Muerte a la gente, la hay donde quiera que vas. Maldigo a la gente es lo que odio más

Es que usted para las parejas de sus amigos, si no tiene novia a cierta edad, es o mozo viejo putero o maricón seguro, lo cual es peligroso.

Tranquilo, cuando se divorcien recuperarán el contacto.

Peligroso según se mire, posiblemente eso le ahorrará a uno el tener que soportar una conversación que le importe tres cojones con alguien que le importe todavía menos.

Peligroso será en todo caso para el novio o marido del amigo, que está haciendo trizas una posiblemente buena amistad por una insatisfecha perpetua.

Cuando me pongo soy la hostia de profundo. Le he escrito un puñao de canciones a Dyango.
 
Peligroso según se mire, posiblemente eso le ahorrará a uno el tener que soportar una conversación que le importe tres cojones con alguien que le importe todavía menos.

Peligroso será en todo caso para el novio o marido del amigo, que está haciendo trizas una posiblemente buena amistad por una insatisfecha perpetua.

Cuando me pongo soy la hostia de profundo. Le he escrito un puñao de canciones a Dyango.

¿Cuántos años tiene?

Creo que será más joven que yo.(41)
 
vaya ladrillo para no contar ni que te paso con el colega ni que coño era el regalo ni nada.

Bueno es que era ya tarde y no estaba fresco.

El regalo era una chaquetita de niño.

Con mi colega no tengo ningún problema, y con señora tampoco. Podríamos decir que ella es simplemente seca cuando no te tiene confianza, cosa que podría haber dejado a un lado cuando yo, que soy más seco, hice un esfuerzo por dar conversación y ser agradable, en el único día en todo un año que nos vimos. Mi colega me atacó varias veces de la misma forma que si yo a ti te llamo gordo de mierda, a ILG ricitos de maricón, a Spizo drogadicto o a Liachu disléxico hijo de puta. Pretende ser una broma con mala leche entre gente de confianza, pero si esa confianza ya no existe y encima me lo dices el único día del año que me ves pues esta fuera de lugar totalmente y es una falta de respeto que no puedo pasar por alto. Más cuando yo estaba haciendo mucho por que hubiese buen ambiente. Llevé ese regalo (fui el único), me pasé todo el día haciendo un postre que costó tiempo, esfuerzo y dinero y estuve cocinando y limpiando mientras el tío este andaba tirado en un sofá.

No creo que hiciesen falta tantos detalles de la velada pero ya están escritos. El caso es que esos insultos de ahí arriba serán aceptables y normales en este foro, pero en una cena de amigos igual son un insulto intolerable.
 
Es que a muchos de vosotros aún os cuesta un mundo cortar lazos con la gente. No sé si será porque aún albergáis la esperanza de ser seres sociales, si es por imposición ambiental o porque, simplemente, os da cosica por el qué dirán. Sin embargo la liberación que supone no sentirse en ninguna obligación para con ningún otro ser humano salvo para con quienes voluntaria, consciente y deliberadamente eliges tener relación es enorme.

Si alguien no os termina de convencer, si en la balanza esfuerzo-recompensa alguien queda desequilibrado o si simplemente no os apetece, liberaos de ellos y liberadles de vosotros. Ambos seréis más felices. Dejad de llamarles, de escribirles, de preguntar qué tal están y contestad tarde y monosilábicamente a sus mensajes o llamadas. Pronto dejarán de molestar.

Por supuesto, para liberarse de compromisos grupales, cenas comunales, reuniones de ex compañeros con los que no os une más que el hecho de haber compartido un aula en 1993 o demás zarandajas la mejor solución es utilizar las cuatro palabras mágicas que, una vez dichas, a ser posible de tal manera que todos las oigan, borrarán esos compromisos de vuestras agendas: NO ME APETECE IR. Ante tal demostración de sinceridad sin paños calientes ni excusas, ante tal manifestación de vuestro deseo los demás automáticamente entenderán que es mejor que no vayas y, no sólo eso, también entenderán que en sucesivas ocasiones mejor será que no te inviten, con lo que os libraréis de compromisos absurdos. Qué opinen luego de vosotros os debería traer sin cuidado.

Hay gente que hasta se va de vacaciones con gente que no le interesa ni le cae bien. No lo entiendo, me parece de un borreguismo supino.

