Fabuloso,
@Tongue-Block, qué suerte. La navaja está en muy buenas condiciones y con un ligero repaso al filo estaría para que la uses.
Hay muchas navajas así, marcadas con el nombre de la tienda. Esto era muy típico, era la, digamos, marca blanca de las navajas antaño, lo cual no quiere decir, en absoluto, que sean un escalón inferior o de peor calidad. Hay hojas que un día se marcaban Cuchillería Martínez y otras mismas de esa misma tanda de producción iban para marcas comerciales rollo Filarmónica o lo que fuere. De hecho hay incluso navajas con ambas marcas, las comerciales y las de la casa donde se vendían.
En torno al afeitado a navaja lo que hay es mucho mito y mucho miedo. NO es más difícil que afeitarse con shavette. NO es más peligroso -sino menos- que hacerlo con shavette. NO es peligroso, se ponga la gente como se ponga al ver un instrumento tan afilado. A nadie le entra canguelo cuando coge un cuchillo jamonero de medio metro y empieza a meterle tajos a un jamón, que es muchísimo más fácil que se te escape y te acabe seccionando un dedo o la mano que hacerte daño con una navaja, que todo lo más te producirá un corte superficial. Si te parece sencillo lo que has visto con la navaja es porque, simplemente, lo es. Sencillo no quiere decir que no tengas que aprender a usarla, que tienes que hacerlo, pero no es manejar dinamita: piensa que hubo un tiempo en el que todo el mundo se afeitaba así y no hay noticia de que hubiera cien muertos por afeitarse al día. El peso de una navaja, su tacto y su sonido hacen que a la hora de afeitarse tengas una idea muy clara de por dónde estás yendo, y, sobre todo, de cómo estás yendo con ella y de si vas camino o no de cortarte. La navaja, antes de cortarte, 'avisa': al no tener el filo tan flexible como una hoja de maquinilla es más fácil llevarla bien y es más fácil darte cuenta de cuándo vas mal.
Si ya has tenido incursiones con la shavette y has salido vivo, si te has sabido afeitar con una, adelante: coge la navaja sin miedo, porque, en contra de lo que pudiera suponerse, es más fácil la navaja que la shavette. Te sorprenderás, y sin duda lo disfrutarás.
Aparte de eso, el mantenimiento es sencillo: asentador y buen secado para que no se te oxide. No le des golpes al filo y no la guardes en el baño, que la humedad no es amiga del acero al carbono con el que están hechas.
Por favor, pon esa navaja en orden y pruébala, qué desperdicio sería si no lo hicieras.