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IRON MAIDEN - "Seventh Son Of A Seventh Son" - 1988
Llegamos a un punto importante de la historia. Séptimo trabajo tras el cambio que supuso el anterior, tanto en cuanto a sonido como estilo, por no hablar de imagen, lírica y demás, sin olvidar el aspecto compositivo donde cada uno iba por libre. Era el momento de tomar decisiones importantes y saber hacía dónde se dirigía la banda. Creo que el camino trazado por "Somewhere in Time" era un camino sin retorno. Las individualidades podían matar al grupo y hacer que cada uno hiciera la guerra por su cuenta, lo cual desembocaría en lo que pasa siempre en las bandas cuando llegan a un punto de no retorno: decadencia y/o desaparición.
La idea era arriesgada, pero fue genial: un álbum conceptual. Partiendo de una historia concreta, entre Smith, Dickinson y Harris fueron labrando los temas que estaba unidos entre sí. Esto hizo que la banda al completo se enfocara en un mismo objetivo. Por otro lado, dejaban a un lado los temas largos y enrevesados, dejaban a un lado las guitarras secuenciadas; volvía el sonido limpio y entraban teclados sin temor alguno. A estas alturas de la película nadie les iba a echar en cara el uso de un instrumento hasta ahora prohibido.
Y si antes decía que un trabajo conceptual era arriesgado, era por el hecho que poco tiempo después, para ser más exactos con un mes de diferencia, QUEENSRYCHE editaba "Operation: Mindcrime", una obra cumbre, maestra y mastodóntica que podía hacer sombra a los británicos. A través de 8 temas, el nuevo trabajo de IRON MAIDEN narra la historia de un vidente, nacido Séptimo hijo de puta de un séptimo hijo de puta, que tendría facultados psíquicas, mágicas y mierdas así. Cada tema abarca un tramo de la vida de este tipo, dede que nace en "Moonchild", sus poderes varios, hasta que muere en la brutal "Only The God Die Young". La idea se le ocurrió a Harris tras la lectura del libro "El Séptimo Hijo" de un tal Orson Scott; Harris lo comentó con Dickinson y la idea sobre un séptimo hijo nacido de un séptimo hijo fue creciendo hasta convertirse en lo que fue: una nueva obra de arte considerada por muchos como el mejor disco de la banda, que ya es decir. Este concepto de álbum entusiasmo a Dickinson, este hecho es importante, ya que tras su nula participación en el anterior trabajo su ego podía sentirse jodido como un forero sin wi-fi. El caso es que Dickinson poco tiempo después mostró sus dotes como escritor, y en este disco su aportación fue básica ya no solo a nivel vocal, también a nivel lírico y compositivo, lo cual era importante para mantener al voceras comandando la nave. El caso es que al ser un disco conceptual, unos estuvieron pendientes del trabajo de los demás, y la tensión compositiva se vio reflejada en unos temas perfectos.
Producción, poco a comentar, sonido limpio, pulcrísimo, Dickinson en estado de gracia, mucho mejor que en sus anteriores obras, uso de teclados sin pudor alguno (ahí entró Michael Kenney y hasta día de hoy aparte de su aportación como ingeniero de sonido toca los teclados en directo), Martin Birch nuevamente sacando lo mejor de la formación en un momento complicado. Más aún, como después se vio, con un Smith no demasiado contento ni satisfecho con el devenir de los acontecimientos. En todos los temas que tienen su firma se sigue observando ese matiz más comercial y rockero en contraposición en las composiciones más marcadamente Heavys de Harris. Excepto el tema que da título al trabajo, el resto oscilan entre los 4 y 5 mintuos, pero no por ello dejaron de banda ese cariz progresivo y complejo. Sí, hijo de perra, no te lleves las manos a la cabeza, en este trabajo hay partes instrumentales completamente hipnotizantes, unas burradas, unos giros y unas idas de olla importantes, me la comes por detrás, y luego por delante.
Sobre la gira, bueno, los puso de cabezas de cartel del festival de Donington, que por aquel entonces era lo máximo entre el rockerio. El Seventh Tour duró desde abril de 1988 hasta diciembre del mismo año y los volvió a llevar por USA y Europa, con un Dickinson muy mermado al final de la gira. Sí que es verdad que el disco en USA no tuvo tanta aceptación como en Europa, pero eso es porque allí son retrasados y unos hijos de puta. No hay duda de que el motivo de que el disco fuera un tiro fue un tema que causó mucho impacto al igual que el video (que sale un actor de los Monty Piton o como se escriba, que estaba enfermo de cáncer terminal y murió poco tiempo después de grabarlo) de "Can I Play With Madness".
