TRUMP 2020 - foreros for Trump

El mes que viene empiezan las primarias y el hilo volverá a estar más movidito.

Y si Trump las gana y vuelve a ser candidato, ya ni te digo.
 
Con el baneo en un par de Estados, quizá caiga alguno más, es imposible que alcance la Casa Blanca. Algo se le ocurrirá a los republicanos para hacerle un Casado.
 
Qué bestia analfabeta eres.

Tu hibris te lleva continuamente al error de subestimar a los demás. Yo jamás cometería el error de subestimarme. ¿Te das cuenta de que la única forma que tienes de sobresalir es haciendo de menos al resto, pequeño e insignificante ser? Eso dice mucho sobre la profundidad del pozo en el que estás y cómo, ante la incapacidad de salir del mismo, intentas arrastrar a todo lo que te rodea a un nivel por debajo del tuyo como única forma de dar sentido a tu miseria. Reflexiona.
 
Con el baneo en un par de Estados, quizá caiga alguno más, es imposible que alcance la Casa Blanca. Algo se le ocurrirá a los republicanos para hacerle un Casado.
Bueno, en cuanto a los baneos mejor esperar a que se pronuncie el Supremo.
 
Última edición:
Chris Christie, seguramente el candidato republicano más anti Trump, se ha retirado de la carrera presidencial por falta de apoyos.

De los cuatro o cinco candidatos que quedan, los únicos con posibilidades de ganar a Trump son Ron DeSantis y Nikki Haley. Ayer tuvieron un, al parecer, intenso debate en la CNN. Trump pasó de ir.

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La tal Haley se hizo famosa hace unas semanas porque le preguntaron la razón por la cual se peleó la guerra civil, y ella respondió cualquier cosa menos la razón real (la abolición de la esclavitud).
 
La tal Haley se hizo famosa hace unas semanas porque le preguntaron la razón por la cual se peleó la guerra civil, y ella respondió cualquier cosa menos la razón real (la abolición de la esclavitud).
Bueno, fue una de las razones principales, no la única.

Pero de una tipa de Carolina del Sur tampoco sorprende la respuesta.
 
La tal Haley se hizo famosa hace unas semanas porque le preguntaron la razón por la cual se peleó la guerra civil, y ella respondió cualquier cosa menos la razón real (la abolición de la esclavitud).
La ocasio Cortez republicana entonces.
 
El mes que viene empiezan las primarias y el hilo volverá a estar más movidito.

Y si Trump las gana y vuelve a ser candidato, ya ni te digo.

Como ese subnormal gane las primarias en los US and A, se comen cuatro años más del partido de los traidores. Movilizará a toda la zurdería progrewoke de allí, no hay suficientes hillbillies para compensar el peso de la costa urbanita cosmopaleta de Nueva York y California. De Santis o nada. Si el candidato es Trump, van a tragarse al viejo hasta que se muera o la Patel.

Que se vaya a tomar por culo, que ya tuvo su oportunidad, y al final no hizo ni la mitad de lo que prometió.
 
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Hoy se celebra el caucus de Iowa. En sí no es demasiado importante para los resultados de las primarias. Es más que nada simbólico ya que es el primero y es, ya sí, el punto de partida para saber, en junio, quien será el candidato republicano a la presidencia.

El gran favorito sigue siendo Trump.
 
Hoy se celebra el caucus de Iowa. En sí no es demasiado importante para los resultados de las primarias. Es más que nada simbólico ya que es el primero y es, ya sí, el punto de partida para saber, en junio, quien será el candidato republicano a la presidencia.

El gran favorito sigue siendo Trump.
A -35ºC quien puñetas va a ir a un caucus de esos?
 
La tal Haley se hizo famosa hace unas semanas porque le preguntaron la razón por la cual se peleó la guerra civil, y ella respondió cualquier cosa menos la razón real (la abolición de la esclavitud).
Más bien porque el sur prefería importar de Europa en vez de comprar las manufacturas del norte del país?
 
A -35ºC quien puñetas va a ir a un caucus de esos?
Tampoco es que vaya mucha gente en circunstancias normales.

Habrá como dos millones en Iowa, de los cuales suelen ir a votar unos 200.000/300.000. Y con este frío serán menos.

Y el 90% son blancos, con lo que no es muy representativo.

Lo dicho, es más que nada simbólico porque representa el inicio del proceso. Eso sí, un muy mal resultado aquí ya hará que algún candidato tire la toalla.
 
Eso sí, aquí no se vota de forma individual como en las primarias.

En los caucus se juntan todos, debaten durante horas y luego deciden, de forma colectiva, los candidatos.