La gente, como masa, como grupo, da puto asco. Hay personas concretas, con nombres y apellidos, que no, que sí merecen la pena. Participad sólo de la compañía de estos últimos, y aún en la medida en la que eso os reporte bienestar. Aquí la mayoría tenemos un sentimiento de asocialidad, preferimos la compañía de nosotros mismos o, si acaso, de nuestras parejas o un puñado de amigos reducido. Nuestro cerebro nos dice que así somos más felices. Abrazad este mensaje que sale de él, de lo más profundo de nuestro ser. Sed lo que realmente sois, no os forcéis a ser otro. Autoaceptaos. Abrazad la felicidad que saber quiénes sois y aceptaos; no hay mejor manera de estar incómodos en el mundo que el intentar encajar donde no encajáis, retorcer vuestra personalidad y dejar de ser vosotros mismos.

Una vez uno acepta qué es y actúa según le dicta su ser, el mundo se vuelve un lugar mucho menos hostil, mucho menos inhabitable. El resto de la humanidad queda lejos, no incordia ni te toca. Se tienen las relaciones que se han de tener, ni más ni menos, y en su justa medida, y estas se convierten en fuente de placer y no de problemas.

Por supuesto, huid de masas aborregadas, del lumpen, del centro comercial, del multicine, de la Puerta del Sol en Navidades y asimilados. Mirad con desconfianza a quienes os arrastren hasta esos lugares y hacedles saber que con vosotros esas mierdas no van. Así os ahorraréis que quienes gustan de la chusma masificada os arrastren y tendréis que quitaros de encima a menos gente.
 
Es que a muchos de vosotros aún os cuesta un mundo cortar lazos con la gente. No sé si será porque aún albergáis la esperanza de ser seres sociales, si es por imposición ambiental o porque, simplemente, os da cosica por el qué dirán. Sin embargo la liberación que supone no sentirse en ninguna obligación para con ningún otro ser humano salvo para con quienes voluntaria, consciente y deliberadamente eliges tener relación es enorme.

Si alguien no os termina de convencer, si en la balanza esfuerzo-recompensa alguien queda desequilibrado o si simplemente no os apetece, liberaos de ellos y liberadles de vosotros. Ambos seréis más felices. Dejad de llamarles, de escribirles, de preguntar qué tal están y contestad tarde y monosilábicamente a sus mensajes o llamadas. Pronto dejarán de molestar.

Por supuesto, para liberarse de compromisos grupales, cenas comunales, reuniones de ex compañeros con los que no os une más que el hecho de haber compartido un aula en 1993 o demás zarandajas la mejor solución es utilizar las cuatro palabras mágicas que, una vez dichas, a ser posible de tal manera que todos las oigan, borrarán esos compromisos de vuestras agendas: NO ME APETECE IR. Ante tal demostración de sinceridad sin paños calientes ni excusas, ante tal manifestación de vuestro deseo los demás automáticamente entenderán que es mejor que no vayas y, no sólo eso, también entenderán que en sucesivas ocasiones mejor será que no te inviten, con lo que os libraréis de compromisos absurdos. Qué opinen luego de vosotros os debería traer sin cuidado.

Hay gente que hasta se va de vacaciones con gente que no le interesa ni le cae bien. No lo entiendo, me parece de un borreguismo supino.

La gente, como masa, como grupo, da puto asco. Hay personas concretas, con nombres y apellidos, que no, que sí merecen la pena. Participad sólo de la compañía de estos últimos, y aún en la medida en la que eso os reporte bienestar. Aquí la mayoría tenemos un sentimiento de asocialidad, preferimos la compañía de nosotros mismos o, si acaso, de nuestras parejas o un puñado de amigos reducido. Nuestro cerebro nos dice que así somos más felices. Abrazad este mensaje que sale de él, de lo más profundo de nuestro ser. Sed lo que realmente sois, no os forcéis a ser otro. Autoaceptaos. Abrazad la felicidad que saber quiénes sois y aceptaos; no hay mejor manera de estar incómodos en el mundo que el intentar encajar donde no encajáis, retorcer vuestra personalidad y dejar de ser vosotros mismos.

Una vez uno acepta qué es y actúa según le dicta su ser, el mundo se vuelve un lugar mucho menos hostil, mucho menos inhabitable. El resto de la humanidad queda lejos, no incordia ni te toca. Se tienen las relaciones que se han de tener, ni más ni menos, y en su justa medida, y estas se convierten en fuente de placer y no de problemas.

