polveteador-ZGZA
El pesao de las rumanas
- Registro
- 24 Nov 2006
- Mensajes
- 5.184
- Reacciones
- 2.163
Venga que voy a contar otra cita, id a la nevera y coged un refresco.
¿Ya lo teneis?..., pues venga, poneos cómodos que empieza el relato.
La semana pasada por la tarde, empiezo a retozar por internet para ver si sale alguna cosilla y me encuentro lo de siempre, mails de rusas más falsos que un euro de goma, presuntas niñatas calientapollas que me dan teléfonos falsos, algún marica desesperado, etc... sin embargo, y cuando ya estaba por dejar el tema, uno de los teléfonos es cierto y responde una voz femenina...
Después de una breve charla, me cito con ella en la puerta de una conocida cafetería. Es una cita muy arriesgada porque sé muy poco de ella, sólo sé que tiene 36 años y que es extranjera porque se le nota un acento extraño al hablar español y me imagino que pueda ser una colombiana.
Cuando llega el día señalado me acerco a la puerta del café y me encuentro con una mujer muy elegantemente vestida, llevando una maxifalda, pero la parte de arriba no tiene botones y enseña un buen escotazo, es un vestido muy atrevido y sugerente...
Ella es más bien bajita, como 1,62, delgada pero con buen tipo, ojos negros muy bonitos, cabello de media melena rubio teñido, una nariz redondita muy graciosa y labios finos. No tiene arrugas y lleva pendientes de bisutería muy bonitos de color negro y plata y un collar a juego.
La impresión general es muy grata y le adjudico de inmediato un nivel de apareamiento: 6.
Como la cafetería está llena, la llevo a una terraza para poder charlar y estar muy atento a lo que diga, comprobar el grado de posible cachondeo, etc...
Me entero cuando nos sentamos, de que no es colombiana como yo creía, si no rumana, que lleva 6 años en España trabajando en limpieza de casas que ella se busca, que vive bastante cómoda con una hija adolescente en un piso compartido y que le sale por tanto muy barato. Que tuvo que dejar su país por culpa de un marido hipercabronazo... ( lo típico...).
A todo esto, cuando hablabamos (al principio) tuve una cierta excitación, pues pude contemplar bien de cerca el escotazo que llevaba. La parte de arriba, como ya os he contado, no tenía botones y encima al estar sentada se le abrió más, de tal manera que le veía perfectamente el sujetador negro, tipo lencería, y una buena parte de sus pechos... Noté una cierta huída de mi sangre que se marchaba de unos órganos y se refugiaba en mi polla y unas cosquillitas muy agradables en mis testículos, pues cuando ella hablaba me imaginaba un futuro de revolcones con ella entre mis brazos.
Estaba claro que era una cachonda buscando polla.
Todo esto me pasó los primeros minutos, pero según pasaba el tiempo, se me fué el calentón, pues ella hizo una cosa que no me gustó nada: Sacó un paquete de tabaco y se puso a fumar (horror, los presuntos futuros besos serían con sabor a mierda).
Luego noté otro detalle, la dentadura. Cuando hablaba me dí cuenta de que los dientes no eran normales, por lo que para ver la situación de su boca le conté un chiste.
Cuando se rió pude verle toda la piñata con detalles. Tenía varios dientes metidos hacia adentro, otros ladeados, en la parte de la izquierda le faltaba un diente y en general estaban amarillos y algunos eran grises.
Mi gozo en un pozo, le conté otro chiste para asegurarme de que no soñaba y confirmé lo que había visto. La dentadura era asquerosa, habría que ser un Rambo para meterle la lengua allí. Que asco que me dió la tía, con lo buena que estaba y que encima se le notaba que tenía ganas de hombre y yo allí lamentandome de los polvos que nunca podríamos disfrutar.
Después de un rato de cháchara sin ningún interés, y con el estómago revuelto, decidí despedirme de ella.
Fué una pena, pero es que es una cosa que siempre me ha llamado la atención de muchas mujeres, se gastan el dinero en vestiditos, zapatitos, cremitas, vacaciones, caprichos y luego son incapaces de cuidar una elemento tan delicado como una dentadura, o tomarse una duchita diaria, o vestir con corrección...
