Gina Gross
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- 4 Mar 2006
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Me han frienzoneado pero bien.
Os lo cuento a vosotros porque sois hombres y sois mis compañeros de foro.
Llevaba meses, que digo meses, años, en una "amistad" con un chico, hablábamos de todo, a diario, confianza total, nos veíamos pero jamás pasaba nada, ambos teniendo muy claro que nos teníamos mucho cariño pero nada más (eso decíamos) Nunca hablamos del tema como tal, tampoco.
Pasa el tiempo, y yo empiezo a sentir cosas, más que apego, vamos que me empiezo a enamorar. Total, que aguanto la situación a duras penas, entre bromas y chascarrillos pasaba mi vida. Me era suficiente.
Yo sabía que él tenía sus historias, historias que nunca cuajaban, y mientras me regalaba los oídos "tú eres muy especial" "es que la relación que tengo contigo no la tengo con ninguna", yo iba cayendo poco a poco en sus garras, en el guantelete de thanos.
Creía, pobre de mí, que lo que tenía en mí no lo encontraría en otra, kilos de paciencia, cariño, atención etcétera creía incluso, ciegamente, que él sentía algo y que no se atrevía a dar el paso.
Pues bien, hoy me armé de valor y la lié parda. Impulsada por mis sentimientos y embrutecida por millones de progesteronas de la regla, le he dicho que yo siento algo por él y que necesito saber qué siente.
Una amistad, me dice el hijo de puta.
Que no puede verme más que como una tía increíble y todo lo que tú quieras pero nada más. Que creía que eso estaba claro.
Se me ha hecho un nudo en la garganta que ni liachu cuando deletrea Tres tristes tigres. Que mal cuerpo se me ha puesto, como un puñetazo en la boca del estómago. Mira que me he jurado no llorar, tomarme la decisión de él con calma, con dignidad, demostrarle que soy una mujer, para a continuación balbucear palabras con la excelsa pronunciación de un tartaja. Qué espectáculo dantesco.
- Te agradezcoh tu cinceridac. - le de dicho yendo de digna, más falsa que los dientes de mi abuela.
Le he dicho que siendo así, eso sí, preferiría no seguir manteniendo la relación pero esto después en casa y por WhatsApp, como la rata cobarde que soy.
El tío más frío que el hielo también os digo. Ni se ha inmutado, como el que ve llover.
La pregunta que me asalta ahora. ¿Para qué un hombre hace esto? ¿Qué amistad ni que niño muerto? ¿Era solo porque le escuchaba y le hacía de psicóloga?
Es que no lo entiendo.
Os lo cuento a vosotros porque sois hombres y sois mis compañeros de foro.
Llevaba meses, que digo meses, años, en una "amistad" con un chico, hablábamos de todo, a diario, confianza total, nos veíamos pero jamás pasaba nada, ambos teniendo muy claro que nos teníamos mucho cariño pero nada más (eso decíamos) Nunca hablamos del tema como tal, tampoco.
Pasa el tiempo, y yo empiezo a sentir cosas, más que apego, vamos que me empiezo a enamorar. Total, que aguanto la situación a duras penas, entre bromas y chascarrillos pasaba mi vida. Me era suficiente.
Yo sabía que él tenía sus historias, historias que nunca cuajaban, y mientras me regalaba los oídos "tú eres muy especial" "es que la relación que tengo contigo no la tengo con ninguna", yo iba cayendo poco a poco en sus garras, en el guantelete de thanos.
Creía, pobre de mí, que lo que tenía en mí no lo encontraría en otra, kilos de paciencia, cariño, atención etcétera creía incluso, ciegamente, que él sentía algo y que no se atrevía a dar el paso.
Pues bien, hoy me armé de valor y la lié parda. Impulsada por mis sentimientos y embrutecida por millones de progesteronas de la regla, le he dicho que yo siento algo por él y que necesito saber qué siente.
Una amistad, me dice el hijo de puta.
Que no puede verme más que como una tía increíble y todo lo que tú quieras pero nada más. Que creía que eso estaba claro.
Se me ha hecho un nudo en la garganta que ni liachu cuando deletrea Tres tristes tigres. Que mal cuerpo se me ha puesto, como un puñetazo en la boca del estómago. Mira que me he jurado no llorar, tomarme la decisión de él con calma, con dignidad, demostrarle que soy una mujer, para a continuación balbucear palabras con la excelsa pronunciación de un tartaja. Qué espectáculo dantesco.
- Te agradezcoh tu cinceridac. - le de dicho yendo de digna, más falsa que los dientes de mi abuela.
Le he dicho que siendo así, eso sí, preferiría no seguir manteniendo la relación pero esto después en casa y por WhatsApp, como la rata cobarde que soy.
El tío más frío que el hielo también os digo. Ni se ha inmutado, como el que ve llover.
La pregunta que me asalta ahora. ¿Para qué un hombre hace esto? ¿Qué amistad ni que niño muerto? ¿Era solo porque le escuchaba y le hacía de psicóloga?
Es que no lo entiendo.