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IRON MAIDEN - "Fear Of The Dark" - 1992
Año 1992. Año del Cobi y del Curro, de cuando en mi ciudad no quedó ni un puto yonqui. También fue el año de la edición de “Fear Of The Dark”. Eran tiempos raros para la música, no diría que jodidos porque tampoco quiero personalizar tanto, pero sí que fue un momento complejo donde los 80 parecían caducos y casi ridículos. De las mallas pasamos a las camisas a cuadros, de la fantasía al suicidio, de la diversión a la depresión… y qué pintaba IRON MAIDEN, pues mucho. “Fear Of The Dark” fue recibido de una forma aplastante por medios y público. A nivel personal era una época de mierda donde todo se me venía encima, y recuerdo cuando compré la cassette y en el mismo metro de vuelta a casa la puse. Escuchar las primeras notas de “Be Quick Or Be Dead” fueron un chute de energía. Llegó en un momento bajo y de una forma inesperada, por eso creo que este disco es muy importante para un buen seguidor de IRON MAIDEN aunque sea diferente, poco equilibrado, con sobras y con alguna genialidad.
Recuerdo que la presentación del disco la hicieron en un castillo donde había enanos, números de circo, guarras por doquier y mucha cerveza. EMI puso toda la carne en el asador. No en vano la banda volvió a liderar el festival de Donington que luego pasó por varios países, incluido España, y para postre, el disco alcanzó el número 1 en Inglaterra y en USA tuvo unas ventas importantes. Así pues, podemos decir que este disco trajo de vuelta a unos IM que se dejaron caer casi de forma consciente con su anterior trabajo.
Era el momento de romper moldes. La portada ya no era de Derek Riggs, era de un tal Melvyn Grant y decir que me parece alucinante. Luego repitió en “Virtual XI”, la cual me parece un puto truño. La producción seguía corriendo a cargo de Martin Birch, que como ya comenté, hijo de puta, a ver si estás atento, ya trabajaba para Maiden de forma exclusiva, aunque después de este trabajo se jubiló, que bien ganado se lo tenía. A destacar la dupla Dickinson/Gers en la composición, firmando hasta tres temas, y sobre Gers, comentar también que co-escribió 5 temas del trabajo, así que el aire fresco del “nuevo” componente aquí ya se hizo notar totalmente. Además, Gers dio mucha energía escénica al grupo, en contraposición al estilo más calmado y quieto de Smith. Sobre su estilo, sus bailes y su forma de moverse… prefiero no comentar nada, pero al final es como ese forero subnormal, que al final le coges cariño y te lo quedas.
La temática de los temas, después de la incursión en su anterior obra, estaba claro que iba a seguir por unos derroteros más reales. Es una de las cosas que más me choca de este trabajo, la temática, te hablan de corrupción, de SIDA, de pobreza, de guerra e incluso de hooligans. La historia y la fantasía en su lírica habían quedado atrás, algo que era santo y seña de la banda había sido dejado de lado. Incluso publicaron su primera balada: “Wasting Love”.
Como ya comentamos, Bruce le dijo a Harris que quería irse, que no podía más. Harris le pidió un disco más después del flojo “No Prayer For The Dying”, y más allá de que “Fear Of The Dark” tenga nivel o no (eso ya lo discutiremos foreando), el caso es que cosechó un éxito y unas críticas aplastantes. La gira fue inmensa, no del nivel de Slavery tour o del Somewhere on Tour o del Seventh Tour pero volvían a mostrar un escenario lleno de detalles y a tocar en escenarios grandes. Estoy convencido de que Harris daba por hecho que Bruce no se iría. Al acabar la gira Bruce anunció que se iba, no sin polémica, y después de eso Harris cometió un error de libro, que fue intentar alargar su relación con el cantante lo máximo posible. Editaron directos que no había por donde cogerlos, e hicieron una gira de despedida donde se palpaba la tensión en el ambiente, donde Bruce iba por un lado y el resto de la banda por otro. Para un fan, era muy duro ver esa distancia entre dos iconos como Bruce y Harris, todos nos imaginábamos que sus personalidades no encajaban, pero verlo in situ fue duro joder, muy duro.
