El loco mundo de las citas locas.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Victor I
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
En la quietud de la noche, la casa silenciosa, la televisión dormitando apagada, la calle languideciendo solitaria más alla de los cristales de la habitación, me viene a la memoria una anécdota intrascendente, que sin llegar a la categoría de las que pretende recoger el presente hilo, al menos se escora ligeramente hacia ese territorio tan agradecido lo curioso.

Los prolegómenos son los mismos que en tantas otras citas relatadas anteriormente. Mañana de domingo infinitamente aburrida, perdiendo las horas delante del ordenador en busca de una paja salutifera y redentora, decenas de intentos de contactos en el chat habitual y finalmente una supuesta mujer que tan saturada de tedio y desolación como yo por aquel tiempo, entretiene sus horas vacías chateando conmigo. Sin demasiados miramientos, hastiado y erecto, le propongo una ciberpaja a través de la webcam. Me dice que ella prefiere el cara al cara, asi que intercambiamos móviles, y sin saber cual era su aspecto, hubiera aceptado en cualquier caso, nos citamos para vernos esa misma tarde.

Incluso la más puta entre las putas prefiere tener una coartada, justificarse con un algo más, asi que por aquello del pudor y la necesidad de aparentar ciertos modales quedamos para ver primero una película y despues "ya se verá" A la hora indicada, en el lugar señalado nos plantamos mis cojones, mi desesperación y yo. A la hora indicada, en el lugar señalado, una oronda y avejentada treintañera me busca con la mirada. Es ella y soy yo. La pareja del año. Sonrie, se acerca sofocada, sudorosa. ¿Porque no? Pienso mientras nos aceramos a la taquilla. Una mamada, en la oscuridad de las butacas, una despedida cortés e inequívoca y vuelta a casa sin esperar a que termine la película. Ese era mi plan.

Por desgracia ella lo queria todo. Queria polla y queria subvención. Asi que a la hora de pagar las entradas me dice que no tiene dinero, que se ha olvidado el monedero en casa. La miro, devuelvo las entradas a la taquillera. La doy dos besos y nos despedimos. Estuve a punto de invitarla. Al llegar a casa me hice una paja en su honor, imaginandomela agachada sobre mi polla, subiendo y bajando como una bomba de petroleo. En mi fantasia, despues de correrme, al marcharme, ella me sonrie y me dice "gracias por la entrada" Yo la devuelvo la sonrisa, la beso en la frente y me despido con "me han encantado la película" . Dos años despues, volví a quedar con ella.
 
ilovegintonic rebuznó:
Leí una vez que la memoria es como un perro idiota al que le tiras un palo y te trae cualquier otra cosa.]

Da así como apuro mentar al toly de Ray Loriga, ¿eh?.

Por otra parte, festival de loles este hilo. Ya contaré alguna que otra yo... cuando me pasen.
 
Analizando cada una de las historia de este hilo, fijaros en que hay una constante en todas ellas: el ansia por meter nos ciega, nos embriaga, vamos como burros detrás de un coño. Somos incapaces de medir, nos metemos hasta el cuello en la mismísima mierda y no nos damos cuenta hasta que no la estamos paladeando. Y después, cuando conseguimos ver la situación con un poco de perspectiva, pensamos "¿pero como hice yo eso?".

Lo que voy a relatar ocurrió hace relativamente poco, hace más o menos mes y medio. Después de época de exámenes en la universidad.

Versión resumida:

Una gorda me quiere convertir en su pagafantas y yo me agobio y pego un gatillazo. Fin.
Versión bible in verse:

Tengo un nuevo amigo, salgo con él desde hace poco y siempre me está presentando gente. Al poco de conocernos me presentó a sus buenas amigas. Casi todas rondaban la treintena y se las veía simpáticas pero un poco paraditas. En general no eran feas ni guapas. No me apetecía intentar nada con ninguna de ellas, pero sabía que si un día me picaba, en ese grupo podría invertir con una buena probabilidad de éxito.
Un día apareció una nueva, más joven que el resto, no la había visto antes porque sigue en la universidad. La verdad es que me pareció guapa desde el principio y así se lo hice saber a mi amigo. Muy guapa de cara, rostro aniñado, ojos azules, rubia, sonrisa bonita. De cuerpo estaba un poco rellenita, pero no estaba gorda.

Como parece que yo también le gusté a ella, el apaño se hizo rápido.

Bueno, ya sabía que por ahí podía entrar que algo caía. Sólo tenía que buscar el momento. Ese momento tardó en llegar... demasiado. Intenté pinchármela una noche y después otra. No me decía que no quería, pero siempre tenía una excusa.
De ganas que tenía de follármela convertí aquello en un cortejo formal. Demasiados tonteos. Demasiados "ahora no podemos, lo intentaremos la próxima vez". Se le notaba que tenía ganas, que era más por vergüenza de quedar de guarrilla delante de sus amigas mojigatas que por hacerse desear. Mientras tanto, mi amigo no paraba de hablarme maravillas de ella. El tío, estaba empeñado en ennoviarnos.