Por supuesto, huid de masas aborregadas, del lumpen, del centro comercial, del multicine, de la Puerta del Sol en Navidades y asimilados. Mirad con desconfianza a quienes os arrastren hasta esos lugares y hacedles saber que con vosotros esas mierdas no van. Así os ahorraréis que quienes gustan de la chusma masificada os arrastren y tendréis que quitaros de encima a menos gente.

Aunque suene a sabandeñada, sublime.

Sólo queda decir amén.
 
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“Hace mucho tiempo que evito las multitudes. Las rehúyo. Sé que todo, o casi todo, fue culpa suya. Me refiero a lo malo, a la guerra y a todos los Kazerskwirs, los cráteres que la guerra horadó en el cerebro de mucha gente. He visto a los hombres en acción cuando saben que no están solos, que pueden diluirse, disimularse en una masa que los engloba y supera, una masa formada por miles de rostros como los suyos. Se alegará que la responsabilidad es de quien los arrastra, los azuza, los hace bailar como a una serpiente alrededor de un bastón, y que las muchedumbres no son conscientes de sus actos, su dirección ni su futuro. Es mentira. Lo cierto es que la muchedumbre en sí es un monstruo, un enorme cuerpo que se engendra a sí mismo, compuesto de miles de otros cuerpos pensantes. Y también sé que no hay muchedumbre feliz. Detrás de las sonrisas, las risas, las músicas y los eslóganes hay sangre que se calienta, sangre que se agita, sangre que gira y enloquece al verse revuelta y removida en su propio torbellino”.

El informe de Brodeck, Philippe Claudel
 
Es que a muchos de vosotros aún os cuesta un mundo cortar lazos con la gente. No sé si será porque aún albergáis la esperanza de ser seres sociales, si es por imposición ambiental o porque, simplemente, os da cosica por el qué dirán. Sin embargo la liberación que supone no sentirse en ninguna obligación para con ningún otro ser humano salvo para con quienes voluntaria, consciente y deliberadamente eliges tener relación es enorme.

Si alguien no os termina de convencer, si en la balanza esfuerzo-recompensa alguien queda desequilibrado o si simplemente no os apetece, liberaos de ellos y liberadles de vosotros. Ambos seréis más felices. Dejad de llamarles, de escribirles, de preguntar qué tal están y contestad tarde y monosilábicamente a sus mensajes o llamadas. Pronto dejarán de molestar.

Por supuesto, para liberarse de compromisos grupales, cenas comunales, reuniones de ex compañeros con los que no os une más que el hecho de haber compartido un aula en 1993 o demás zarandajas la mejor solución es utilizar las cuatro palabras mágicas que, una vez dichas, a ser posible de tal manera que todos las oigan, borrarán esos compromisos de vuestras agendas: NO ME APETECE IR. Ante tal demostración de sinceridad sin paños calientes ni excusas, ante tal manifestación de vuestro deseo los demás automáticamente entenderán que es mejor que no vayas y, no sólo eso, también entenderán que en sucesivas ocasiones mejor será que no te inviten, con lo que os libraréis de compromisos absurdos. Qué opinen luego de vosotros os debería traer sin cuidado.

Hay gente que hasta se va de vacaciones con gente que no le interesa ni le cae bien. No lo entiendo, me parece de un borreguismo supino.

La gente, como masa, como grupo, da puto asco. Hay personas concretas, con nombres y apellidos, que no, que sí merecen la pena. Participad sólo de la compañía de estos últimos, y aún en la medida en la que eso os reporte bienestar. Aquí la mayoría tenemos un sentimiento de asocialidad, preferimos la compañía de nosotros mismos o, si acaso, de nuestras parejas o un puñado de amigos reducido. Nuestro cerebro nos dice que así somos más felices. Abrazad este mensaje que sale de él, de lo más profundo de nuestro ser. Sed lo que realmente sois, no os forcéis a ser otro. Autoaceptaos. Abrazad la felicidad que saber quiénes sois y aceptaos; no hay mejor manera de estar incómodos en el mundo que el intentar encajar donde no encajáis, retorcer vuestra personalidad y dejar de ser vosotros mismos.