O sea, los pro Trump a un lado de la sala, los pro Sanctis al otro, etc.
 
Eso sí, aquí no se vota de forma individual como en las primarias.

En los caucus se juntan todos, debaten durante horas y luego deciden, de forma colectiva, los candidatos.

O sea, los pro Trump a un lado de la sala, los pro Sanctis al otro, etc.
Para que luego una vez votado, te digan que algunos podían votar por 3 :1:
 
A ver, parece que Trumpy va a ganar porque los demócratas no hacen nada para evitarlo y hasta parece que esté pactado.
Este artículo de The Economist traducido en LV lo explica bastante bien: El hombre que supuestamente debe detener a Donald Trump es un impopular anciano de 81 años
(Pongo link de Google que parece poderse ver con menos accesos)

A mí me da algo de miedo, pero por lo pronto asumen que se va a ir de la OTAN (justo cuando podía tener sentido); y miedo da qué puede hacer contando que la inteligencia artificial eclosionará de verdad en su mandato.

También decían que China entraría en Taiwán en 2026 o 27 así que con eso tenemos la marimorena montada: fiesta Europa/Rusia; fiesta Judens/Morlocks; Fiesta USA/China.

Antes por el lol y el hijo molaba la figura de Trump; en unos meses es probable que nos paguemos en sus reputísimos muertos, aunque el tiempo dirá.

Hay que hacer que el foro aguante al menos 5 años que van a estar entretenidos. @Rhodium cuántos años de servidor hay pagados?
 
El artículo de The Economist dice una cosa interesante: que mucha gente no va a votar a Biden simplemente por la edad, independientemente de cualquier otra consideración. Sabiendo eso, no se entiende que no se haya hecho a un lado (o que el Partido Demócrata lo haya hecho).

Sí es cierto que, históricamente, (casi) todos los presidentes de Estados Unidos han buscado la reelección. Pero es que ninguno tenía 81 años, y en la práctica son 82 ya que los cumple dos semanas después de la elecciones (el 20 de noviembre).

El artículo me sale de pago, si alguien quiere leerlo que abra el spoiler.

La política estadounidense está paralizada por una contradicción del tamaño del Gran Cañón del Colorado. Los demócratas braman contra la reelección de Donald Trump y dicen que supondrá la perdición de la democracia de su país. Y, sin embargo, a la hora de decidir a su rival en las elecciones de noviembre, da la impresión de que el partido aprobará dócilmente la candidatura de un anciano de 81 años con el peor índice de aprobación de todos los presidentes modernos a estas alturas de mandato. ¿Cómo se ha llegado a eso?

El nivel de aprobación de Joe Biden se sitúa 16 puntos por debajo de la tasa de desaprobación. Trump, por delante en las encuestas de los estados indecisos que decantarán las elecciones, está muy cerca de su segunda victoria presidencial. Por más que no se perciba a Trump como un dictador en potencia, se trata de una perspectiva alarmante. Una parte sustancial de los demócratas preferiría que Biden no se presentara; pero, en lugar de plantear una alternativa o apoyarlo sin fisuras en su campaña, se dedican a rezongar con mirada aturdida contra el lío en el que están metidos.

No hay secretos sobre los motivos de la impopularidad de Biden. En parte, se debe al sostenido estallido inflacionario sufrido. Y luego está la edad. La mayoría de los estadounidenses conoce a alguien que ya ha cumplido los ochenta y a quien se le empiezan a notar los años. También sabe que, por muy buena persona que sea, no se le debería conceder otro período de cuatro años en el trabajo más difícil del mundo.
En 2023, Biden podría -y debería- haber decidido ser un presidente de un único mandato. Habría sido venerado en tanto que ejemplo de servicio público y reproche al ego desmesurado de Trump. Los peces gordos demócratas lo saben. De hecho, antes de que su partido obtuviera unos resultados mejores de lo esperado en las elecciones legislativas de medio mandato, muchos miembros del partido pensaban que Biden se haría a un lado. The Economist sostuvo hace ya más de un año que el presidente no debía presentarse a la reelección.

Por desgracia, Biden y su partido tenían varias razones para que participara en otra campaña más, ninguna de ellas buena. Su sentido del deber se ha visto contaminado por la vanidad. Tras haberse presentado por primera vez a las elecciones presidenciales en 1987 y haberse esforzado durante tanto tiempo para conseguir sentarse tras el escritorio Resolute del Despacho Oval, se ha dejado seducir por la creencia de que su país lo necesita porque ha demostrado ser capaz de derrotar a Trump.