No muy convencido y cegado por mis ansias de meterla en caliente, le propongo una cita. Quedamos un día entre semana después de exámenes y vamos a un sitio de tapas. A mitad del camino, me paro y le pego un beso en un portal para romper el hielo. Reanudamos el paso y ella me coge la mano. Glups.

Así que llegamos a la tasca de la manita. Suerte que era invierno y entre semana y no había mucha gente por la calle. Estuve atento e intenté ir por las calles y aceras más sombrías. Conseguí que no me viera ningún conocido.

Total, que pedimos y empezamos a hablar. A conocernos un poquito más. Se la veía vergonzosa, llena de inseguridades. Intenté llevar yo el ritmo de la conversación y me estaba aburriendo bastante. Tenía los mismos gustos y aficiones que las chicas insulsas del pueblo llano: música de los 40, comedias románticas, mucha vida familiar...

Mientras me aburría escuchándo su voz de pito, allí bajo la luz de los focos empecé a ver cada vez más defectos en ella. Una de las cosas que más me llamaron la atención fue que tenía unas manos enormes, casi como las mías. Me fijé en que su rubio era teñido. Y empezó a parecerme bastante más fondona de lo que recordaba. Había pasado de ser una guapa joven de anchas caderas a una gorda de cara bonita. Era como si en las dos semanas que había estado fuera estudiando se hubiera hinchado a bollos y a galletas. O eso o que la noche me confundió. Fue entonces la primera vez que me plantee si quedar con ella había sido un error. No podía irme, tenía que aguantar, imaginarme la probable reacción y juicio por parte de nuestros amigos comunes me quitó esa idea de la cabeza.

Terminamos pronto, Dios gracias, y llega el momento de pedir la cuenta. Pedimos la nota y voy a pagar yo. Lentamente voy a sacar la cartera y veo que no mueve ni un solo dedo por pagar. Pagué yo y se disculpó: "otro día te tengo que invitar yo, ¡eh!"

Bueno, seguimos cubriendo etapas hacia su coño, y me la llevo a un sitio más íntimo donde poder calentarla. Nos sentamos a tomar unos cócteles. Estuvimos no más de 45 minutos. Éramos las dos única personas del bar, así que teníamos los ojos de la camarera clavados en nosotros. Cuando llega el momento de pedir la nota, pienso "bueno, voy a hacer como que pago, pero ésta le toca a ella". Traen la bandejita y veo que repite exáctamente el mismo modus operandi y culmina con la misma frase expiatoria. Esto va de mal en peor.

En fín, nos vamos y llega el momento que todos estábamos deseando. Le digo de venirse a mi casa, que (¡oh!, casualidad) estaba a pocas manzanas de allí. Empieza a hacerse de rogar: "es que... es que...". Le insisto "¿pero me vas a dejar otra vez con las ganas?". Y entonces me suelta que tiene la regla. Glups. "Bueno, tú sube y ya veremos qué es lo que hacemos". Traducción: a ver si cae una chupadita. Y ella accedió (a subir, lo de la fellatio está por ver). No estaba muy convencida pero no quería disgustarme. Supongo que todos sabemos por qué.

Ya en mi piso, empezamos a enrollarnos directamente en la cama. Le quito el sujetador y descubro que esas dos pechugas que asomaban generosas se convierten en dos tetillas medianas y caídas. Otra decepción. Pero no afectó demasiado a mi ánimo. Mis ganas de meterla (bueno… ya de eyacular) siguen intactas. Vaqueros fuera, se tumba sobre mí y le agarro el culo. Mierda… aquello era como apretar un balón desinflado. Vaya nalgas flácidas. Me dirijo ahora al coño… ¡Por el amor de Dios! Aquello era un coño peludo y lo demás son tonterías. Os juro que era la maraña de pelo más gruesa, más áspera y enredada que jamás he visto. Empecé a masturbarla y el ruido del roce retumbaba en toda la habitación ¡jorsh, jorsh, jorsh!. Lo malo es que no podía bajar a zonas más lúbricas porque me topaba con la cuerdecita del tampón. Eso sí que fue un golpe duro a mi libido. La chica mientras tanto le daba a la manita, pim pam, pim pam. Ella se estaba calentando y yo allí muriéndome, con la yema del dedo echándome humo.

