Lo del arroz es el arroz con pollo que se hace en Alicante. Los valencianos lo odian porque lleva pimiento y es el truco que no quieren que sepas. Con medio pollo para dos va bien y si el pollo lo matas tú, pues le echas la pata y la cresta, que para eso son lo mejor.
La pata suele hacer falta quemarla un rato para quitarle trozos de plumas o pelos o como se llame lo que les sale ahí. Cortarle la punta de los dedos también, que eso no se come y queda feo. Pero ya está, lo usas como cualquier otra pieza del animal en ese plato y luego te lo comes con las manos rechupando la piel gelatinosa que tiene.
Ese mismo arroz me gusta más aún si la carne es mitad pollo y mitad conejo.
El conejo es la carne más fácil de criar. Necesitan poco espacio, seguro y a cubierto, a poder ser. Todo el mundo sabe que estos bichos crían como ratas, pero lo que no se dice tanto es que esa es su única defensa natural, la procreación en modo metralleta. Se mueren con una facilidad pasmosa, así que cualquier depredador o incluso mascota traviesa te jode la comida del fin de semana como te descuides. También se enferman y se deterioran rápidamente por cualquier tontería. No merece la pena intentar salvarlos, alargas su sufrimiento y expones a los demás al contagio. Por eso no recomiendo comprar conejo criado en granja industrial, el hígado les sabe a medicamento, que les deben dar de forma preventiva.