Tío, no se lo inventan, ni lo pretenden hacer ver, los oigo follando desde el salón con la gente que se traen. A mí me da igual si son felices o no, los seres humanos nos movemos por percepciones, es lo que hay, y yo no puedo evitar compararme con la percepción que tengo de ellos.
Además, lo de dar importancia a follar, ¿cuantas veces voy a tener que repetir que el problema no es follar en sí, sino el hecho de que nadie me desee ni me haya deseado nunca? Lo he repetido muchas veces, ¿tan difícil es entenderlo?. Que si se follan a engendros, ¿y?; ¿qué dice más de tu valor como persona, que un engendro quiera follar contigo, o que nadie quiera follar contigo?
No digo necesariamente que se inventen lo de follar (de hecho, sólo era una de las varias posibilidades que le he puesto), digo que se está usted comparando con la imagen idealizada que unos individuos le transmiten de sí mismos, en el follar, en el trabajo, los amigos, las familias... Y que luego, muy a menudo, cuando uno rasca, se encuentra que es casi todo fachada, medias verdades o trolas como pollas en mesas de cristal.
Por último, decirle que es muy jodido que nadie quiera follar con uno si:
- No sale de casa
- Se pasa el puto día ambicionando lo de los demás sin hacer nada por conseguirlo
- Se abandona físicamente
Yo, siendo poco más alto que usted se me fue la mano con la comida durante años, que ingería compulsivamente, y me pasé holgadamente de los 100 kilos. No me gustaba físicamente y llegó un día, literalmente un día, sin que nada especial sucediera (ningún suceso dramático ni similares) salvo que mi madre dijo que iba a ir a un endocrino, en que decidí acompañarla porque algo había hecho click en mi cabeza y decidí que aquello debía cambiar. El "especialista" me dio una puta mierda de dieta fotocopiada que hoy me daría risa y que seguí un tiempo hasta saber más o menos cómo funcionaba el asunto (obviamente mi señora madre la abandonó a la hora y cuarto o así). Simultáneamente me apunté a un ginlasio para ver muchas pollas. No conocía a nadie, iba solo, hablé con el monitor (hoy amigo, y dueño del ginlasio al que voya diario) y me puso la típica tabla de mierda que ponen a todos los novatos. Igual que con lo anterior, hoy me río de lo poco que sabía de la materia y lo mucho que me equivoqué en mis primeros años mancuerneros. Pero la semilla estaba sembrada. Fuerza de voluntad, disciplina, hábitos... Al final, basta con tener ganas de hacerlo, unas cuántas comidas planificadas, no tener mierdas en casa, ni comprarlas, para no comerlas y dedicarle una hora de deporte 4 veces por semana. Y ve que la báscula, rápida y sostenidamente, empieza a bajar. Y ya se encuentra mejor, se cansa menos, la ansiedad por cierta comida basura disminuye, la motivación crece... Le remitiría alguna foto mía reciente de las que haya por el Mancuernas, pero ni siquiera va de eso mi post. Y ojo, ni soy un superhéroe, ni un Conan, ni nada similar. Soy un tío normal y corriente, como casi cualquiera de este Foro, que se ha propuesto algo y más o menos lo ha ido consiguiendo empezando desde muy muy muy poco. Los épicos comienzos, para las pelis de Jólibud. Piano, piano...
Y hasta aquí mi aportación y mi experiencia de mierda. Me abstendré de darle más consejos ni recomendaciones, que parece no desear. Ha tomado usted una decisión, sea consecuente con ella. Muérase virgen porque no ha hecho nada por dejar de serlo, solo porque no se entiende con nadie ni está dispuesto a intentarlo, sin trabajo porque no tiene la constancia de conservarlo mientras disponga de otra fuente de financiación y gordo porque no quiere dejar de comer basura y tener una cierta disciplina y adquirir hábitos más saludables. Apechugue con sus miserias y regodéese en ellas si así lo desea. Asuma de una vez de verdad su condición, su pasado, su presente y su presumible futuro y que sea lo que LoL quiera. Absolutamente respetable todo ello. Pero entonces deje de quejarse y lamentarse, porque ha tomado una decisión libre.
Y, aunque suene raro decir esto en PL, no vea inquina, ataque personal ni malos deseos hacia usted. Nada más lejos, ni es mi estilo además. De hecho, bien haríamos todos en dejarlo tranquilo, que se conduzca usted como le dé la gana y que si revienta, sea cómo y cuando usted desee.