Volvamos al sonido del disco que me lio la picha. Los temas en sí, que luego veremos, tienen un estilo muy variado, y eso hace que el disco no acabe de estar cohesionado a mi entender… para otros esto será una virtud. Coquetean con el Thrash (“Be Quick…”), con la psicodelia (“Fear Is The Key”), y experimentan en algunas partes con estilos que hasta hace poco eran prohibidos.
Todo lo aquí comentado, que en otras formaciones sería algo normal, en el universo MAIDEN era muy bestia, ya que era una banda icónica y sus fans lo éramos a muerte, subnormales como pocos, así que había que adaptarse o morir. Para los más viejos del lugar por aquel entonces, le época clásica había muerto, ya nada valía la pena. Pero hay que conservar la fe.
Vamos a los temas.
“Be Quick Or Be Dead” de Gers y Dickinson entra como un puto elefante. Redoble, y Bruce volviendo a sacar la sirena anti-aérea, estribillo con voz grave, y puente melódico. En un minuto habían enseñado las cartas, un puto tiro. Si que es verdad que la escuchas ahora y no impacta tanto como en su momento, pero el riff principal sigue siendo una puta amez y aunque es sencillo, tocarlo a la misma velocidad un martirio. En este tema es donde comentaba que habían coqueteado con el Thrash, que aunque por aquellos tiempos el sonido estaba de capa caída, si que los fans que pasaban de los subnormales del grunge se iban a sonidos más extremos y empezaban a mirar al Norte de Europa. Aquí Gers enseña sus cartas. Su sonido es pulcro y cristalino, pero su forma de tocar más caótica, no es matemática como Smith, es improvisación, más rockera e impertinente.
El segundo tema no se queda atrás, Harris compone en solitario “From Here To Eternity”, que junto al primero serían los dos primeros sencillos del trabajo. Un tema que por estilo podría haber entrado en “No Prayer…” pero con la diferencia que aquí hay un rollo más rockero, con un estribillo muy gamberro, con unos coros que hasta ahora eran impensable en la banda. Siempre he pensado que este tema está muy influenciado por el disco de Bruce en solitario “Tattoed Millionare” a pear de ser compuesto por Harris. Posee un toque desenfadado y rabioso que lo hace especial, y el solo es de lo mejor del álbum.
Harris compone el tercer tema y mantiene el nivel intacto: “Afraid To Shoot Strangers” está inspirada en la Guerra del Golfo (golfo como vuestros padres). Tema pausado, con Bruce susurrando y de fondo bombo bombo y caja a doble baqueta de Nicko mientras Harris marca el camino con un bajo acústico. Se veía venir, pero aquí tenemos las armonías clásicas de Maiden que rompen el tempo del tema y nos ofrecen una melodía impresionante auspiciada por unos teclados que llevan en volandas una armonía amérrima que se rompe con la entrada de los solos de Gers y Murray tornándose en veloz y despiadada, y entre medias una nueva armonía con las twin guitars old school with big tits and round asses fuckin niggas with big dick. La entrada de la armonía y de Bruce repitiendo el estribillo cierran un tema que siempre me ha fascinado y en su momento no podía dejar de escuchar.
Acaba la cara A y empieza la B con “Fear Is The Key” de Gers y Bruce… siempre me pareció una puta mierda este tema, de lo peor de la discografía de la doncella. Empieza con un riff con rollo árabe, y una melodía vocal que casi no llega al aceptable. Lo que no soporto es la parte psicodélica del tema donde Bruce empieza a hablar y desvariar. El rollo abstracto del final es un fallo en el sistema en la máquina perfecta que hasta ese momento eran IRON MAIDEN. Paso página.