Una vez uno acepta qué es y actúa según le dicta su ser, el mundo se vuelve un lugar mucho menos hostil, mucho menos inhabitable. El resto de la humanidad queda lejos, no incordia ni te toca. Se tienen las relaciones que se han de tener, ni más ni menos, y en su justa medida, y estas se convierten en fuente de placer y no de problemas.

Por supuesto, huid de masas aborregadas, del lumpen, del centro comercial, del multicine, de la Puerta del Sol en Navidades y asimilados. Mirad con desconfianza a quienes os arrastren hasta esos lugares y hacedles saber que con vosotros esas mierdas no van. Así os ahorraréis que quienes gustan de la chusma masificada os arrastren y tendréis que quitaros de encima a menos gente.
Me levanto y aplaudo.
Es que a muchos de vosotros aún os cuesta un mundo cortar lazos con la gente. No sé si será porque aún albergáis la esperanza de ser seres sociales, si es por imposición ambiental o porque, simplemente, os da cosica por el qué dirán. Sin embargo la liberación que supone no sentirse en ninguna obligación para con ningún otro ser humano salvo para con quienes voluntaria, consciente y deliberadamente eliges tener relación es enorme.

Si alguien no os termina de convencer, si en la balanza esfuerzo-recompensa alguien queda desequilibrado o si simplemente no os apetece, liberaos de ellos y liberadles de vosotros. Ambos seréis más felices. Dejad de llamarles, de escribirles, de preguntar qué tal están y contestad tarde y monosilábicamente a sus mensajes o llamadas. Pronto dejarán de molestar.

Por supuesto, para liberarse de compromisos grupales, cenas comunales, reuniones de ex compañeros con los que no os une más que el hecho de haber compartido un aula en 1993 o demás zarandajas la mejor solución es utilizar las cuatro palabras mágicas que, una vez dichas, a ser posible de tal manera que todos las oigan, borrarán esos compromisos de vuestras agendas: NO ME APETECE IR. Ante tal demostración de sinceridad sin paños calientes ni excusas, ante tal manifestación de vuestro deseo los demás automáticamente entenderán que es mejor que no vayas y, no sólo eso, también entenderán que en sucesivas ocasiones mejor será que no te inviten, con lo que os libraréis de compromisos absurdos. Qué opinen luego de vosotros os debería traer sin cuidado.

Hay gente que hasta se va de vacaciones con gente que no le interesa ni le cae bien. No lo entiendo, me parece de un borreguismo supino.

La gente, como masa, como grupo, da puto asco. Hay personas concretas, con nombres y apellidos, que no, que sí merecen la pena. Participad sólo de la compañía de estos últimos, y aún en la medida en la que eso os reporte bienestar. Aquí la mayoría tenemos un sentimiento de asocialidad, preferimos la compañía de nosotros mismos o, si acaso, de nuestras parejas o un puñado de amigos reducido. Nuestro cerebro nos dice que así somos más felices. Abrazad este mensaje que sale de él, de lo más profundo de nuestro ser. Sed lo que realmente sois, no os forcéis a ser otro. Autoaceptaos. Abrazad la felicidad que saber quiénes sois y aceptaos; no hay mejor manera de estar incómodos en el mundo que el intentar encajar donde no encajáis, retorcer vuestra personalidad y dejar de ser vosotros mismos.

Una vez uno acepta qué es y actúa según le dicta su ser, el mundo se vuelve un lugar mucho menos hostil, mucho menos inhabitable. El resto de la humanidad queda lejos, no incordia ni te toca. Se tienen las relaciones que se han de tener, ni más ni menos, y en su justa medida, y estas se convierten en fuente de placer y no de problemas.

Por supuesto, huid de masas aborregadas, del lumpen, del centro comercial, del multicine, de la Puerta del Sol en Navidades y asimilados. Mirad con desconfianza a quienes os arrastren hasta esos lugares y hacedles saber que con vosotros esas mierdas no van. Así os ahorraréis que quienes gustan de la chusma masificada os arrastren y tendréis que quitaros de encima a menos gente.
:bravo:
 
Es que a muchos de vosotros aún os cuesta un mundo cortar lazos con la gente. No sé si será porque aún albergáis la esperanza de ser seres sociales, si es por imposición ambiental o porque, simplemente, os da cosica por el qué dirán. Sin embargo la liberación que supone no sentirse en ninguna obligación para con ningún otro ser humano salvo para con quienes voluntaria, consciente y deliberadamente eliges tener relación es enorme.

