Biden ha pronunciado hoy el habitual discurso del estado de la Unión. Aunque lo ha usado, sobre todo, para hacer campaña electoral atacando la mayor parte del tiempo a Trump (aunque todas las veces que ha hablado de él ha sido diciendo "mi predecesor").
Aunque en realidad lo que más le ha beneficiado es que ha sido un discurso enérgico (sobre todo improvisando respuestas a los ataques de los congresistas republicanos) y que no ha tenido grandes meteduras de pata o deslices a los que nos tiene acostumbrados.
Vamos, que es posible que su imagen, de cara a los votantes de noviembre, haya mejorado algo. No mucho, pero algo.
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