Harris vuelve a poner las cosas en su sitio con “Childhood’s End”, tema que habla de las miserias de este mundo. Podría entrar en “Piece of Mind”?, ahí dejo la pregunta. El bajo del inicio empastado con los timbales de Nicko me alucina bastante, el delicado punteo hasta la entrada de Bruce es crema, y la melodía vocal está muy lograda, tono grave, trascendental, teatral como en los viejos tiempos. Quizás el estribillo merecía algo más de trabajo, pero musicalmente es un tema impecable. Tras el segundo estribillo entra la parte instrumental, una puta delicatesen con aire clásico. Armonía potente, poderosa, 4 repeticiones y entran el solo alocado de Gers, con tapping punteos y flipadas, vuelta milagrosa a la armonía como ellos saben hacer y vuelta a la estrofa. Es un puto temazo hijos de puta.
La cara B se cierra con la balada “Wasting Love”, nuevamente a cargo de Gers y Bruce. El tempo y delicadeza del tema es un rara avis en los británicos, es la primera y única balada propiamente dicha de la banda. Personalmente siempre me pareció un poco cargante, sobre actuada y pretenciosa. Supongo que a estas alturas de la película era necesario tener una balada radiable y follable. Habla del miedo al SIDA, a los coños con liendres y a los puteros de León. Armonía, arpegio, melodía de Bruce y estribillo cansino son las señas de identidad de un tema montonero pero quizás necesario en la estructura final del trabajo. Esto último es una soplapollez pero mira, me apetecía soltarla y ahora no voy a borrarla, voy a calzón bajado.
La cara C empieza con “The Fugitive”, típico tema de Harris. Nicko se deja las entrañas en el inicio del tema, bajón de intensidad, de tempo, y vuelta al principio nuevamente creando tensión, mala hostia… entre Bruce calmado, cuatro estrofas y Nicko vuelve a machacar y entran las rítmicas y el charles. El tempo se acelera disimuladamente y llegamos al estribillo, voces dobladas de Bruce en una melodía clásica y casi típica, pero no por ello, oye, menos interesante. La parte instrumental es extensa y la verdad es que tiene unos solos cristalinos y muy bien paridos. El estilo y sonido en los solos de este trabajo es el que perduraría a lo largo de los trabajos venideros. Es un tema menor dentro del álbum, pero es agradable. Uno de esos olvidados que tiene mucho que decir, aunque el tema más olvidado del disco aún está por llegar.
“Chains Of Misery” de la no habitual dupla Murray / Dickinson tiene un aire callejero y gamberro, con un rollo muy similar a “From Here To Eternity”. Trabajo de Bruce excelente, fijaros en el tono y entonación de la estrofa, en como cambia en el puente y como se desgañita en el estribillo, nuevamente cantado con coros, algo que tampoco era habitual. El solo a tener en cuenta, tras el segundo estribillo Bruce se queda solo casi hablando mientras una melodía suavemente va subiendo hasta volver a entrar todos de nuevo, es un cambio magistral aunque pase casi inadvertido, dadle una oportunidad.
“The Apparition” de Gers y Harris es una de esas cosas raras que de vez en cuando le aparecen al bajista por la cabeza y las vomita, aunque Gers tendría aquí buena culpa. Es un tema que da vueltas sobre sí mismo y parece que nunca acaba. No tiene estribillo, es como una poesía cantada. Esperas que llegue el éxtasis en un momento dado, pero no, vuelve una y otra vez a lo mismo. Siguiente.
Y es aquí donde esta la joya escondida del disco: “Judas Be My Guide” de Murray y Harris. Temazo del copón marginado como tantos otros. Empieza con un solo de Gers así, a saco Francisco, llega Bruce y canta con una rabia inusitada, veloz, trepidante. El estribillo tiene un punto comercial pero irresistible. Tras el segundo estribillo, armonía marca de la casa y puente con un Bruce espléndido y entrada de los solos. Jamás tocada en directo, jamás mencionada, un temarral como una mesa de cristal con polla.