La puta que me parió, esta vez no queria enrollarme tanto y al final me sale otro tocho. Ojo a la imagen y al picture disc, venia con una especie de bandera que esta ahí metida, una pieza muy codiciada y difícil de conseguir a día de hoy.
Vamos a los temas.
"Seven deadly sins, Seven ways to win, Seven holy paths to hell
And your trip begins..." y el viaje comienza con
"Moonchild" de Smith y Dickinson. Bruce la encara con una voz desgarrada, mucha mala leche. El bajo en primer plano, batería más presente sobre todo en timbales y bombo. Guitarras rítmicas más marcadas... sutiles teclados, y estribillo rompe pollas con Bruce allí arriba y vosotros esperando que os mee encima como escoria que sois. El estribillo es acompañado de una armonía, tras el segundo entra un puente donde Bruce casi susurra mientras el bajo cabalga y las guitarras se van elevando hasta llegar a un solo de Smith marca de la house. Trepidante, innovadora, brillante.
Y casi sin descanso entramos en lo que para mí es el mejor tema del disco:
"Infinite Dreams". Harris en su estado natural sentando catedra. Inicio melódico, en plan balada, punteo fino y elegante, entra Bruce, le dejamos que lo haga de forma pausada, tranquila, paz, nos hacemos una paja. La caja de Nicko poco a poco nos prepara para la tormenta, redoble y entramos al trapo, rasgueo y distorsión, Bruce se eleva y segunda estrofa de nuevo en lo alto. Estribillo machacón, desafiante, muy jodido y agresivo. Bruce ya no canta, interpreta, entona, sube, baja y de mientras se caga en el maricón de vuestro padre. Parte instrumental, llegamos a uno de los momentos más increíbles de la historia de IRON MAIDEN. Melodía machacona, Bruce agoniza con un grito y Harris empieza a galopar hasta enterrarlos en el mar. Nueva melodía, el tema se acelera, Nicko cambia los ritmos con la punta del nabo, entra Murray con una armonía que no es ni humana, de medias entra Bruce cantando y pidiendo ayuda (Help me...!!), acaba su suplica y entra Smith con un solo breve y conciso acompasado con la melodía; entra Murray, más caótico y visceral, y luego las dos guitarras entran con la melodía inicial y vuelta al galope reventando tripas. Dos golpes de Charles, y vuelve Bruce. Pura magia, puro arte. Si no te gusta esto estás muerto. Absoluta crema.
"Can I Play With Madness" con los años ha conseguido ser un tema odioso, algo pasteloso, pero en su momento fue el hit que aupó este trabajo a los primeros puestos de medio mundo. Unión compositiva de Smith, Dickinson y Harris. En el estribillo que todo dios conoce, los teclados entran sin traumas ni vergüenzas, es más, en la versión en directo de años después, se elevarían de una forma un tanto curiosa. La estrofa muestra a un Bruce cargado de mala hostia, de crítica a todo lo que se mueve, de sarcasmo, tras el segundo estribillo parte instrumental y cambio de ritmo radical algo forzado. Quizás el escuchar este tema hasta la saciedad en todas partes (fue el primer single), hace que al final pierda su encanto... pero curioso es que el primer single sea el tema más flojo del trabajo según mi mierda de opinión que al igual que la vuestra, no vale ni para tomar por culo.
La cara A se cierra con otra puta barbaridad:
"The Evil That Men Do", nuevamente del trio calavera. Y otra vez inicio pausado, melódico, armonioso, roto por un vendaval. Riff maravilloso escondido entre el bajo y el charles. Bruce se llena de épica y melancolía en la estrofa, el puente lleno de tristeza y de furia, y el estribillo colma la expectativas... el mal que los hombres hacen perdurará en el tiempo. Así una y otra vez, y que más da, ojalá no acabara nunca. En la segunda estrofa hay una variación en el tono de Bruce al final que da un rollo y un contraste maravilloso. El solo de Smith es de los mejores del trabajo, tiene un rollo muy similar a los temas de su autoría del "Somewhere in Time", fijaros y lo veréis.