Entonces me propone: "si no te da asco me quito el tampón". A lo que yo accedo. Se levanta ansiosa y al incorporarse veo su cuerpo y me fijo en un gran lunar que tenía justo al principio de la raja del culo. No sé porqué mi cabeza me jugó esa mala pasada, el caso es que me imaginé que se había cagado y la mierda había chorreado hasta la cama dejando ese poso en su coxis. Después de esa visión, abrí el cajón de los condones, me calcé uno y aquello empezó a derrumbarse igual que los cimientos de la torre de Pisa. La muchacha llegó veloz, saltó sobre mí a horcajadas y yo le dije "déjalo, que no puedo". Intentó reanimala, incluso hizo amago de chupármela, pero se finalmente inhibió. Y se hizo la sorda cuando yo le dije que siguiera. Así que nos tumbamos y le solté la típica retahíla de disculpas post-gatillazo. Ya sabéis... de lo más desagradable que le puede pasar a un tío. Y más la primera vez que estás con una chica. Horrible.

Todavía no ha terminado la pesadilla, porque después de un rato tumbados allí en mi cama me dice: "bueno, es tarde, nos vamos a tener que ir ya". ¿"Nos"...????¿"Nos", hija de puta? Yo te iba a llevar a casa, pero eso tiene que salir de mí. Es la primera vez que quedamos y ya asumes que te tengo que invitar a todo y tengo que ser tu taxista.

Y la llevé a casa.

Al día siguiente, abrí los ojos al despertarme y empecé a recordar todo: me recordé paseando de la mano con ella, me ví de paganini, me ví de taxista, recordé todas sus taras, su conversación insulsa. Me dije "Nunca máis". En cuanto ví el momento, la llamé y la mandé a paseo con el respeto que merece la amiga de un amigo, lo más elegantemente posible. Fin.

Bueno, esto es solo una parte de la historia. Tiene más intríngulis, pero no me apetece mucho contarlo. Además, quedaría demasiado larga. Prometí una historia con buenas dosis de patetismo y espero no haber decepcionado.

Saludos
 
uff lo siento, te acompaño en el sentimiento :cry:

Os voy a contar una historia de un gatillazo.

Era nochevieja del 2007, salí con un amigo de fiesta, trajeadito y hasta con algo de base de maquillaje:oops: en el fondo estaba mas guapo.

Nos vamos de botellón a un parking y nos tajamos bastante, acto seguido, fuimos a un garito.

Tras dar una vuelta, topo con una tia y le tiro los tejos, del pedo que llevaba, supongo que paso de mi como de la mierda pero...

una de sus amigas está viendo la situación, y yo que no me corto un pelo me acerco a ella y empiezo a vacilarla y a empezar el cortejo, no voy a entrar en detalles,

el caso es que consigo liarme con ella y le propongo que nos vayamos a un hotel, como estaba en la ciudad donde viven mis padres, no hay casita donde follar, y pagar 50€ por un polvo con ésa chica merecía la pena, es de nombrar que la tia estaba bastante bien, muy guapa de cara y muy buen tipo, no excesivamente delgada pero si un tipito como los que me gustan a mi.

Ella no quiere follar porque estaba su hermana y le daba palo, yo al día siguiente volvía al trabajo, así que pense en quedar con ella la siguiente vez que bajase a ver a mis padres.

Nada mas llegar a mi ciudad para volver al trabajo, la llamo y respondió bastante bien, le hizo ilusión y era bastante maja, al dia siguiente llama ella, yo al siguiente y así...

el caso es, que al siguiente finde, acabo en casa de mis padres, una putada que ella no viviese donde yo, pero al fin y al cabo mereció la pena, quedamos el sábado por la tarde para dar una vuelta, conocernos... cenamos fuera, la invito, todo viento en popa.

A la semana siguiente igual, llamaditas buen rollo y quedamos el viernes por la noche para salir por hay, cenar y tomar unas copas. invito yo a la cena y ella a las copas, me dice que está vacía la casa de su abuela (ella no vivía donde mis padres, sino en un pueblo alrededor, y la abuela tenía un piso en la capital)

Total, vamos al acto y yo flipando, no podía creerme que estuviese con esa piva a punto de fornicarmela.

Llegó el momento de sacar el nabo y poner alli las normas, pues no, no pude por los nervios, FAIL.

Dormimos juntos y todo el rollo, me dijo que no pasaba nada etc etc, al día siguiente no quedamos porque ella se fue con sus amigas y yo con mis amigos, no dió señales de vida.

Tras dos FAILS de llamadas, ella no contestó, conclusión, quede bastante mal y la tía no estaba para aguantar gatillazos, cuando anteriormente, ninguna mujer me habia pedido el libro de reclamaciones!:sad: TODAS PUTAS.
 
(...) Era nochevieja del 2007, salí con un amigo de fiesta, trajeadito y hasta con algo de base de maquillaje:oops: en el fondo estaba mas guapo.(...)