“Weekend Warrior” y la afición de Harris por el fútbol… jamás se podría imaginar que la trajera a la banda. Un tema que habla de los aficionados al fútbol violentos. De chaval el tema me parecía alucinante, y lo es, tiene unas melodías y un rollo rockero muy guapo, y Bruce está que se sale, con un aire muy similar a sus temas del disco en solitario… pero la letra, la temática, no me cuadra. El estribillo es irresistible, imposible no mover los pies. Intento déjarme llevar pero me cuesta.
Y para cerrar el tema insignia del trabajo, “Fear Of The Dark”, una locura de Harris que quizás es el último gran clásico de la banda. No ha faltado desde entonces en ninguno de sus conciertos. Y a pesar de haber sonado hasta la extenuación y ya ser incluso cansino, sigue siendo uno de los temas emblema de la banda por derecho propio. Poco a comentar, un tema perfecto, Bruce no canta, interpreta, dando voz al miedo, las melodías vocales, los tempos… todo es impecable y una forma apabullante de cerrar un disco con más altos que bajos.
Quizás no sea un disco para escuchar del tirón. Si lo escuchas de 3 en 3 gana mucho. No en vano es hasta esa fecha el disco más largo editado con casi una hora de duración y 12 temas.
Los singles, salieron tres, vamos a desgranarlos un poco aunque las caras B esta vez me dejaron muy a medias excepto una, curiosamente en el artículo más raro de esta triada.
Los dos primeros, salieron en cd, 7", 12" y Picture, y el tercero solo en cd-single y para el mercado holandés, una locura para coleccionistas.
El primero fue "Be Quick Or Be Dead" un mes antes de la salida del disco. Cara B para "Nodding Donkey Blues", tema de esos tontos para hacer la gracia, un blues típico sin nada que aportar. Y en los formatos grandes una versión de MONTROSE: "Space Station n. 5".
El segundo fue "From Here To Eternity", con una versión en la cara B de Chuck Berry, "Roll Over Vic Vella", y los formatos grandes dos temas en directo. Pero en su versión en troquelado, había un tema brutal de BUDGIE, "I can't see my feelings" que solo estaba disponible en ese formato, caro y jodido de conseguir.
El tercero fue "Wasting Love", editado en cd-single solo en Holanda y en edición limitada, con el extra de tres temas en directo de "No Prayer for the Dying", un material jodido de conseguir y caro como su Puta madre, sin Eddie en la portada (al igual que en "From Here..."). Por cierto, la cara que agarra Eddie en "Be Quick Or Be Dead" se parece mucho a un predicador de USA que estuvo dando mucho por el culo.
Tras la marcha de Bruce anunciada, se intentó alargar lo más posible la gallina de los cojones de oro con 3 directos. El primero fue "A Real Live One", que contenía temas desde el "Somewhere In Time" hasta "Fear of the Dark", el segundo fue "A Real Dead One", con temas clásicos. El tercero fue "Live at Donington", con el concierto entero tocado en el festival y con un sonido muy mierdoso. Todos producidos por Harris, el cual no tiene ni puta idea de producir. Decir que estos tres vinilos son de lo más caro de su catálogo. Por los dos primeros se suelen pagar de 150 para arriba, y por el "Live at Donington" en un estado normal, 300 euros ya es barato. La cassette, que solo se editó en España del concierto de Donington, se cotiza a más de 100 pavos, una puta locura joder.
Y bueno, estos directos vinieron con sus singles respectivos: "Fear of the Dark Live", y "Hallowed be thy Name", el cual tiene una portada muy cachonda, ya que se ve al diablo atravesar a Bruce con el tricornio o como se llame la lanza esa.
Y bueno, tras todo esto, cruce de acusaciones, reproches y mucha tensión. Bruce inició su carrera en solitario editando "Balls to Picasso" y el extraño "Skunkworks", pero esto es otra historia. Harris empezó el casting en busca de un nuevo cantante, pero eso será en el siguiente capítulo. Tocaba recomponerse.