Si alguien no os termina de convencer, si en la balanza esfuerzo-recompensa alguien queda desequilibrado o si simplemente no os apetece, liberaos de ellos y liberadles de vosotros. Ambos seréis más felices. Dejad de llamarles, de escribirles, de preguntar qué tal están y contestad tarde y monosilábicamente a sus mensajes o llamadas. Pronto dejarán de molestar.

Por supuesto, para liberarse de compromisos grupales, cenas comunales, reuniones de ex compañeros con los que no os une más que el hecho de haber compartido un aula en 1993 o demás zarandajas la mejor solución es utilizar las cuatro palabras mágicas que, una vez dichas, a ser posible de tal manera que todos las oigan, borrarán esos compromisos de vuestras agendas: NO ME APETECE IR. Ante tal demostración de sinceridad sin paños calientes ni excusas, ante tal manifestación de vuestro deseo los demás automáticamente entenderán que es mejor que no vayas y, no sólo eso, también entenderán que en sucesivas ocasiones mejor será que no te inviten, con lo que os libraréis de compromisos absurdos. Qué opinen luego de vosotros os debería traer sin cuidado.

Hay gente que hasta se va de vacaciones con gente que no le interesa ni le cae bien. No lo entiendo, me parece de un borreguismo supino.

La gente, como masa, como grupo, da puto asco. Hay personas concretas, con nombres y apellidos, que no, que sí merecen la pena. Participad sólo de la compañía de estos últimos, y aún en la medida en la que eso os reporte bienestar. Aquí la mayoría tenemos un sentimiento de asocialidad, preferimos la compañía de nosotros mismos o, si acaso, de nuestras parejas o un puñado de amigos reducido. Nuestro cerebro nos dice que así somos más felices. Abrazad este mensaje que sale de él, de lo más profundo de nuestro ser. Sed lo que realmente sois, no os forcéis a ser otro. Autoaceptaos. Abrazad la felicidad que saber quiénes sois y aceptaos; no hay mejor manera de estar incómodos en el mundo que el intentar encajar donde no encajáis, retorcer vuestra personalidad y dejar de ser vosotros mismos.

Una vez uno acepta qué es y actúa según le dicta su ser, el mundo se vuelve un lugar mucho menos hostil, mucho menos inhabitable. El resto de la humanidad queda lejos, no incordia ni te toca. Se tienen las relaciones que se han de tener, ni más ni menos, y en su justa medida, y estas se convierten en fuente de placer y no de problemas.

Por supuesto, huid de masas aborregadas, del lumpen, del centro comercial, del multicine, de la Puerta del Sol en Navidades y asimilados. Mirad con desconfianza a quienes os arrastren hasta esos lugares y hacedles saber que con vosotros esas mierdas no van. Así os ahorraréis que quienes gustan de la chusma masificada os arrastren y tendréis que quitaros de encima a menos gente.
Boss.

Solo añado un consejo de mi propia cosecha. A los que se empeñan en mantener viva la llama que ellos mismos se encargaron de apagar con su malicia y puñaladas traperas, suelo darles largas cada vez más frecuentes hasta directamente reducir el contacto a cero. Y es que para ser falso, mejor no ser.

Lechuz, escuche. Si se ríen de usted, si le hacen sentir mal, si no le quieren, si no hay reciprocidad... No son sus hamijos.

A mi excompañero de piso, a quien apliqué el consejo del primer párrafo con posterioridad a recomendarle el del segundo, no le fue nada mal. Le di el empujoncito que necesitaba para quitarse una chupipandi de malparidos en los primeros años de la treintena, y con una problemática similar a la que usted está empezando a describir. Lamentablemente me falló por ser un puto judío y un putilla. Tuve que hacerle el vacío después de muchas minibanderillas.
Para ser falso, mejor no ser.

Música, maestro.

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Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.
 
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Boss.

Solo añado un consejo de mi propia cosecha. A los que se empeñan en mantener viva la llama que ellos mismos se encargaron de apagar con su malicia y puñaladas traperas, suelo darles largas cada vez más frecuentes hasta directamente reducir el contacto a cero. Y es que para ser falso, mejor no ser.

Lechuz, escuche. Si se ríen de usted, si le hacen sentir mal, si no le quieren, si no hay reciprocidad... No son sus hamijos.

