Neutral Malvado
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Resulta que mañana se celebra la cumbre de Copenhague contra el cambio climático, donde los líderes de 190 países tratarán de ponerse de acuerdo sobre cómo reducir la contaminación y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Todas las miradas están puestas sobre Estados Unidos y China, los países más industrializados y que más gases nocivos liberan a la atmósfera. Ahora bien, lo que se les escapa a los líderes mundiales es que el mayor responsable de la contaminación del planeta no es ni Estados Unidos, ni China, ni Rusia, ni la UE. El mayor responsable de la contaminación del planeta es el COÑO:
Esta raja es la mayor amenaza a la que se enfrenta la Tierra.
Pero para entender la siguiente diatriba, hay que aceptar una premisa: el COÑO es el líder de la humanidad.
Veamos por qué: El varón tiene mayor líbido o deseo sexual que la mujer. Estudios demuestran que el varón piensa en sexo una vez por minuto. Esto significa que estamos las 24 horas pensando en sexo y que todo lo que hacemos está impregnado de deseo sexual. La función de la líbido masculina no es sólo empujar al macho a la promiscuidad o convertirlo en un sirviente de la hembra, sino algo mucho más importante: empujarlo a evolucionar. La evolución de la humanidad, los descubrimientos científicos, los avances tecnológicos, han sido posibles gracias a la líbido masculina (si fuera por la líbido femenina, aún estaríamos en la edad de las cavernas). Tengamos en cuenta que cuando un hombre se esfuerza, en el fondo, muy en el fondo, siempre espera que al final del camino haya un chochito que le diga "me gustas" y que se abra como recompensa a sus esfuerzos. Todos los grandes hombres de la historia, científicos e inventores, grandes prohombres que hicieron posible el progreso, tenían en mente, en los momentos críticos de su carrera, a un enorme CHOCHO (real o imaginario) al que querían satisfacer.
Por lo tanto, el motor de la humanidad es la líbido masculina, pero quien lleva la batuta es el COÑO, quien decide hacia dónde deben focalizar los varones su energía es el COÑO, quien dictamina que el macho que gane la carrera tendrá acceso al COÑO es el COÑO, ergo no es descabellado concluir que los varones son unos títeres al servicio del COÑO y que es el COÑO el instigador y artífice de la contaminación del planeta.
Veámoslo con detalle:
1. El COÑO quiere un chófer. Ya lo hemos visto en el otro hilo. El coño selecciona al macho que está rodeado de un amasijo de hierros más guapo y que quema más combustible y echa más CO2 a la atmósfera. El coño exige un chófer que conduzca una carrocería más grande y más ruidosa. ¿Queréis follar? Levantad siderurgias y metalurgias, llenad la atmósfera de humo y dióxido de carbono, esquilmad la selva en busca de caucho para neumáticos, porque los chochitos no se conforman con un tío que use el transporte público; los chochitos son especiales y merecen un chófer en la puerta de su casa.
2. El COÑO consume más: trapitos, toallitas, maquillaje, cremas, lacas, productos que se hacen con derivados del petróleo. La mujer consume más que el hombre. La mayor parte de artículos son comprados por mujeres. El chochito quiere estar envuelto en telas y oropeles. El chochito necesita rodearse de abalorios y quincalla para sentirse satisfecho. Explotad minas, talad bosques, esquilad ovejas, perforad la tierra, que el chochito quiere más y más y te mide por lo que tienes y sólo se abre ante el que ofrece más regalos arrancados del vientre de la Tierra.
3. El COÑO, como buen villano, babea y supura: se estima que una mujer utiliza unas 17.000 compresas y tampones a lo largo de su etapa fértil. Las compresas y tampones son altamente contamintantes: se componen de celulosa y algodón que deben ser blanqueados con productos que contaminan las aguas. El cultivo de algodón necesita de grandes cantidades de plaguicidas que destruyen el medioambiente. Las compresas incorporan láminas de polietileno o polipropileno (más petróleo). Pero durante la etapa infértil siguen necesitando compresas y salvaslips por las pérdidas de orina: más Tena Ladies y más contaminación.
4. El COÑO quiere ser poseído por un macho agresivo. Cuanto más consume el macho, cuanta más gasolina quema, cuantos más bosques tala, cuantas más piedras arranca, cuanto más esquilma los recursos de la Tierra, más se moja el COÑO. Quieren a un tío que les dé muxa caña, pero no se les puede dar caña con las manos vacías; hay que llevarlas a pasear en coche (aluminio, caucho y petróleo), hay que llevarlas en avión (ídem) a Cancún o Punta Cana, hay que darles alcohol, marihuana y cocaína (explotar a trabajadores del campo de países tercermundistas), porque las niñas quieren caña y cuanto más expoliamos la tierra, más caña sienten que obtienen y más dictaminan "ese macho es mi macho".
5. El COÑO quiere vivienda. El chocho quiere a un macho con vivienda. Terrenos recalificados, bosques talados, hombres hipotecados de por vida, familias sumidas en una neoesclavitud, todo para satisfacer al COÑO.
6. El COÑO expele al mundo criaturas cada vez más contaminantes. Quieren tener hijos del más canalla. Antes la mujer procreaba con el macho proveedor. La mujer no elegía en base a los dictámenes del COÑO; era entregada por los padres a un macho productivo. Ahora eligen ellas, ahora elige el COÑO, y eligen al más arrogante, egoísta y canalla. Los hijos de los canallas son canallas. El padre canalla abandona a la madre por otra. Maternidad en soltería. Falta de figura paterna. Niños malcriados y sobreprotegidos. Futuros tiranos egoístas que contaminarán aún más el planeta.