IRON MAIDEN - "Fear Of The Dark" - 1992
Año 1992. Año del Cobi y del Curro, de cuando en mi ciudad no quedó ni un puto yonqui. También fue el año de la edición de “Fear Of The Dark”. Eran tiempos raros para la música, no diría que jodidos porque tampoco quiero personalizar tanto, pero sí que fue un momento complejo donde los 80 parecían caducos y casi ridículos. De las mallas pasamos a las camisas a cuadros, de la fantasía al suicidio, de la diversión a la depresión… y qué pintaba IRON MAIDEN, pues mucho. “Fear Of The Dark” fue recibido de una forma aplastante por medios y público. A nivel personal era una época de mierda donde todo se me venía encima, y recuerdo cuando compré la cassette y en el mismo metro de vuelta a casa la puse. Escuchar las primeras notas de “Be Quick Or Be Dead” fueron un chute de energía. Llegó en un momento bajo y de una forma inesperada, por eso creo que este disco es muy importante para un buen seguidor de IRON MAIDEN aunque sea diferente, poco equilibrado, con sobras y con alguna genialidad.
Recuerdo que la presentación del disco la hicieron en un castillo donde había enanos, números de circo, guarras por doquier y mucha cerveza. EMI puso toda la carne en el asador. No en vano la banda volvió a liderar el festival de Donington que luego pasó por varios países, incluido España, y para postre, el disco alcanzó el número 1 en Inglaterra y en USA tuvo unas ventas importantes. Así pues, podemos decir que este disco trajo de vuelta a unos IM que se dejaron caer casi de forma consciente con su anterior trabajo.
Era el momento de romper moldes. La portada ya no era de Derek Riggs, era de un tal Melvyn Grant y decir que me parece alucinante. Luego repitió en “Virtual XI”, la cual me parece un puto truño. La producción seguía corriendo a cargo de Martin Birch, que como ya comenté, hijo de puta, a ver si estás atento, ya trabajaba para Maiden de forma exclusiva, aunque después de este trabajo se jubiló, que bien ganado se lo tenía. A destacar la dupla Dickinson/Gers en la composición, firmando hasta tres temas, y sobre Gers, comentar también que co-escribió 5 temas del trabajo, así que el aire fresco del “nuevo” componente aquí ya se hizo notar totalmente. Además, Gers dio mucha energía escénica al grupo, en contraposición al estilo más calmado y quieto de Smith. Sobre su estilo, sus bailes y su forma de moverse… prefiero no comentar nada, pero al final es como ese forero subnormal, que al final le coges cariño y te lo quedas.
La temática de los temas, después de la incursión en su anterior obra, estaba claro que iba a seguir por unos derroteros más reales. Es una de las cosas que más me choca de este trabajo, la temática, te hablan de corrupción, de SIDA, de pobreza, de guerra e incluso de hooligans. La historia y la fantasía en su lírica habían quedado atrás, algo que era santo y seña de la banda había sido dejado de lado. Incluso publicaron su primera balada: “Wasting Love”.
Como ya comentamos, Bruce le dijo a Harris que quería irse, que no podía más. Harris le pidió un disco más después del flojo “No Prayer For The Dying”, y más allá de que “Fear Of The Dark” tenga nivel o no (eso ya lo discutiremos foreando), el caso es que cosechó un éxito y unas críticas aplastantes. La gira fue inmensa, no del nivel de Slavery tour o del Somewhere on Tour o del Seventh Tour pero volvían a mostrar un escenario lleno de detalles y a tocar en escenarios grandes. Estoy convencido de que Harris daba por hecho que Bruce no se iría. Al acabar la gira Bruce anunció que se iba, no sin polémica, y después de eso Harris cometió un error de libro, que fue intentar alargar su relación con el cantante lo máximo posible. Editaron directos que no había por donde cogerlos, e hicieron una gira de despedida donde se palpaba la tensión en el ambiente, donde Bruce iba por un lado y el resto de la banda por otro. Para un fan, era muy duro ver esa distancia entre dos iconos como Bruce y Harris, todos nos imaginábamos que sus personalidades no encajaban, pero verlo in situ fue duro joder, muy duro.
