Honestamente, a la mayoria os han importado tres cojones los derechos de una gran masa de la poblacion activa (considerando que la mayoria de las empresas son pymes) durante toda la vida, sin embargo ahora hay que hacer causa por estos gitanos, eso es lo que me choca.
No, mira, te equivocas.
Yo fui falso autónomo hace QUINCE AÑOS trabajando para uno de los más importantes grupos de comunicación de España, si no el más gordo, y que se dice de izquierdas, já. Antes de eso, fui empleado normal. Antes de eso, becario cobrando seiscientos pavos al mes con ayudante, becario con ayudante, ojito, y con responsabilidades, y contrato de BECARIO. Y antes de eso, trabajando los fines de semana sin contrato, sin seguro, en negro y yendo de un sitio a otro dentro de una caja de una furgoneta rodeado de altavoces y racks.
Así pues, sí me importan los derechos laborales de una gran masa de la población, porque hace ya muchísimos años mis derechos al respecto de eso fueron pisoteados y se mearon en ellos como y cuando querían, y porque yo soy parte de esa masa. Fíjate si me importaban que cuando he sido empresario y he contratado he pagado más de lo que paga el mercado y encima he dado extras como formación y actividades que no tenía por qué dar, y no he contratado jamás si no ha sido con contrato fijo. Te equivocas de cabo a rabo conmigo. Pero de cabo a rabo.
Llámese UBER, Cabify, Glovo o su puta madre, me cago en todos los muertos de la economía colaborativa de los cojones, que no significa nada más que falsoautonomizar trabajadores y convertir el trabajo en algo que no sabes si vas a tener al día siguiente ni por cuánto, y por supuesto sin ninguno de los derechos ganados con sangre sudor y lágrimas a lo largo de un par de siglos.
Esta mierda de la economía colaborativa es volver a ir a una plaza a ver si el patrón te coge ese día de temporero por lo que a él le salga de los cojones, y que el día que no te coge no cobras y el día que no puedes ir tampoco, y por supuesto sin un puto derecho más que el de desolmarte. La diferencia es que no hay que ir a esa plaza, ahora basta con abrir una app, y esa plaza ya no es la del pueblo, ahora se llama Uber o se llama Glovo y se queda con un porcentaje de lo que cobras, encima.
No es por los taxistas, que es un gremio lleno de chusma de lo peorcito. Es por los derechos de los trabajadores. Es contra esta basura de nueva economía que nos va a llevar, mientras aplaudimos porque es chupiguay y de colores, al puto siglo XIX. Ya veréis cuando os ubericen los trabajos, y los programadores, los camareros, los contables, los oficinistas y demás tengáis que abrir la app para ver dónde trabajáis ese día y por cuánto, mientras os pagáis los autónomos. Cuando os conviertan el oficio en lo que le han convertido el oficio a los repartidores de comida: hace veinticinco años, un telepizzero tenía contrato. Un glovero, hoy, no. Al telepizzero le daban la moto, gratis, con gasofa gratis y si se le jodía le daban otra. Al glovero, no, el glovero que ponga su bici y se encargue de mantenerla, o su moto, y se pague él todo. Le daban un uniforme, gratis, de verano y de invierno, y chubasquero para que no se mojara.. Al glovero LE HACEN COMPRAR la caja que lleva en la espalda, que es que manda pelotas que se la hacen comprar y encima a hacer publicidad de la empresa, y si quiere chubasquero que se lo ponga él. El pizzero tenía sus vacaciones, el glovero no. Si se hostiaba con la moto, de baja; el glovero a no cobrar. Nada tengo contra el oficio de llevar comida, que es necesario y está bien que haya gente que lo haga. Pero mira cómo se lleva hoy y cómo se llevaba hace veinticinco años y dime si vamos para adelante o para atrás.