Concluyendo, que mañana en la cumbre de Copenhague, en vez de tanto paripé, tendrían que sentar a todos los coños del mundo y decirles: cambiad de mentalidad porque os estáis cargando el planeta.
Erradicad el COÑO y el mundo sanará.
Desahogo completado. Pueden chapar el hilo.
Esta raja es la mayor amenaza a la que se enfrenta la Tierra.
Pero para entender la siguiente diatriba, hay que aceptar una premisa: el COÑO es el líder de la humanidad.
Veamos por qué: El varón tiene mayor líbido o deseo sexual que la mujer. Estudios demuestran que el varón piensa en sexo una vez por minuto. Esto significa que estamos las 24 horas pensando en sexo y que todo lo que hacemos está impregnado de deseo sexual. La función de la líbido masculina no es sólo empujar al macho a la promiscuidad o convertirlo en un sirviente de la hembra, sino algo mucho más importante: empujarlo a evolucionar. La evolución de la humanidad, los descubrimientos científicos, los avances tecnológicos, han sido posibles gracias a la líbido masculina (si fuera por la líbido femenina, aún estaríamos en la edad de las cavernas). Tengamos en cuenta que cuando un hombre se esfuerza, en el fondo, muy en el fondo, siempre espera que al final del camino haya un chochito que le diga "me gustas" y que se abra como recompensa a sus esfuerzos. Todos los grandes hombres de la historia, científicos e inventores, grandes prohombres que hicieron posible el progreso, tenían en mente, en los momentos críticos de su carrera, a un enorme CHOCHO (real o imaginario) al que querían satisfacer.
Por lo tanto, el motor de la humanidad es la líbido masculina, pero quien lleva la batuta es el COÑO, quien decide hacia dónde deben focalizar los varones su energía es el COÑO, quien dictamina que el macho que gane la carrera tendrá acceso al COÑO es el COÑO, ergo no es descabellado concluir que los varones son unos títeres al servicio del COÑO y que es el COÑO el instigador y artífice de la contaminación del planeta.
Veámoslo con detalle:
1. El COÑO quiere un chófer. Ya lo hemos visto en el otro hilo. El coño selecciona al macho que está rodeado de un amasijo de hierros más guapo y que quema más combustible y echa más CO2 a la atmósfera. El coño exige un chófer que conduzca una carrocería más grande y más ruidosa. ¿Queréis follar? Levantad siderurgias y metalurgias, llenad la atmósfera de humo y dióxido de carbono, esquilmad la selva en busca de caucho para neumáticos, porque los chochitos no se conforman con un tío que use el transporte público; los chochitos son especiales y merecen un chófer en la puerta de su casa.
2. El COÑO consume más: trapitos, toallitas, maquillaje, cremas, lacas, productos que se hacen con derivados del petróleo. La mujer consume más que el hombre. La mayor parte de artículos son comprados por mujeres. El chochito quiere estar envuelto en telas y oropeles. El chochito necesita rodearse de abalorios y quincalla para sentirse satisfecho. Explotad minas, talad bosques, esquilad ovejas, perforad la tierra, que el chochito quiere más y más y te mide por lo que tienes y sólo se abre ante el que ofrece más regalos arrancados del vientre de la Tierra.
3. El COÑO, como buen villano, babea y supura: se estima que una mujer utiliza unas 17.000 compresas y tampones a lo largo de su etapa fértil. Las compresas y tampones son altamente contamintantes: se componen de celulosa y algodón que deben ser blanqueados con productos que contaminan las aguas. El cultivo de algodón necesita de grandes cantidades de plaguicidas que destruyen el medioambiente. Las compresas incorporan láminas de polietileno o polipropileno (más petróleo). Pero durante la etapa infértil siguen necesitando compresas y salvaslips por las pérdidas de orina: más Tena Ladies y más contaminación.
4. El COÑO quiere ser poseído por un macho agresivo. Cuanto más consume el macho, cuanta más gasolina quema, cuantos más bosques tala, cuantas más piedras arranca, cuanto más esquilma los recursos de la Tierra, más se moja el COÑO. Quieren a un tío que les dé muxa caña, pero no se les puede dar caña con las manos vacías; hay que llevarlas a pasear en coche (aluminio, caucho y petróleo), hay que llevarlas en avión (ídem) a Cancún o Punta Cana, hay que darles alcohol, marihuana y cocaína (explotar a trabajadores del campo de países tercermundistas), porque las niñas quieren caña y cuanto más expoliamos la tierra, más caña sienten que obtienen y más dictaminan "ese macho es mi macho".
5. El COÑO quiere vivienda. El chocho quiere a un macho con vivienda. Terrenos recalificados, bosques talados, hombres hipotecados de por vida, familias sumidas en una neoesclavitud, todo para satisfacer al COÑO.
6. El COÑO expele al mundo criaturas cada vez más contaminantes. Quieren tener hijos del más canalla. Antes la mujer procreaba con el macho proveedor. La mujer no elegía en base a los dictámenes del COÑO; era entregada por los padres a un macho productivo. Ahora eligen ellas, ahora elige el COÑO, y eligen al más arrogante, egoísta y canalla. Los hijos de los canallas son canallas. El padre canalla abandona a la madre por otra. Maternidad en soltería. Falta de figura paterna. Niños malcriados y sobreprotegidos. Futuros tiranos egoístas que contaminarán aún más el planeta.
Concluyendo, que mañana en la cumbre de Copenhague, en vez de tanto paripé, tendrían que sentar a todos los coños del mundo y decirles: cambiad de mentalidad porque os estáis cargando el planeta.
Erradicad el COÑO y el mundo sanará.
Desahogo completado. Pueden chapar el hilo.