La cuestión verdaderamente trágica de esta cuestión es que ellas, en la mayoría de los casos, no trabajan en algo sublime o insigne para sentirse especiales. Muchas no pueden y ni siquiera es necesario para ellas, es una cuestión sutil, casi perceptiva, de detalle.
La curiosa realidad es que la mayoría tíos no necesitan ni ser ni sentirse especiales, muchos no tienen la capacidad de hacer algo sublime y por lo tanto ser normales les place, quieren ser hombres, sin más. Hay un porcentaje de hombres que quieren SER especiales, no sentirse, ojo, eso sólo los amanerados o pretenciosos.
Esa minoría de hombres trabaja en un proyecto personal, en algo que les haga crecer en un campo y desarrollar su potencial.
La historia de los últimos 100 años nos está mostrando que la mujer siempre necesita sentirse especial, pero rara vez tiene la capacidad de ser especial (todavía menos habitualmente que los hombres). De (por ejemplo) ser una gran músico, pintora o ingeniera. Sin embargo la sociedad tecnocrática y anti-femenina (feminista= anti-femenina) quiere imprimir el carácter de ser en la mujer y la mujer se frustra porque la mayoría no tiene, ni tendrá, un proyecto de vida. Eso modifica penosamente sus expectativas y lleva a muchas de ellas a la frustración vital.
La realidad es que la mayoría de ellas se sentirían especiales con medios meramente artesanales y superficiales, como tener muchos zapatos, ropas o una casa muy moderna y cuqui. "Tengo tal o cual casa en este barrio, pero yo compro con mejor gusto los adornos que menganita, no soy una cualquiera." Algo tan sencillo como ese pensamiento es mucho más habitual en la mujer que cualquier pensamiento acerca de un proyecto vital. Eso les hace "especiales".
Tristemente lo que nos encontramos es que muchas de ellas saben que ni una cosa ni la otra es fácil o posible a día de hoy porque no hay ricos para todas y trabajar y ser madres al mismo tiempo es un proyecto complicado, por decir poco. Por un lado se les niega la feminidad propia y por otro lado se les alimenta con expectativas absurdas que no pueden cumplir, por uno u otro lado (mujeres "completas" realmente femeninas, famosas, de la nobleza y la alta burguesía en las revistas... o mujeres muy masculinas, anti-femeninas, con un "proyecto"...). Esto genera una esquizofrenia de bajo nivel, depresivo, en muchas mujeres. Una suerte de disociación forzada de su naturaleza.