Lo dicho, una pena...
:0)
¿Ya lo teneis?..., pues venga, poneos cómodos que empieza el relato.
La semana pasada por la tarde, empiezo a retozar por internet para ver si sale alguna cosilla y me encuentro lo de siempre, mails de rusas más falsos que un euro de goma, presuntas niñatas calientapollas que me dan teléfonos falsos, algún marica desesperado, etc... sin embargo, y cuando ya estaba por dejar el tema, uno de los teléfonos es cierto y responde una voz femenina...
Después de una breve charla, me cito con ella en la puerta de una conocida cafetería. Es una cita muy arriesgada porque sé muy poco de ella, sólo sé que tiene 36 años y que es extranjera porque se le nota un acento extraño al hablar español y me imagino que pueda ser una colombiana.
Cuando llega el día señalado me acerco a la puerta del café y me encuentro con una mujer muy elegantemente vestida, llevando una maxifalda, pero la parte de arriba no tiene botones y enseña un buen escotazo, es un vestido muy atrevido y sugerente...
Ella es más bien bajita, como 1,62, delgada pero con buen tipo, ojos negros muy bonitos, cabello de media melena rubio teñido, una nariz redondita muy graciosa y labios finos. No tiene arrugas y lleva pendientes de bisutería muy bonitos de color negro y plata y un collar a juego.
La impresión general es muy grata y le adjudico de inmediato un nivel de apareamiento: 6.
Como la cafetería está llena, la llevo a una terraza para poder charlar y estar muy atento a lo que diga, comprobar el grado de posible cachondeo, etc...
Me entero cuando nos sentamos, de que no es colombiana como yo creía, si no rumana, que lleva 6 años en España trabajando en limpieza de casas que ella se busca, que vive bastante cómoda con una hija adolescente en un piso compartido y que le sale por tanto muy barato. Que tuvo que dejar su país por culpa de un marido hipercabronazo... ( lo típico...).
A todo esto, cuando hablabamos (al principio) tuve una cierta excitación, pues pude contemplar bien de cerca el escotazo que llevaba. La parte de arriba, como ya os he contado, no tenía botones y encima al estar sentada se le abrió más, de tal manera que le veía perfectamente el sujetador negro, tipo lencería, y una buena parte de sus pechos... Noté una cierta huída de mi sangre que se marchaba de unos órganos y se refugiaba en mi polla y unas cosquillitas muy agradables en mis testículos, pues cuando ella hablaba me imaginaba un futuro de revolcones con ella entre mis brazos.
Estaba claro que era una cachonda buscando polla.
Todo esto me pasó los primeros minutos, pero según pasaba el tiempo, se me fué el calentón, pues ella hizo una cosa que no me gustó nada: Sacó un paquete de tabaco y se puso a fumar (horror, los presuntos futuros besos serían con sabor a mierda).
Luego noté otro detalle, la dentadura. Cuando hablaba me dí cuenta de que los dientes no eran normales, por lo que para ver la situación de su boca le conté un chiste.
Cuando se rió pude verle toda la piñata con detalles. Tenía varios dientes metidos hacia adentro, otros ladeados, en la parte de la izquierda le faltaba un diente y en general estaban amarillos y algunos eran grises.
Mi gozo en un pozo, le conté otro chiste para asegurarme de que no soñaba y confirmé lo que había visto. La dentadura era asquerosa, habría que ser un Rambo para meterle la lengua allí. Que asco que me dió la tía, con lo buena que estaba y que encima se le notaba que tenía ganas de hombre y yo allí lamentandome de los polvos que nunca podríamos disfrutar.
Después de un rato de cháchara sin ningún interés, y con el estómago revuelto, decidí despedirme de ella.
Fué una pena, pero es que es una cosa que siempre me ha llamado la atención de muchas mujeres, se gastan el dinero en vestiditos, zapatitos, cremitas, vacaciones, caprichos y luego son incapaces de cuidar una elemento tan delicado como una dentadura, o tomarse una duchita diaria, o vestir con corrección...
Lo dicho, una pena...
:0)