A mi excompañero de piso, a quien apliqué el consejo del primer párrafo con posterioridad a recomendarle el del segundo, no le fue nada mal. Le di el empujoncito que necesitaba para quitarse una chupipandi de malparidos en los primeros años de la treintena, y con una problemática similar a la que usted está empezando a describir. Lamentablemente me falló por ser un puto judío y un putilla. Tuve que hacerle el vacío después de muchas minibanderillas.
Para ser falso, mejor no ser.

Música, maestro.

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Son cosas que aprendes tarde y piensas que ojalá pudieras volver hacia atrás en el tiempo para haber actuado de manera distinta. Entonces sólo queda aprender y darte cuenta de que ya no eres un niño.

Tempus fugit.
 
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Cani-Nazi+1.jpg

ke no me Ables en katalaans, que te calzo un meko que tespavylo.
 
Empezad a seguir consejos de tíos que leéis por la internet sobre cortar lazos con la gente, que luego un día os tienen que operar de urgencia y en el papel para rellenar con el nombre de la persona a avisar en caso de complicaciones


Disculpad, se me ha metido algo en el ojo. Mejor sigo en el hilo más triste del mundo.
 
Empezad a seguir consejos de tíos que leéis por la internet sobre cortar lazos con la gente, que luego un día os tienen que operar de urgencia y en el papel para rellenar con el nombre de la persona a avisar en caso de complicaciones


Disculpad, se me ha metido algo en el ojo. Mejor sigo en el hilo más triste del mundo.
Cortar lazos con la gente tóxica, redundante y prescincible. No he hablado de cortar lazos con la gente que verdaderamente merece la pena y aporta a tu vida.

¿ACASO HE CORTADO LAZOS CON VOSOTROS?
 
Empezad a seguir consejos de tíos que leéis por la internet sobre cortar lazos con la gente, que luego un día os tienen que operar de urgencia y en el papel para rellenar con el nombre de la persona a avisar en caso de

Salí del quirófano anestesiado de cintura para abajo y me dice el camillero que va a avisar a mis familiares. Le digo que nadie me espera, menudo rebote se pilló el pavo. Que cómo se me ocurría, que cómo iba a ir hasta casa, que tal y cual. Me tiré toda la tarde y la noche en el hospital porque no meaba la puta anestesia y al final una enfermera me metió un tubo por el pito a la mañana siguiente. Las putas enfermeras no me debajan salir hasta que fuese algún familiar. Les dije que vivía solo y que nadie sabía que estaba ingresado. Me trajeron mi móvil para que llamase, les dije que no tenía saldo, me pidiron el número de algún amigo o familiar. Me negué con excusas peregrinas y me hacía la victima. Al final la puta jefa de planta me sacó el móvil de mi hermana y cuando se presentó montó un puto numerito con llantos y todo porque no había dicho nada. Las zorras de las enfermetas disfrutaban con la escena, y la jefa con una media sonrisa y aire de superioridad por haberse salido con la suya me dijo: ves como sí que tenías a alguien.

Me fui de allí humillado, derrotado, herido en mi orgullo de lobo solitario y violado. Porque era virgen y una enfermera me rasuró, tocando por primera vez mis partes púdicas y el posterior desgarro con la sonda para mear. Cuando yo hubiese querido que mi primera vez fuese por amor.
Además de renqueante y débil por la convalecencia.
 
Miro a la Muerte a los hojos, como Paquirri, hijo de puta.

Porque claro, si la mirases con los ojos del hijo medio gitaner que tuvo, igual se despollaba en tu jeto y te disparaba en los pies mientras te obligaba a bailar con una falda de plátanos.


Cortar lazos con la gente tóxica, redundante y prescincible. No he hablado de cortar lazos con la gente que verdaderamente merece la pena y aporta a tu vida.

¿ACASO HE CORTADO LAZOS CON VOSOTROS?

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Boss.

Solo añado un consejo de mi propia cosecha. A los que se empeñan en mantener viva la llama que ellos mismos se encargaron de apagar con su malicia y puñaladas traperas, suelo darles largas cada vez más frecuentes hasta directamente reducir el contacto a cero. Y es que para ser falso, mejor no ser.

Lechuz, escuche. Si se ríen de usted, si le hacen sentir mal, si no le quieren, si no hay reciprocidad... No son sus hamijos.

