Hoy es el primer día de la veda general de caca menor, así que hemos salido un ratico. Soy cazador desde shiquetito, siempre caza menor con perro.
Mi historia es bastante habitual. Empiezas con tu padre y la acción de dar caza a una pieza te atrapa. Este te enseña los valores de la caza, la deportividad con las piezas y a respetarlas, a ellas y al monte. Ahora soy yo el que afea conductas a carniceros que se piensan cazadores y soy más talibán en este sentido que mi padre, que ya es decir.
Estuve desde los 18 a los 28 más o menos sin salir casi nunca, me interesaban más otros conejos.
Cuando mi padre compro una perra me involucre en un club de raza, vino rodado hacerme con una perra para mi y nos hicimos compañeros. Mi padre siempre tuvo perros de muestra pero esta raza si que de verdad se adaptaba a mi manera de entender la caza. Ahí la cosa cambio, éramos un equipo. Eso me llevo a criar, hacerme juez de pruebas de caza e incluso de morfología.
Ya solo entendía salir de caza si era con perro, de hecho, salía por disfrutar viéndolos trabajar.
Con los años me sentí defraudado por dicho club y su política de selección, se me murió la perra qué tenía en ese momento por una torsión de estómago y no renové plantilla canina.
Al no tener perro tampoco tenía aliciente para salir de caza. Tampoco salía ya mucho al empezar con otras aficiones que me llenaban y tener un perro de caza y no sacarlo a cazar, es algo que estos animales no merecen.
Ahora la verdad es aunque que me gusta, salgo por acompañar a mi padre mas que nada.
Estoy empezando a tirar al plato y me ha sorprendido lo divertido y desestresante que me resulta. Me hice con una Kromsom a la que adapte la culata y me va bien.
Las escopetas que tengo tienen mi edad o más.
Nada que ver con el arsenal del amigo
@laeas pero de un valor sentimental elevado, mucho más que económico.