Cobardía y complacencia

Y seguramente también el deseo de servir de su personal se ha visto empañado por la ambición. Es algo natural en las administraciones que muchos de los asesores más cercanos de un presidente no vuelvan nunca a estar tan cerca del poder. Por supuesto, no quieren ver a su hombre abandonar la Casa Blanca para centrarse en la fundación de su biblioteca presidencial.

Los dirigentes demócratas han sido cobardes y complacientes. Como muchos republicanos pusilánimes del Congreso, a quienes no les gustaba Trump y lo consideraban peligroso (pero que no se atrevieron a destituirlo y ni siquiera a criticarlo), los fieles demócratas no han querido obrar en consonancia con sus inquietudes frente al desatino de Biden. Si ha sido por la amenaza a sus propias carreras, el comportamiento ha sido cobarde. Si ha sido por pensar que Trump es su propio peor enemigo, ha sido complaciente. Los índices de aprobación Biden no han dejado de caer, mientras que las 91 acusaciones penales a las que se enfrenta Trump no han hecho por ahora más que fortalecerlo.

Biden se mantuviera al margen. Al fin y al cabo, aún faltan diez meses para las elecciones y el Partido Demócrata tiene suficiente talento en sus filas. Por desgracia, no se trata sólo de una eventualidad muy poco probable, sino que, cuanto más se analiza lo que podría ocurrir, encontrar a estas alturas una alternativa a Biden sería una tirada de dados desesperada e imprudente.

Alternativas en el cargo

En caso de que se retirara hoy, el Partido Demócrata tendría que reconfigurar vertiginosamente sus primarias, porque los plazos de presentación de candidaturas ya han vencido en muchos estados y los únicos otros candidatos de la papeleta son un congresista poco conocido llamado Dean Phillips y una gurú de la autoayuda llamada Marianne Williamson. Suponiendo que esa reconfiguración fuera posible y que la previsible avalancha de juicios fuera manejable, las asambleas legislativas estatales tendrían que aprobar nuevas fechas para las primarias muy cerca de la convención de agosto. Habría que organizar una serie de debates para que los votantes de las primarias supieran qué estaban votando. El abanico de candidatos podría ser enorme y no habría forma evidente de reducirlo rápidamente: en las primarias demócratas de 2020 se presentaron 29 candidatos.
Semejante caos podría merecer la pena si el partido lograra la seguridad de llegar a las elecciones con un candidato joven y elegible. Sin embargo, parece igualmente posible que el ganador final acabara resultando inelegible: Bernie Sanders, por ejemplo, un autodeclarado socialista democrático que tiene un año más que Biden. De todos modos, lo más probable es que la candidatura recayera en Kamala Harris, la vicepresidenta. Harris tiene la ventaja de no ser mayor, aunque dice mucho de la gerontocracia del Partido Demócrata el hecho de que vaya a cumplir 60 años en noviembre y se la considere joven.

Por desgracia, ha demostrado ser una mala comunicadora, una desventaja tanto en el cargo como en campaña. Harris es un producto de maquinaria política de California y nunca ha conseguido atraer a los votantes de otros estados. Su campaña en 2020 fue espantosa. A veces da la impresión de que su teleprompter ha sido pirateado por un humorista. La inmigración y la frontera sur (asuntos de los que se ocupa para Biden) son la cuestión más importante para Trump y la más débil para los demócratas. Las posibilidades de Harris de vencer a Trump parecen incluso menores que las de su jefe.

Por lo tanto, es mejor que los demócratas se centren en elegir a Biden. La economía promete un aterrizaje suave; los trabajadores están viendo un crecimiento de los salarios reales y el pleno empleo. Si Trump fuera condenado, podría ocurrir entonces que los votantes lo castigaran. Lo más importante es vigorizar la campaña. Los demócratas necesitan desatar cierto entusiasmo y crear la sensación de que un segundo mandato es posible.

Cabalgando con Biden

El presidente no es bueno haciendo campaña y se enfrenta a un candidato cuyos mítines son una mezcla de reunión de secta y espectáculo de vodevil. Necesita a alguien que sepa hablar a las multitudes y salir en televisión por él. Esa persona no es Kamala Harris.

Una forma en que podría servir a su partido y a su país, y ayudar a mantener a Trump alejado de la Casa Blanca, sería que renunciara a otro mandato como vicepresidenta. Biden podría presentar así su segundo mandato como una presidencia diferente donde compartiría más responsabilidades con un vicepresidente que actuaría más como un director ejecutivo. En cualquier caso, Biden necesita la ayuda de un ejército de demócratas entusiastas dispuestos a hacer campaña a su lado. De momento, él y su partido caminan cual sonámbulos hacia el desastre.
 
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