Volvamos al sonido del disco que me lio la picha. Los temas en sí, que luego veremos, tienen un estilo muy variado, y eso hace que el disco no acabe de estar cohesionado a mi entender… para otros esto será una virtud. Coquetean con el Thrash (“Be Quick…”), con la psicodelia (“Fear Is The Key”), y experimentan en algunas partes con estilos que hasta hace poco eran prohibidos.
Todo lo aquí comentado, que en otras formaciones sería algo normal, en el universo MAIDEN era muy bestia, ya que era una banda icónica y sus fans lo éramos a muerte, subnormales como pocos, así que había que adaptarse o morir. Para los más viejos del lugar por aquel entonces, le época clásica había muerto, ya nada valía la pena. Pero hay que conservar la fe.
Vamos a los temas.
“Be Quick Or Be Dead” de Gers y Dickinson entra como un puto elefante. Redoble, y Bruce volviendo a sacar la sirena anti-aérea, estribillo con voz grave, y puente melódico. En un minuto habían enseñado las cartas, un puto tiro. Si que es verdad que la escuchas ahora y no impacta tanto como en su momento, pero el riff principal sigue siendo una puta amez y aunque es sencillo, tocarlo a la misma velocidad un martirio. En este tema es donde comentaba que habían coqueteado con el Thrash, que aunque por aquellos tiempos el sonido estaba de capa caída, si que los fans que pasaban de los subnormales del grunge se iban a sonidos más extremos y empezaban a mirar al Norte de Europa. Aquí Gers enseña sus cartas. Su sonido es pulcro y cristalino, pero su forma de tocar más caótica, no es matemática como Smith, es improvisación, más rockera e impertinente.
El segundo tema no se queda atrás, Harris compone en solitario “From Here To Eternity”, que junto al primero serían los dos primeros sencillos del trabajo. Un tema que por estilo podría haber entrado en “No Prayer…” pero con la diferencia que aquí hay un rollo más rockero, con un estribillo muy gamberro, con unos coros que hasta ahora eran impensable en la banda. Siempre he pensado que este tema está muy influenciado por el disco de Bruce en solitario “Tattoed Millionare” a pear de ser compuesto por Harris. Posee un toque desenfadado y rabioso que lo hace especial, y el solo es de lo mejor del álbum.
Harris compone el tercer tema y mantiene el nivel intacto: “Afraid To Shoot Strangers” está inspirada en la Guerra del Golfo (golfo como vuestros padres). Tema pausado, con Bruce susurrando y de fondo bombo bombo y caja a doble baqueta de Nicko mientras Harris marca el camino con un bajo acústico. Se veía venir, pero aquí tenemos las armonías clásicas de Maiden que rompen el tempo del tema y nos ofrecen una melodía impresionante auspiciada por unos teclados que llevan en volandas una armonía amérrima que se rompe con la entrada de los solos de Gers y Murray tornándose en veloz y despiadada, y entre medias una nueva armonía con las twin guitars old school with big tits and round asses fuckin niggas with big dick. La entrada de la armonía y de Bruce repitiendo el estribillo cierran un tema que siempre me ha fascinado y en su momento no podía dejar de escuchar.
Acaba la cara A y empieza la B con “Fear Is The Key” de Gers y Bruce… siempre me pareció una puta mierda este tema, de lo peor de la discografía de la doncella. Empieza con un riff con rollo árabe, y una melodía vocal que casi no llega al aceptable. Lo que no soporto es la parte psicodélica del tema donde Bruce empieza a hablar y desvariar. El rollo abstracto del final es un fallo en el sistema en la máquina perfecta que hasta ese momento eran IRON MAIDEN. Paso página.