Le aconsejo que cambie de tercio. Vamos, relájese, no tense tanto los músculos de su retaguardia. Verá cómo liga más, más variado y de gratis.

Le manda cojones.
 
saca-al-tarado rebuznó:
Le aconsejo que cambie de tercio. Vamos, relájese, no tense tanto los músculos de su retaguardia. Verá cómo liga más, más variado y de gratis.

Le manda cojones.

No se notaba apenas leñe, no me puse gran cosa. aparte, He de dejar claro que no tengo por costumbre maquillarme, solo lo hice esa vez

Además, todos los modelos que salen en la tele, salen maquillados: futbolistas, hombres de la tele, POLÍTICOS, y son muy heteros oiga
 
Lo malo de por ejemplo las citas a ciegas, es que siempre quedas temiendo lo peor...pero luego va y resulta que te has quedado corto. Siempre recordare la cita de la gorda del megane u otra que me llevo en un ford focus que estuve a punto de tirarme con el coche en marcha en mitad de la sierra madrileña.
 
EviLOL rebuznó:
No se notaba apenas leñe, no me puse gran cosa. aparte, He de dejar claro que no tengo por costumbre maquillarme, solo lo hice esa vez

Además, todos los modelos que salen en la tele, salen maquillados: futbolistas, hombres de la tele, POLÍTICOS, y son muy heteros oiga
Al menos dí que el maquillaje se lo pillaste a tu hermana o a tu madre. Dinos que no lo compraste tú.
 
-SH rebuznó:
Al menos dí que el maquillaje se lo pillaste a tu hermana o a tu madre. Dinos que no lo compraste tú.

Te digo la verdad? no me acuerdo, hace año y pico de eso, pero coño que tampoco es para tanto, ni me puse rimmel ni leches:137
 
Decrépito rebuznó:
Lo malo de por ejemplo las citas a ciegas, es que siempre quedas temiendo lo peor...pero luego va y resulta que te has quedado corto. Siempre recordare la cita de la gorda del megane u otra que me llevo en un ford focus que estuve a punto de tirarme con el coche en marcha en mitad de la sierra madrileña.

Introducción coñazo marca de la casa.
Recuerda menos y cuenta mas, coño que escribir no cuesta dinero y darle a las teclas no te deja las muñecas inservibles para la paja de buenas noches. Una de tus breves reseñas a una cita loca me ha recordado a aquella vez que estuve a punto de caer en la delincuencia por culpa de una compañía indeseable. Este es el relato de los hechos.

Durante unos cuantos meses el famoso chat de Terra me proveía con una malsana generosidad de todo tipo de deshechos presuntamente humanos. Era una especie de maldición, la suerte estaba de mi lado, sin apenas propornérmelo, acababa teniendo una de estas cita locas que tantos loles nos han dado. Raro era el fin de semana que no tenia algun bollito en el horno preparado para hendir hasta el fondo mi estilete. No siempre acababa en polvo pero terminé por acostumbrarme a la vida fácil de las citas con cachalotes y me volví perezoso a la hora en enfrentarme a hembras de mas entidad estética.

De como estuve a punto de convertirme en un quinqui

En aquella ocasión la cosa superó ciertos límites. Mi dependencia sexual me permite aceptar una gran variedad de físicos, siempre que la higiene no escasee y aún conserve un buen número de piezas dentales. La señorita en cuestión bordeaba la obesidad mórbida, toda una ternera bien cargadita de arrobas. Incluso a mi me intimidaba un poco, pero mi rabo la dio el visto bueno y no pude oponerme.

El verdadero problema es que era gilipollas, una imbecil absoluta con aires de princesita. Algo inverosimil teniendo en cuenta su talla y sus taras. La fui a buscar a su casa en mi coche y a los 5 minutos me tenia la cabeza desatornillada con tanta soplapollez como soltaba. Sin embargo se abrió un pequeño claro en medio de la tormenta. Al llegar a un semáforo, sale corriendo del coche, un milagro pensé, pero no, habia visto a una amiga y corrio a saludarla. Cojonudo, arranco el coche y hasta la vista calista. Fui a echar el cerrojo de la puerta del copiloto, no fuera a subirse en marcha al verme arrancar, y alli descubri como habia un problema que me enfrentó a una duda moral: la muy zorra se habia dejado el bolso.

La jugada podia haber sido maestra, perder a la gorda y vaciarla la cartera, al menos me daria para gasolina y me llevaria de regalo un paquete de kleenex y unos chicles. Pero mi naturaleza pusilánime salia a relucir en el peor momento. Me acojoné, señores, me hice caquita pensando en que tal vez apuntarian la matrícula y acabarian por presentarse en casa dos guardia civiles para llevarme a compartir celda con Julian Muñoz. Asi que desistí de mi acción criminal, la gorda regresó y la tortura siguió en el punto en el que lo habia dejado.

