que les han hecho creer la misma mierda de que se van a comer el mundo con las tías. Luego vienen los lloros y la desesperación.
El día que aprendamos en este país que las tías también tienen que mover el coño para ligar y dejar de enfocarnos a nosotros mismos como los que hemos de hacerlo creando la consiguiente inflación, la cosa cambiará, pero entre el postmodernismo, los vende humos como son los gurús y la gilipollez del género masculino de caer en lo que tanto critica, la cosa seguirá igual o peor. Me cago en mi puta vida...
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