Harris vuelve a poner las cosas en su sitio con “Childhood’s End”, tema que habla de las miserias de este mundo. Podría entrar en “Piece of Mind”?, ahí dejo la pregunta. El bajo del inicio empastado con los timbales de Nicko me alucina bastante, el delicado punteo hasta la entrada de Bruce es crema, y la melodía vocal está muy lograda, tono grave, trascendental, teatral como en los viejos tiempos. Quizás el estribillo merecía algo más de trabajo, pero musicalmente es un tema impecable. Tras el segundo estribillo entra la parte instrumental, una puta delicatesen con aire clásico. Armonía potente, poderosa, 4 repeticiones y entran el solo alocado de Gers, con tapping punteos y flipadas, vuelta milagrosa a la armonía como ellos saben hacer y vuelta a la estrofa. Es un puto temazo hijos de puta.
La cara B se cierra con la balada “Wasting Love”, nuevamente a cargo de Gers y Bruce. El tempo y delicadeza del tema es un rara avis en los británicos, es la primera y única balada propiamente dicha de la banda. Personalmente siempre me pareció un poco cargante, sobre actuada y pretenciosa. Supongo que a estas alturas de la película era necesario tener una balada radiable y follable. Habla del miedo al SIDA, a los coños con liendres y a los puteros de León. Armonía, arpegio, melodía de Bruce y estribillo cansino son las señas de identidad de un tema montonero pero quizás necesario en la estructura final del trabajo. Esto último es una soplapollez pero mira, me apetecía soltarla y ahora no voy a borrarla, voy a calzón bajado.
La cara C empieza con “The Fugitive”, típico tema de Harris. Nicko se deja las entrañas en el inicio del tema, bajón de intensidad, de tempo, y vuelta al principio nuevamente creando tensión, mala hostia… entre Bruce calmado, cuatro estrofas y Nicko vuelve a machacar y entran las rítmicas y el charles. El tempo se acelera disimuladamente y llegamos al estribillo, voces dobladas de Bruce en una melodía clásica y casi típica, pero no por ello, oye, menos interesante. La parte instrumental es extensa y la verdad es que tiene unos solos cristalinos y muy bien paridos. El estilo y sonido en los solos de este trabajo es el que perduraría a lo largo de los trabajos venideros. Es un tema menor dentro del álbum, pero es agradable. Uno de esos olvidados que tiene mucho que decir, aunque el tema más olvidado del disco aún está por llegar.
“Chains Of Misery” de la no habitual dupla Murray / Dickinson tiene un aire callejero y gamberro, con un rollo muy similar a “From Here To Eternity”. Trabajo de Bruce excelente, fijaros en el tono y entonación de la estrofa, en como cambia en el puente y como se desgañita en el estribillo, nuevamente cantado con coros, algo que tampoco era habitual. El solo a tener en cuenta, tras el segundo estribillo Bruce se queda solo casi hablando mientras una melodía suavemente va subiendo hasta volver a entrar todos de nuevo, es un cambio magistral aunque pase casi inadvertido, dadle una oportunidad.
“The Apparition” de Gers y Harris es una de esas cosas raras que de vez en cuando le aparecen al bajista por la cabeza y las vomita, aunque Gers tendría aquí buena culpa. Es un tema que da vueltas sobre sí mismo y parece que nunca acaba. No tiene estribillo, es como una poesía cantada. Esperas que llegue el éxtasis en un momento dado, pero no, vuelve una y otra vez a lo mismo. Siguiente.
Y es aquí donde esta la joya escondida del disco: “Judas Be My Guide” de Murray y Harris. Temazo del copón marginado como tantos otros. Empieza con un solo de Gers así, a saco Francisco, llega Bruce y canta con una rabia inusitada, veloz, trepidante. El estribillo tiene un punto comercial pero irresistible. Tras el segundo estribillo, armonía marca de la casa y puente con un Bruce espléndido y entrada de los solos. Jamás tocada en directo, jamás mencionada, un temarral como una mesa de cristal con polla.