Naturalmente sin mediar propuesta ni preguntar por su opinion, lleve el coche a un descampado, mamada, y de vuelta a su casa. Una cita de una hora sin bajar del coche. Me dijo no se que de ser un caballero pero en ese momento yo arrancaba sin la gorda y sin su bolso. Me sobra polla y me faltan huevos, esta es mi triste verdad.
 
Te digo la verdad? no me acuerdo, hace año y pico de eso, pero coño que tampoco es para tanto, ni me puse rimmel ni leches:137
Sí, ya... "No me acuerdo si he comprado maquillaje o no"
Victor I rebuznó:
De como estuve a punto de convertirme en un quinqui

Haber llevado el bolso a la comisaría más próxima.

Tú estás muy enfermo, amigo. Pero no dejes de contar anécdotas sórdidas.
 
No en serio SH no me acuerdo sino te lo diría, dalo por hecho, no tengo nada de que avergonzarme o esconder.


recuerdo al poco de independizarme e irme a vivir fuera, que conocí a una zorrupia que estaba en la misma situación que yo, nueva en la ciudad etc. la conoci por el terra (por entonces no tenía hamijos y tenía que tirar de chat.) la chica era guapa delgadita, no un pivon claro, pero para meterla en caliente supera con creces mi aprobado. El caso es, que nos fuimos de fiesta y al principio todo muy bien, muy maja, poco a poco iba cogiendo confianzas como agarrarse del brazo mientras yo pensaba: hoy mojo y la nueva cama estreno:lol:

Pues FAIL por mi parte señores, creía mal, al principio muy bien, pero hablaba demasiado sobre ella y su vida, e iba de pija con marcas, que si bufanda burberry, que si pantalones salsa...cuando no era más que una azafata de una subcontrata de renfe que se chupaba fines de semana a mansalva. Un coñazo de tía.

Por fin entramos en una discoteca, tomamos alguna copa y estoy más agusto, le doy una segunda oportunidad por lo menos para ver si logro follarmela, entre el buen rollito que ella había cogido y la cogida de mi brazo, hace que haya una esperanza, nada, le digo que "si nos vamos a mi casa", me responde con un: "tienes mucho peligro" y demás basura que soltó. que hice yo?

le dije que me iba al baño y que volvía enseguida, la dejé en medio de la pista de baile, pillé mi abrigo y me fui a mi casa en taxi, a tomar por culo, me cuenta su vida gratis por toda la cara.

En el taxi empezó a llamarme pero no se lo cogí, finalmente me mando un mensaje diciendome de todo, nunca más supe de ella.

Un saludo.
 
Mi peor cita a ciegas se veía venir desde el mismo momento en que acepté seguir hablando con la típica chica del chat de Terra de las que cuando le preguntas cómo es físicamente, te responde a todo menos a su peso muerto en báscula. 41 añitos me dijo que tenía la criatura.

Pesada hasta el hartazgo, conseguí domesticarla para no tener que ofrecerle mi número de móvil la primera noche, pero no pude ya oponerme a sus arremetidas por el chat durante los días sucesivos. A partir de ese momento, mi vida comenzó a ser una tortura intolerable. Me enviaba Sms y me llamaba, sin previo aviso, por la más mínima tontería y sin excusas: "Quiero saber cómo estás", "¿Qué tal te ha ido el día?", "¿Has pensado en mí hoy?", "Estuve esperando tu llamada, pero no me diste un toque...", etc., etc., etc., hasta el punto que uno empieza a sentir la necesidad de estrellar con todas las fuerzas el puto móvil contra un bordillo o recuerda toda la familia fallecida del inventor de este vil artefacto.

¿Cómo me atrapó y accedí? Me ofreció para tener nuestra primera cita compartir el regalo de una noche de hotel, que había conseguido como regalo en no sé que promoción, donde nos conoceríamos personalmente y nos iríamos directamente a la habitación. Se ve que tenía hambre de macho después de años de separación. Eso tendría que haberme puesto sobre aviso.

Sí, parece extraño, pero aceptó llevarme sin importarle que yo fuera un vil psicópata, porque como ustedes comprenderán, ni siquiera doy ese perfil.

Llegó el sábado noche, día en que estaba fijado el encuentro y, previendo que quien conoce el terreno tiene ya buena parte de la partida ganada, me anticipé 20 minutos y empecé a esperarla en la habitación del hotel. Craso error. Los 20 minutos se convirtieron casi en una hora de retraso, algo que debí anticipar encontrándome en España y aguardando la llegada de una mujer. Pensé en ese larguísimo tiempo de espera que mi intuición, mi sexto sentido, insistían imperiosamente en que me largase antes de que fuera tarde, pero dejé de prestar atención al corazón argumentando que los nervios o el miedo estaban pudiendo conmigo y no era menester sucumbir antes de hincar.

