He leído con gran interés este hilo.
Yo creo que al final todo es relativo, es como se te dé.
Tengo cuatro ejemplos de expatriados. Los dos primeros ingenieros de caminos que tuvieron que salir por cojones, ya que aquí sólo había una perspectiva, el paro.
Hoy en día, ninguno de los dos pretende volver. Ambos dos se están llevando kilotons, y tienen unas condiciones de vida que en el caso de uno son impresionantes. Vive en Canadá, en un casoplon con un terrenazo inmenso en medio de la más apabullante naturaleza. Sus hijos estudiando en un colegio de élite y su mujer que era a abogada, se ha colocado también, ganando encima un sueldaco. Esos no tienen previsto volver y ahora mismo ni lo quieren.
El otro se ha convertido en el responsable de zona de Chile, Argentina, Uruguay y no sé si otro país de muerda. Fue de jefe de obra pelao, y hoy lleva media america latina. Vive en Chile, en Viña del Mar, en un duplex en primera línea de costa, de 250m. Su hijo va un colegio alemán, y su esposa ha montado un negocio de decoración. Este si tiene previsto volver, pero dentro de 8 o 10 años.
Pero hay otras caras de la moneda. Un abogado hamijo fue a Canadá, estuvo un año y tuvo que volver porque no se integraba, y porque las condiciones laborales pese a ser francamente superiores a las de aquí, allí iba pelao.
Otro fue de técnico de inyección a una empresa de componentes de automoción en Alemania y la que no se integró fue su mujer, y al año a España.