Es solo para refrescar la memoria del que haya leido El Adolescente.
"Mis piernas se negaron a sostenerme y me deje caer sin fuerzas sobre el divan.
El mismo me dijo despues que yo me habia quedado literalmente blanco como un pañuelo. Se me turbo la conciencia. Me acuerdo que nos miramos en silencio a los ojos. Una especie de espanto recorria su rostro; se inclino bruscamente, me cogio por los hombros y me sostuvo. Me acuerdo muy bien de su sonrisa fija; se leia en ella la desconfianza y el asombro. Si! El no esperaba un efecto semejante de sus palabras, porque estaba convencido de mi culpabilidad.
Aquello acabo con un temblor nervioso, pero que no duro mas de un minuto; recupere mis fuerzas, me puse en pie, lo mire y comprendi. La verdad se descubrio derepente a mi espiritu, tanto tiempo dormido! Si me lo hubiesen dicho antes y me hubiesen preguntado: Que haria usted de el en ese momento?, habria respondido, desde luego, que lo haria pedazos. Pero lo que sucedio fue completamente distinto, y no por cierto porque yo me lo propusiera: derepente escondi la cara y me puse a derramar amargas lagrimas. Eso es lo que sucedio! El niñito volvia a encontrarse en el joven. El niñito estaba todavia vivo en mi alma, en una gran mitad. Cai sobre el divan y solloce:
-Lisa! Lisa! La desgracia!
El principe entonces me creyo completamente.
-Dios mio, que gran culpable soy con usted!-exclamo con una pena profunda-. Oh!, yo que pensaba cosas tan sucias de usted, con mis sospechas... Perdoneme, Arcadio Makarovitch!
Me puse de pie de un brinco, quise decirle algo, me plante delante de el, pero, sin decir nasa, sali huyendo de la habitacion y del piso. Volvi a mi casa a pie y apenas me acuerdo de como lo hice. Me lance sobre mi cama, el rostro en la almohada, en la oscuridad, y pense, pense. En esos minutos, los pensamientos no se siguen nunca armoniosamente. El espiritu y la imaginacion estaban como suspendidos de un hilo, y me acuerdo que me puse a soñar, con cosas absolutamente extrañas y hasta Dios sabe con que. Pero mi dolor y mi desgracia se me hicieron notar subitamente con espanto y sufrimiento, y volvi a retorcerme las manos, exclamando: Lisa! Lisa! Despues de lo cual me eche de nuevo a llorar. No se como me quede dormido. Pero me dormi con un sueño intenso y delicioso."