Cuando más angustiado y absorbido estaba con estos pensamientos, escucho el clásico toc toc y, atusándome el pelo, y esbozando mi sonrisa más caballerosa, abro la puerta y... me encuentro al otro lado no a una señora separada de buen ver, aunque algo ajada, como era de esperar, sino a un monstruo epíceno de 1,80 ó más, con la contextura física de Mazinger Z y una mandíbula que ya quisiera para sí un pit bull. Su silueta era el bloque negro de 2001: una Odisea del Espacio. Pensé en milésimas de segundo que si me apretujaba entre sus brazos posiblemente me cortaría la respiración.

Afortunadamente, mi cara de miedo, sorpresa y, posiblemente de asco, jugaron a mi favor, porque de la siguiente media hora sólo recuerdo balbuceos y preguntas banales mientras ella permanecía sentada en una silla y yo en el borde de la cama, a dos metros de distancia, con las manos sobre las rodillas. El absurdo a la enésima potencia. Viéndonos atrapados, la suerte vino en mi favor cuando suena su teléfono móvil y se pone a charlar con una amiga. Saque fuerzas de donde nos las hay, me puse en pie, recogí mis cuatro cosillas que había llevado para pasar la noche, prometiéndomelas muy feliz, y mientras me comentaba que su amiga iba a venir a verla para traerle algo, le espeto con cara de absoluta satisfacción: "Buffff, ¡¡no sabes el peso que me has quitado de encima!!" Su cara se convirtió en la máscara de una tragedia, pero no le di tiempo a lloriqueos antes de cerrar la puerta a mis espaldas.

Sólo recuerdo mi carrera hasta la salida del hotel (incluso el ascensor me dio la sensación de ir más rápido a mi favor) y mi escueto saludo al recepcionista que no sé qué debió pensar, pero que me sonrío mientras casi me guiñaba un ojo.

¿Qué gané como experiencia de aquel fatídico día? Durante tres meses, asqueado hasta la náusea, dejé totalmente de chatear y buscar citas a ciegas, aunque esa noche, sintiéndome libre, dormí como un recién nacido y con una sonrisa en los labios. De ella sólo conservo un paraguas que, en mi precipitación, me llevé por equivocación en mi huida. Ni siquiera me llamó para reclamarlo y yo ni muchísimo menos para devolvérselo.
 
Hay una ley cientifica que dice que el tiempo que tarda una chica en pedirte una cita a ciegas es inversamente proporcional al nivel orco de mordor que la susodicha poseera.
 
AhoraEsEM rebuznó:
mi escueto saludo al recepcionista que no sé qué debió pensar, pero que me sonrío mientras casi me guiñaba un ojo.
Me he descojonao cuando he leído esto. :137:137
 
Así que llegamos a la tasca de la manita. Suerte que era invierno y entre semana y no había mucha gente por la calle. Estuve atento e intenté ir por las calles y aceras más sombrías. Conseguí que no me viera ningún conocido.

[...]

No podía irme, tenía que aguantar, imaginarme la probable reacción y juicio por parte de nuestros amigos comunes me quitó esa idea de la cabeza.

Vale, ahora ya me queda claro lo que en el hilo de salir solo suponía. Tienes un miedo exagerado al qué dirán, te avergüenzas de tus propias decisiones y sometes a juicio del otro las decisiones que tomas para contigo mismo, y si ves que no van a ser sancionadas positivamente no las tomas, aunque sea lo que deseas, y tu mayor preocupación no eres tú, sino que los que te rodean te absuelvan en sus juicios.

Diagnosis: borreguismo lacerante, quediránismo en fase II. Se aprecian graves indicios de dependencia social.
 
ilovegintonic rebuznó:
Vale, ahora ya me queda claro lo que en el hilo de salir solo suponía. Tienes un miedo exagerado al qué dirán, te avergüenzas de tus propias decisiones y sometes a juicio del otro las decisiones que tomas para contigo mismo, y si ves que no van a ser sancionadas positivamente no las tomas, aunque sea lo que deseas, y tu mayor preocupación no eres tú, sino que los que te rodean te absuelvan en sus juicios.

Diagnosis: borreguismo lacerante, quediránismo en fase II. Se aprecian graves indicios de dependencia social.
Diagnosis: vives en una ciudad.