“Weekend Warrior” y la afición de Harris por el fútbol… jamás se podría imaginar que la trajera a la banda. Un tema que habla de los aficionados al fútbol violentos. De chaval el tema me parecía alucinante, y lo es, tiene unas melodías y un rollo rockero muy guapo, y Bruce está que se sale, con un aire muy similar a sus temas del disco en solitario… pero la letra, la temática, no me cuadra. El estribillo es irresistible, imposible no mover los pies. Intento déjarme llevar pero me cuesta.
Y para cerrar el tema insignia del trabajo, “Fear Of The Dark”, una locura de Harris que quizás es el último gran clásico de la banda. No ha faltado desde entonces en ninguno de sus conciertos. Y a pesar de haber sonado hasta la extenuación y ya ser incluso cansino, sigue siendo uno de los temas emblema de la banda por derecho propio. Poco a comentar, un tema perfecto, Bruce no canta, interpreta, dando voz al miedo, las melodías vocales, los tempos… todo es impecable y una forma apabullante de cerrar un disco con más altos que bajos.
Quizás no sea un disco para escuchar del tirón. Si lo escuchas de 3 en 3 gana mucho. No en vano es hasta esa fecha el disco más largo editado con casi una hora de duración y 12 temas.
Los singles, salieron tres, vamos a desgranarlos un poco aunque las caras B esta vez me dejaron muy a medias excepto una, curiosamente en el artículo más raro de esta triada.
Los dos primeros, salieron en cd, 7", 12" y Picture, y el tercero solo en cd-single y para el mercado holandés, una locura para coleccionistas.
El primero fue "Be Quick Or Be Dead" un mes antes de la salida del disco. Cara B para "Nodding Donkey Blues", tema de esos tontos para hacer la gracia, un blues típico sin nada que aportar. Y en los formatos grandes una versión de MONTROSE: "Space Station n. 5".
El segundo fue "From Here To Eternity", con una versión en la cara B de Chuck Berry, "Roll Over Vic Vella", y los formatos grandes dos temas en directo. Pero en su versión en troquelado, había un tema brutal de BUDGIE, "I can't see my feelings" que solo estaba disponible en ese formato, caro y jodido de conseguir.
El tercero fue "Wasting Love", editado en cd-single solo en Holanda y en edición limitada, con el extra de tres temas en directo de "No Prayer for the Dying", un material jodido de conseguir y caro como su Puta madre, sin Eddie en la portada (al igual que en "From Here..."). Por cierto, la cara que agarra Eddie en "Be Quick Or Be Dead" se parece mucho a un predicador de USA que estuvo dando mucho por el culo.
Tras la marcha de Bruce anunciada, se intentó alargar lo más posible la gallina de los cojones de oro con 3 directos. El primero fue "A Real Live One", que contenía temas desde el "Somewhere In Time" hasta "Fear of the Dark", el segundo fue "A Real Dead One", con temas clásicos. El tercero fue "Live at Donington", con el concierto entero tocado en el festival y con un sonido muy mierdoso. Todos producidos por Harris, el cual no tiene ni puta idea de producir. Decir que estos tres vinilos son de lo más caro de su catálogo. Por los dos primeros se suelen pagar de 150 para arriba, y por el "Live at Donington" en un estado normal, 300 euros ya es barato. La cassette, que solo se editó en España del concierto de Donington, se cotiza a más de 100 pavos, una puta locura joder.
Y bueno, estos directos vinieron con sus singles respectivos: "Fear of the Dark Live", y "Hallowed be thy Name", el cual tiene una portada muy cachonda, ya que se ve al diablo atravesar a Bruce con el tricornio o como se llame la lanza esa.
Y bueno, tras todo esto, cruce de acusaciones, reproches y mucha tensión. Bruce inició su carrera en solitario editando "Balls to Picasso" y el extraño "Skunkworks", pero esto es otra historia. Harris empezó el casting en busca de un nuevo cantante, pero eso será en el siguiente capítulo. Tocaba recomponerse.