A mí Maje me da asco. Representa, en grado sumo, lo puto peor que puede ser una mujer. Es la personificación de todo lo que detesto en ellas. Es manipuladora, mentirosa, falsa, egoísta, ruin, cobarde, puta putísima putérrima recontraputa, una zorra capaz de hacer lo que sea, hasta de obligar a matar, para sacar cuatro duros o quitarse de en medio a su marido.
Es, queridos amigos, EL MAL personificado. No mala, no. Es EL MAL.
Os indignáis mucho cuando una tía os pone morritos para conseguir que le arregléis algo de ordenador y luego no os da ni las gracias y le laméis los pies a una que le pone morritos a otro para que MATE a lo que se ve que era -pese a todos sus defectos- un hombre bueno. No me podéis dar más asco los que babeáis por ella. Y ni siquiera es guapa. Pero ya vais cantando a ofrecer vuestro cuello en sacrificio ante EL PUTO DEMONIO por un mísero polvo.
Ojalá dierais con una Maje. Ojalá. Ojalá conozcáis a una así y digáis en la vida real lo que decís aquí y vayáis a ella como corderitos y os deje sin ni mierda en las tripas.
Que si queréis follaros a un zorrón me parece muy bien. Fijaos en la amiga, que esa sí que es otro zorrón. Pero no es UN DEMONIO, no es EL MAL.