Pues este hilo podría ser la hostia de interesante, pero en este foro no lo creo.
Aún así, querido Max, te diré que ya que has cristalizado la diferencia entre creencias vitales y creencias espirituales, te diré cuáles son las mías.
En cuanto a creencias vitales, y partiendo de la base de que somos un poco de moho en una casi inexistente mota de polvo...
(Foto de la tierra vista desde el Voyager hace 25 años. La franja de luz es un efecto de cámara, la luna queda fuera de foco.
Ampliad la imagen. Estamos ahí)
...creo que no importa una mierda nada de lo que nos pase, ni lo que hagamos o dejemos de hacer.
Alguno de los millones de asteroides de más de diez kilómetros de diámetro impactará con la tierra y nos extinguiremos. O alguna fuente de radiación extrema de algún fenómeno cósmico, o a algún planeta errante (así se formó la tierra y la luna) le estorbaremos el paso y se acabó.
Dentro de mi efímera vida, me conformo con vivir lo más cómodamente posible, bien entretenido y haciendo el menor esfuerzo posible.
Lo que me pase tendrá una enorme repercusión sobre mi mismo, pero ninguna para el resto del mundo. Y a la postre moriré muy pronto y será como si nunca hubiese existido. Me parece bien.
Desde un punto de vista más trascendente, el libro que me marcó profundamente fue el de un matemático llamado Greg Egan.
En dicho libro explica lo que denomina "la teoría del polvo", que con lo que se sabe hasta ahora del universo, no puede ser demostrada experimentalmente, pero sí matemáticamente. Y hasta cierto punto creo en ella.
El libro se llama "ciudad permutación".
Existen más libros de este autor a destacar, entre los que se encuentra "diáspora", "axiomatico" y "el instante Aleph", que complementan o profundizan en ciertos aspectos de la teoría del polvo.
Y es que, si el universo es efectivamente infinito, y este universo es uno de los infinitos universos existentes, moriremos y dejaremos de existir en este universo, pero al igual que el código de un programa de ordenador que se copia infinitamente por internet, somos virtualmente inmortales y viviremos todas las probabilidades de existencia posibles, lo cual puede ser desde una pasada, hasta absolutamente terrorífico, según se mire.