"Seventh Son Of A Seventh Son" da nombre a la épica. En este tema de Harris los teclados aquí ya están en un primer plano, sin que les coma el miedo, a calzón bajado. Bruce canta grave, en un medio tiempo cargado de mala leche épica y de notas sostenidas que solo los más grandes soportan. Dos estrofas hasta llegar al estribillo donde se repite el título del tema y del álbum... puede parecer anodino e insustancial, pero para nada. En mi cabeza estalla el recuerdo de los conciertos cuando Bruce entona la primera parte del título y el público con pleitesía repite la segunda. Las melodías y armonías cuidadas y elegantes van recorriendo el tema, van llevando en volandas a un Bruce pletórico e inigualable. La parte instrumental es una locura, un vendaval de cambios, de coños y de absoluta genialidad. Emulan la parte tranquila de "The Rime Of The Ancient Mariner" mientras Bruce recita una especie de oración antes de la entrada de los solos de Smith y Murray. Recuerdo cuando era un chaval que este tema no lo entendía, no lo asimilaba, se me hacía largo y aburrido... qué hijo de puta era joder, qué hijo de puta. Qué así se escriba... y así se haga. La armonía final con guitarras gemelas debería enseñarse nada más nacer.
"The Prophecy" hace que el binomio Murray/Harris entre en escena. Elegancia supina en el arpegio inicial, un pequeño punteo y el riff principal entra como tu puta madre la gorda en la ciudad de los pitufos. Un tema con un rollo muy "Piece Of Mind", melódica, muy potente aunque parezca un medio tiempo en ocasiones. La estrofa tras una conversación entre Bruce y un Dios, que tanto monta, se convierte casi sin darnos cuenta en el estribillo. La parte instrumental llena de armonías, de delicadeza... joder, Murray está en estado de gracia. El enlace entre una de tantas armonías y los solos es demoledor, lo mismo que la vuelta a la estrofa principal. Y al final... bueno, una delicatesen en forma de acústica, con un rollo muy evocador, casi medieval que se difumina en el tiempo en un fade, algo nada habitual (solo apreciable en "Strange in a Strange Land").
Harris vuelve a la carga con
"The Clairvoyant", uno de los temas principales de la historia del trabajo y que han incluido en muchas de sus giras. Un redoble de caja nos adentra en un mundo muy fantástico. Ojo al trabajo de Nicko en este tema, completamente brutal. Bruce en este tema tiene un tono más natural aunque en ocasiones algo forzado, no es su tono, pero aún lo controla, ojo cuando al final de la estrofa antes del estribillo canta eso del "...anymoreee". El estribillo siempre se me quedó algo a medias, como que le falta una vuelta en comparación con el resto del tema. Aún así, no puede dejar de ser considerado otro clásico. La entrada de los solos es abrupta, inesperada, en uno de los mejores momentos en cuanto a punteos se refiere del trabajo y de los más breves. "En el momento que naces, estás muriendo, y renaciendo nuevamente".
Y para acabar, el marginado. En cada disco de MAIDEN hay un tema que no cuenta, que no se toca en directo y al que nadie presta atención. En este caso es
"Only The Good Die Young", de Dickinson/Harris, muy raro ver una composición con estas dos firmas sin la de Smith por medio. El inicio ya es espatárrante, con la armonía sustentada por una tecla sostenida de teclados, y la entrada de Bruce medio susurrando, riéndose en tu puta cara, con un tono tan desafiante como jodido. Es el momento de la muerte, aquí no hay bromitas ni medias tintas, ojo a la letra de este tema. Tras dos estrofas entra a saco el estribillo, como una oración sagrada, que me cago en tu puta calavera. Tras un solo ultra Heavy Harris se vuelve loco en un medio solo de bajo, cambio y entra la armonía inicial, y vuelta al principio con Bruce de nuevo. Demencial. El tema se cierra igual que empezó... "Seven deadly sins...".
Vamos con los singles, hay mucha chicha y fueron una locura para los coleccionistas, ya no solo porque se sacaran 4, es que se editaron todos ellos en 7", en 12", en picture troquelado (muy jodidos de conseguir), y por primera vez, en cd, ya que en 1988 empezaba a sacar la cabeza el formato digital. Los troquelados son preciosos y se puede apreciar todavía más el arte de locura de Derek Riggs, la verdad, es que sí, muy bonitos pero suenan como el culo, aún así son piezas jodidas, muy jodidas de poder ver en buen estado. Con esos 4 troquelados tengo al menos para 6 meses de residencia.