A mi excompañero de piso, a quien apliqué el consejo del primer párrafo con posterioridad a recomendarle el del segundo, no le fue nada mal. Le di el empujoncito que necesitaba para quitarse una chupipandi de malparidos en los primeros años de la treintena, y con una problemática similar a la que usted está empezando a describir. Lamentablemente me falló por ser un puto judío y un putilla. Tuve que hacerle el vacío después de muchas minibanderillas.
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Ayudar a la gente y que luego esa misma gente, en un descuido, te pegue un viaje con el machete entre las costillas y rompa la empuñadura para que no te puedas sacar la hoja es un clasico. Luego de caer a plomo, intentas recolectar e integrar lo sucedido. La respuesta autonómica no ayuda: hyperventilacion, la presion sanguinea disminuye, el dolor compromete tu juicio.

Con la perdida de sangre se hace imposible mantener la integridad metabolica. Delante de ti, tu amigo se apropia de tus ítems, monedas e inventario, y tu ropa te abrigo. Te observa como un chacal y juzga si estás lo suficientemente debilitado como para cortarte en pedacitos y alimentarse de ti los próximos días de su viaje. No lo ve claro y sigue su marcha, está anocheciendo y necesita encontrar refugio seguro fuera de la senda principal. Comienza a descender la temperatura, tienes frío y vaho sale de tu boca. Tienes lagrimas en los ojos pero no estás llorando. Continuará...
 
Ayudar a la gente y que luego esa misma gente, en un descuido, te pegue un viaje con el machete entre las costillas y rompa la empuñadura para que no te puedas sacar la hoja es un clasico. Luego de caer a plomo, intentas recolectar e integrar lo sucedido. La respuesta autonómica no ayuda: hyperventilacion, la presion sanguinea disminuye, el dolor compromete tu juicio.

Con la perdida de sangre se hace imposible mantener la integridad metabolica. Delante de ti, tu amigo se apropia de tus ítems, monedas e inventario, y tu ropa te abrigo. Te observa como un chacal y juzga si estás lo suficientemente debilitado como para cortarte en pedacitos y alimentarse de ti los próximos días de su viaje. No lo ve claro y sigue su marcha, está anocheciendo y necesita encontrar refugio seguro fuera de la senda principal. Comienza a descender la temperatura, tienes frío y vaho sale de tu boca. Tienes lagrimas en los ojos pero no estás llorando. Continuará...

Se le olvida en la patada de gracia en toda la boca cuando uno está boqueando en el suelo.

Manda cojones que cuando están bajos de moral son los primeros pedir ayuda, y cuando estás jodido, los primeros en echar sal y vinagre en la herida.

Llevo todo el año sin dirigirle la palabra al anormal éste y espero que ni se atreva a dirigírmela él. Por amigos en común ha llegado hasta mis oídos que se inventa unas películas cojonudas sobre mí. Da igual. Ya está fuera.
 
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Disculpad, se me ha metido algo en el ojo. Mejor sigo en el hilo más triste del mundo.
yo a ser posible, cuando casque, se enterara mi tronca porque se nos moriran las plantas. me ire de este mundo tal como vine, desnudo y deforme, y si quiere el destino, solo.

para una vez que me muero, voy a tener que estar pensando si me cuadra la quimioterapia con el horario de mi piva.

le dire que me voy a la india de colaborador, no colara y se olera la tostada, pero por lo menos cuando se constate mi estatus de fiambre en la india el cuatro de marzo de 2027 asi de sopeton, llevare un par de años crocanti y esa turra que me ahorro.
 
Cortar lazos con la gente tóxica, redundante y prescincible. No he hablado de cortar lazos con la gente que verdaderamente merece la pena y aporta a tu vida.

¿ACASO HE CORTADO LAZOS CON VOSOTROS?
un año entero.
El siglol más largo de mi bida.
 
un año entero.
El siglol más largo de mi bida.
Ciertisimo.

Un año organizando batidas por la interné, buscando en foros más allá de Orion, trollear el Sálvame en la puerta de Tannhäuser, y todos esos momentos se perdieron como lágrimas en la lluvia, cuando un día apareció como si viniera de recoger tomates
 
Seguía aquí, no me había ido. Sólo me quedé callado y se me fue de la mano. Pero estaba.
 
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