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Estoy en una habitacion de Hospital velando a un familiar que se nos va. Mañana traeré un sable oculto y le obligaré a decapitar a una enfermera. He visto Los Inmortales La Serie y eso me legitimiza.
A mí me gusta verlos abducidos por el brillo verde de las pantallas. Alguno a veces se gira y te mira un segundo con los ojos esos de mirar al abismo, y vuelve a broncearse con la caca del solarium catódico como si nada.No sólo lo de la meretriz, también la sorpresa al salir a la calle y que no hubiese nadie. Que estuviesen las calles vacías de tontos, que todos estuviesen como zombis pendientes de las ordenes que les dan por los tv de plasma. Esto me ha hecho sentir diferente, distinto, he sido un poco feliz sabiendo que no soy un tonto más del monto. Que puede que sea un tontarra, vale, pero no del montón.
un equipo de mercenarios
A mí me gusta verlos abducidos por el brillo verde de las pantallas. Alguno a veces se gira y te mira un segundo con los ojos esos de mirar al abismo, y vuelve a broncearse con la caca del solarium catódico como si nada.
Los Otros.
Ya hay un versión nueva que es una vuelta de tuerca más del ensimismamiento que las nuevas tecnologías están creando. Ayer vi, a través de los cristales de las ventanas de un bar, a una familia estándar: padre y madre, cuarenta y muchos o cincuenta y pocos, hijo gordito con camiseta del real mierda, e hija con camiseta del mandril, de 9 y 11 años respectivamente.
Estaban en el bar que es de los que sirven tapas y raciones y así la puta de la mujer esa noche no tiene que cocinar ni fregar, la muy bigarda. Bueno, pues fue pasar y ver a la cría absorta, mirando al móvil, no parpadeaba. Pasando de todo, a lo suyo, comentando con alguna amiga lo guapo que es CR9 o lo grande que la tiene que tener el negro del atlético.
El padre y la madre mirando a la tv como borregos, y el hijo mirando para todos lados, con cara de pena, hubo un momento en que establecimos contacto visual a través de la ventana y supe que estaba solo. Que era un niño especial, sensible, de los que no les gusta el fútbol ni sabe jugar, pero que no se atreve a decirles nada a sus padres por miedo a represalias. Un gordito como Torbe cuando era un tierno infante, de esos gordos que son carne de bullying.
La tele dice que para ser feliz y ver el partido hay que beber cerveza, y así lo hacían los padres, y que los niños beban coca-cola, y así lo hacían los niños. También dice que hay que comentar con el grupo de guasac las jugadas, con el smarphone y la cuota de internet. Y que para ser de un equipo u otro hay que llevar las camisetas. Todo lo dice la tele, lo ordena. Y la gente lo hace.
Ya, pero tu piva no quiso y lo dejaste.
Ya hay un versión nueva que es una vuelta de tuerca más del ensimismamiento que las nuevas tecnologías están creando. Ayer vi, a través de los cristales de las ventanas de un bar, a una familia estándar: padre y madre, cuarenta y muchos o cincuenta y pocos, hijo gordito con camiseta del real mierda, e hija con camiseta del mandril, de 9 y 11 años respectivamente.
Estaban en el bar que es de los que sirven tapas y raciones y así la puta de la mujer esa noche no tiene que cocinar ni fregar, la muy bigarda. Bueno, pues fue pasar y ver a la cría absorta, mirando al móvil, no parpadeaba. Pasando de todo, a lo suyo, comentando con alguna amiga lo guapo que es CR9 o lo grande que la tiene que tener el negro del atlético.
El padre y la madre mirando a la tv como borregos, y el hijo mirando para todos lados, con cara de pena, hubo un momento en que establecimos contacto visual a través de la ventana y supe que estaba solo. Que era un niño especial, sensible, de los que no les gusta el fútbol ni sabe jugar, pero que no se atreve a decirles nada a sus padres por miedo a represalias. Un gordito como Torbe cuando era un tierno infante, de esos gordos que son carne de bullying.
La tele dice que para ser feliz y ver el partido hay que beber cerveza, y así lo hacían los padres, y que los niños beban coca-cola, y así lo hacían los niños. También dice que hay que comentar con el grupo de guasac las jugadas, con el smarphone y la cuota de internet. Y que para ser de un equipo u otro hay que llevar las camisetas. Todo lo dice la tele, lo ordena. Y la gente lo hace.
No sólo lo de la meretriz, también la sorpresa al salir a la calle y que no hubiese nadie. Que estuviesen las calles vacías de tontos, que todos estuviesen como zombis pendientes de las ordenes que les dan por los tv de plasma. Esto me ha hecho sentir diferente, distinto, he sido un poco feliz sabiendo que no soy un tonto más del monto. Que puede que sea un tontarra, vale, pero no del montón.
Menudo campo de nabos el garito ese, ¿no?
No te creas, suele haber buen nivel de tías. Lo que pasa es que ayer con la mierda del partido había más maromos de lo habitual en todos lados. Pero tías había, de hecho casi pillo cacho y todo. Me quedé con el "casi", como de costumbre :|
Y encima la rubia que me suelo follar está de vacaciones.
No escuchaba la música.
nadie escucha la musica, pero si ponen daddy yankee te vas a otro bar.
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