Nate Fisher
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Es una pena que un gran partido al final quede emborronado por lo mismo de siempre. Si los árbitros son lamentables, alguna solución habrá que poner, se les profesionaliza, y se les pone una buena pensión. Que dejen de vender neveras en su tiempo libre y dediquen sus esfuerzos a mantener el mínimo sus dioptrías, joder, que es inadmisible que siempre se haga protagonista al trencilla; a veces inmerecidamente, cierto, ayer no es el caso. Nada que valorar sobre la actuación del árbitro más allá de estas palabras, EL TEMA CANSA.
Partido muy bueno del Madrid que deja satisfecha a la gente. Supone reconciliación de equipo con prensa, aficionados y piperos subnormales; las odas a Mourinho resurgen por doquier, y si hacen falta excusas siempre estará Teixeira para ese menester. Todos contentos.
La actitud de los jugadores, intachable, luchadores, sin caer en el bochorno de partidos anteriores. Concentrados, sacrificados. Partidazo de Cristiano, ASÍ SI, JODER, correoso, fuerte en defensa, ayudando al equipo, aprovechando su eminente superioridad física y utilizándola en provecho del equipo en todas las facetas, ofensiva y defensiva. Ese es el modelo de Cristiano que debería perpetuarse, incluso dosificándole si es necesario para que mantenga ese nivel físico que dio ayer. Inconmensurable Ozil, se ve que ha dejado los pitillos.
Lástima algunos detalles, independientemente del árbitro, que empañan la nota media final: Pepe, que no aprende, Busquets, que tampoco, Alves elevando al cubo el axioma de Darwin acerca de los simios, y la parquedad de Mourinho en rueda de prensa.
Puede resultar ridículo, pero que el Madrid ha soltado buena parte del lastre culé ayer y que se lleva una buena inyección de espíritu y moral, es cierto. Los aficionados así se lo han hecho saber al equipo por el gran partido de ayer, y deben tomar nota, asumir la doctrina del estoicismo. Impasibles, fríos, unidos. Jugando así, como ayer, el momento llegará más pronto que tarde. Ahora la temporada se presenta como un lienzo en blanco. Soltado el lastre, sin obsesiones, con esa actitud, sólo se puede ir para arriba.
:121
Partido muy bueno del Madrid que deja satisfecha a la gente. Supone reconciliación de equipo con prensa, aficionados y piperos subnormales; las odas a Mourinho resurgen por doquier, y si hacen falta excusas siempre estará Teixeira para ese menester. Todos contentos.
La actitud de los jugadores, intachable, luchadores, sin caer en el bochorno de partidos anteriores. Concentrados, sacrificados. Partidazo de Cristiano, ASÍ SI, JODER, correoso, fuerte en defensa, ayudando al equipo, aprovechando su eminente superioridad física y utilizándola en provecho del equipo en todas las facetas, ofensiva y defensiva. Ese es el modelo de Cristiano que debería perpetuarse, incluso dosificándole si es necesario para que mantenga ese nivel físico que dio ayer. Inconmensurable Ozil, se ve que ha dejado los pitillos.
Lástima algunos detalles, independientemente del árbitro, que empañan la nota media final: Pepe, que no aprende, Busquets, que tampoco, Alves elevando al cubo el axioma de Darwin acerca de los simios, y la parquedad de Mourinho en rueda de prensa.
Puede resultar ridículo, pero que el Madrid ha soltado buena parte del lastre culé ayer y que se lleva una buena inyección de espíritu y moral, es cierto. Los aficionados así se lo han hecho saber al equipo por el gran partido de ayer, y deben tomar nota, asumir la doctrina del estoicismo. Impasibles, fríos, unidos. Jugando así, como ayer, el momento llegará más pronto que tarde. Ahora la temporada se presenta como un lienzo en blanco. Soltado el lastre, sin obsesiones, con esa actitud, sólo se puede ir para arriba.
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