Fueron tres amigos. Uno, el cabrón con suerte, en reventa por 50. El y yo nos negábamos a pagar casi 100 por un grupo que ya habíamos visto y que en 2022 ya casi que ni fu ni fa. El tuvo suerte, yo no.
De los 5 grupos previstos, dos caidos. Uno, Weezer. el mismo día y durante hora y media no hubo sonido en San Mamés. Hablando de sonido, de principio a final de la jornada , debió ser nefasto. Pero malo, muy malo. Y encima, en la recta final, tocando el Master, se fue. Organización desastrosa (ir a mear debía ser una odisea) y postureo a fuego. Bilbao es una ciudad quiero y no puedo y los bilbaínos (bueno, ojo con esa gente que se define como bilbaina y vive a 10 km, a ese punto llegan los complejos) no decepcionaron : al parecer un porcentaje muy alto del público no era muy diferente del que fue a ver a Fito, con camisetas solo de Metallica compradas a última hora en el Bershka y cuarentonas queriendo hacer vida social que han tenido que rebuscar en el armario buscando ropa negra que ponga "rock". Ahh, y en un evento hipersubvencionado por la Dipu (este y el de fito, actos de precampaña puros) katixs de birra a 10 euskos, a tope con los precios populares. Y mucha dronja en los baños, similar a lo que se ve en otros conciertos con público que a lo que va es a posturear. Que si, que drogaduzos hay en todos lo géneros, pero mis amigos me han dicho que lo que vieron no les encajaba. Y más dos de ellos que empalmaron el Resurrection con lo de ayer.
Si me ha dicho un amigo, para bien, que Metallica muy profesionales en todo momento, y entregados, y que el setlist bastante original. Algo que no gustará a algunos, pero recuperar cosas como No Leaf Clover del S&M e incluso algún tema de ST Anger le da un plus a un directo.