Déjate de juzgar sin saber. Vete a vivir a un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce. Aguanta valoraciones sobre tu vida privada de gente que ni quiera sabes cómo se llama. Aguanta que tu madre te diga que en la peluquería le han dicho que sales con nosequién porque te han visto tomándote un café con una amiga. Ya verás como entonces te escondes de las miradas y te empiezas a preocupar del qué dirán. Ya verás.

A parte de que tu razonamiento es del todo incorrecto. Primero, porque una de las ventajas que tiene vivir en un sitio pequeño donde todo el mundo se conoce es que cuando sales siempre encuentras gente, con lo cual es muy difícil -por no decir imposible- que te vean solo en cualquier sitio. Y segundo, porque cuando llevo cuatro copas encima, el "qué dirán" me la sopla de sobre manera.

Bueno... parece que por salir solo eres poco menos que un dios con superpoderes. Tú mismo... Para mí no es más que la única opción del que no tiene amigos, un refugio para inadaptados, o como mínimo un último intento desesperado de no quedarse en casa viendo la tele. Cada uno tiene su forma de ver las cosas.
 
-SH rebuznó:
Diagnosis: vives en una ciudad.

Déjate de juzgar sin saber. Vete a vivir a un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce. Aguanta valoraciones sobre tu vida privada de gente que ni quiera sabes cómo se llama. Aguanta que tu madre te diga que en la peluquería le han dicho que sales con nosequién porque te han visto tomándote un café con una amiga. Ya verás como entonces te escondes de las miradas y te empiezas a preocupar del qué dirán. Ya verás.

A parte de que tu razonamiento es del todo incorrecto. Primero, porque una de las ventajas que tiene vivir en un sitio pequeño donde todo el mundo se conoce es que cuando sales siempre encuentras gente, con lo cual es muy difícil -por no decir imposible- que te vean solo en cualquier sitio. Y segundo, porque cuando llevo cuatro copas encima, el "qué dirán" me la sopla de sobre manera.

Bueno... parece que por salir solo eres poco menos que un dios con superpoderes. Tú mismo... Para mí no es más que la única opción del que no tiene amigos, un refugio para inadaptados, o como mínimo un último intento desesperado de no quedarse en casa viendo la tele. Cada uno tiene su forma de ver las cosas.

Bueno, ahora sí tiene más sentido lo que venías diciendo, ahora sí se entiende algo más la preocupación por las miradas y los juicios del otro. Ahora, yo te rebato lo que dices con los argumentos que me das. Si me hurtas un dato fundamental no me digas al final del todo "ah, pero yo es que vivo en un pueblo pequeño", no se puede uno sacar de la manga un dato así al final del discurso para ganar. Ese dato ponlo al principio, y no solo no lo has hecho sino que además los datos que has dado no indicaban que fuera así, si es que es así. Y dejemos este hilo para lo que es y sigamos en el que toca, allí te espero para seguir debatiendo sobre esto, pero ya te adelanto que no considero que el que salga solo sea como para aplaudirle, sino una opción igual de válida que salir acompañado y desde luego ya te digo que eso de que es el refugio de inadaptados es una tontería como decir que uno que lleva barba es porque es un rojeras. Y sí, cada uno tiene su forma de ver las cosas, desde luego, y las hay equivocadas y las hay acertadas.

Sigamos con este magnífico hilo en el que se han de contar citas locas, citas inverosímiles en lugares insospechados con tías que nos salen por peteneras, no citas fallidas. Citas locas, no la de aquella vez que quedé con una y quería que le pagara las fantas, que eso de loco tiene lo que yo de cura.
 
Recuerdo una historia que me pasó hace alrededor de ocho meses. Un viernes por la noche mis amigas y yo estábamos bebiendo y bailando como perras en un bar. Se nos acercó el tipico pesado a dar conversación y como no nos lo pudimos quitar de encima accedimos a que nos presentara a sus amigos. Era un grupo de cuatro tíos donde había un morenazo de los que hacen historia. Alto, cachitas, sonrisa perfecta. Estuvimos hablando durante unos minutos (los suficientes para darme cuenta de que todo lo que tenía de guapo lo tenía de tonto) y una cosa llevo a la otra.
La cuestión es que a las pocas semanas recibí un mensaje de una amiga que hacía algún tiempo que no veía donde me proponía a que saliese con ella, su nuevo novio(que yo no conocía) y el primo de este que según ella estaba muy bien puesto.
Cual fué mi sopresa que cuando me presento a su novio y resulto que era el tío que yo me había tirado hacía bien poco... Yo no sabía ni que cara poner, ni donde mirar, ni ocmo reaccionar.... La situación fué muy tensa y me fuí al poco tiempo a casa con una excusa ridicula porque no aguantaba más estar allí con ellos...
 