Como es habitual, el primer single salió un mes antes del disco, y la verdad es que creó mucha expectación. Fue
"Can I Play With Madness", en la cara B del 7" tenía el tema "Black Bart Blues", una chorrada de canción, con un rollo blues donde explican la historia de una armadura que estaba en el autobús de gira y con la cual Bruce hacía bastantes tonterías. El 12" y cd-single tenía un tema más que era la versión de "Massacre" de THIN LIZZY, alucinante como la llevan a su terreno, sobre todo por el rollo que le da Harris con el bajo cabalgando como una puta bestia.
El segundo single fue
"The Evil That Men Do", y tenía unas caras B de la leche. En el 7" fue una versión actualizada con la voz de Bruce del tema que abría su primer disco: "Prowler 88", muy curiosa, no voy a comparar, son cantantes y épocas distintas, pero como material es oro. En el 12" y el cd-single además del mencionado, había la versión de "Charlott The Harlotte 88" también del primer disco. Esta segunda está más chula y convincente.
El tercer single fue
"The Clairvoyant", y aparece en su versión en directo, y en la cara B había una versión también en directo del tema "The Prisioner". En el 12" y cd-single tenemos el pesado "Heaven Can Wait". Creo que nadie podía esperar un tercer single, pero es que el trabajo vendió lo que no está escrito, y aún así, apoyando un video del cual luego hablaremos, sacaron un cuarto.
"Infinite Dreams" fue el cuarto y último sencillo del trabajo y también fue grabado en directo; en la cara b del 7" tenemos el tema "Killers" en directo, y en el 12" y el cd-single además "Still Life". Todos estos temas en directo fueron grabados en 1988 en Birmingham. Luego todos fueron incluidos en el VHS "Maiden England".
Y aquí tenemos la miscelánea que salió poco tiempo después del trabajo aprovechando el tirón de popularidad que estaba teniendo la banda. Fue una especie de resurrección cuando aún nadie los daba por muertos:
Como hemos comentado, lo primero que salió tras el disco y sus cuatro sencillos, fue el directo en VHS
"Maiden England". Aquí lo podéis ver en dos VHS, pero uno es una edición especial que venía con un cd con los temas del concierto (excepto dos por problemas de espacio). El directo no está mal, pero noto a Bruce muy jodido de la voz al final del mismo, creo que lo tiraron todo a una sola carta. El repertorio es curioso y difiere mucho de "Live After Death", por eso tiene un gran valor. La versión en digipack de la derecha es un pirata en digipack.
Además de todo esto, editaron el VHS
"The First Ten Years" con todos los videos publicados por la banda. La verdad es que en cuestión de videos en la primera época, cuidaron muy poco los detalles y hay autenticas chapuzas. Y para acompañar esta edición, sacaron la caja tocho "The First Ten Years" que tiene un rollo curioso: Fueron diez dobles discos, y en cada uno venían dos vinilos con los 12" editados por la banda, desde "Running Free" que fue el primero, hasta "Infinite Dreams" que fue el último. Era una especie de recopilatorio del material más difícil de conseguir. En cada uno de los discos, había una papelito que demostraba que lo tenías. Cuando tenías los 10 papelitos de cada uno de los discos, lo enviabas a EMI y te mandaban gratis la caja para mater todos estos discos. Una locura. Otra pieza bastante codiciada, que en unas condiciones aceptables se paga por un pastizal a día de hoy.
Este trabajo es el último disco de la época clásica de MAIDEN, pero para nada es el final de la banda ni del mito ni nada parecido. Habían pasado 8 años desde su primer trabajo y habían editado 7 obras maravillosas que siguen sentando cátedra, y los confusos y jodidos años 90 esperaban para darle la dentellada definitiva a MAIDEN e intentar hacerlos desaparecer por caducos y anticuados. Los '90 les comieron los cojones, pero bien comidos. Pero eso ya es otra historia.
¿Es
"Seventh Son Of A Seventh Son" el mejor disco de IRON MAIDEN? eso es mucho decir hijo de perra, pero hay muchos que así lo opinan. Yo no me atrevería a decirlo, pero quizás sea el más compacto de su carrera y siempre estará en su top 3.