Recuerdo una historia que me pasó hace alrededor de ocho meses. Un viernes por la noche mis amigas y yo estábamos bebiendo y bailando como perras en un bar. Se nos acercó el tipico pesado a dar conversación y como no nos lo pudimos quitar de encima accedimos a que nos presentara a sus amigos. Era un grupo de cuatro tíos donde había un morenazo de los que hacen historia. Alto, cachitas, sonrisa perfecta. Estuvimos hablando durante unos minutos (los suficientes para darme cuenta de que todo lo que tenía de guapo lo tenía de tonto) y una cosa llevo a la otra.
La cuestión es que a las pocas semanas recibí un mensaje de una amiga que hacía algún tiempo que no veía donde me proponía a que saliese con ella, su nuevo novio(que yo no conocía) y el primo de este que según ella estaba muy bien puesto.
Cual fué mi sopresa que cuando me presento a su novio y resulto que era el tío que yo me había tirado hacía bien poco... Yo no sabía ni que cara poner, ni donde mirar, ni ocmo reaccionar.... La situación fué muy tensa y me fuí al poco tiempo a casa con una excusa ridicula porque no aguantaba más estar allí con ellos...

Este es el el ejemplo perfecto de post que no tiene que ir aquí. Bravo, y justo después de mi aviso y de mis indicaciones de qué es lo que se debe postear aquí y qué no. Gracias por complementar mi aviso y por ilustrar de manera tan perfecta lo que no viene a cuento en este hilo.

Luego que si me mosqueo, que si me dan calentones, que si me pongo duro y que si tal y que si cual. A vosotros os querría yo ver.
 
ilovegintonic rebuznó:
Luego que si me mosqueo, que si me dan calentones, que si me pongo duro y que si tal y que si cual. A vosotros os querría yo ver.
Qué va, si con la tirorina estas desconocido! Pasó el lenguaje sms, pasó la arrobita, pasa esto... para que luego digas que te pones duro!!!
 
Qué va, si con la tirorina estas desconocido! Pasó el lenguaje sms, pasó la arrobita, pasa esto... para que luego digas que te pones duro!!!

¿Cómo que lenguaje sms, cómo que arrobas?. ¡Pero hijos de puta, avisadme, que no lo vi en su momento! Sigue viva de milagro.

Ahora, por favor, que se sigan contando citas locas. Victor, Polveteador, vosotros que sois los maestros del freakydating-LOL, devolved este hilo a su cauce con alguna de esas citas sabrosonas que os buscáis por esos mundos de Dios.
 
Victor I rebuznó:
Recuerda menos y cuenta mas, coño que escribir no cuesta dinero y darle a las teclas no te deja las muñecas inservibles para la paja de buenas noches. Una de tus breves reseñas a una cita loca me ha recordado a aquella vez que estuve a punto de caer en la delincuencia por culpa de una compañía indeseable. Este es el relato de los hechos.

Estos son los hechos. Erase una vez un chico que tenia su trabajo y su vida social pero que le faltaba algo(follar de vez en cuando). Es entonces cuando cometio la torpeza de tropezar en la misma piedra(el chat de terra que lo tenia bastante apartado)

Bueno lo tipico, conozco a treintañera de Madrid, yo soy de Valencia, ella casada pero con un matrimonio que hace mas aguas que un barco africano, habia buen feeling, nos llamabamos todos los dias y decido una locura irme a madrid a conocerla, bueno la unica referencia de ella a parte de la voz era una foto que me mandó bueno pues como pude comprobar mas adelante esa foto deberia tener lo menos 5 años.

Me planto en Madrid en la estación, me recoge en su coche y me lleva a un hostal rural para pasar la noche, hasta ahi mas de uno daría un dedo del pie.El problema es que aquella mujer habia degenerado en una especie foca con dos piernas y una cara de panquemado que no habia por donde cogerla. Encima vestia con 4 trapos gitanos, en serio era como ver una mierda en el suelo e intentar verle algo bonito. Pues alli estaba yo en una cola de una de las carreteras de salida de Madrid encerrado con esa morsa y apunto de entrar en una crisis nerviosa, disimulando mi ansiedad.
 
ilovegintonic rebuznó:
...Ahora, por favor, que se sigan contando citas locas. Victor, Polveteador, vosotros que sois los maestros del freakydating-LOL, devolved este hilo a su cauce con alguna de esas citas sabrosonas que os buscáis por esos mundos de Dios.


¡¡¡¡Pufffff!!!... Pues yo ahora pocas cosas puedo contar. La mujer con con la que estoy liado me está ordeñando y me va a dejar en los huesos en cuatro días.

Estoy deseando que se largue de visita a su país para descansar un poco o tengo que tramar algo porque esto no puede ser.

Por cierto, ¿Alguien sabe algo de ULTRAVICIOSO?.




:0)
 
Atrás
Arriba Pie