Cuando trabajaba en Madrid en un estudio que se dedicaba a hacer mayormente reformas en edificios antiguos y tramitar licencias de habitabilidad y cosas así, me tocó patear muchísimas comunidades por toda la ciudad (mayormento por Argüelles), a cada cual más curiosa. Pero recuerdo con cariño dos historias en concreto.
La primera efectivamente en Argüelles. Creo recordar que en Guzmán el Bueno, más o menos hacia la mitad de la calle. La cosa consistía en un saneado de la fachada. Poner unos sellos testigo en algunas fisuras por ver si la cosa estaba creciendo a grieta y todo eso. El caso es que había dos alternativas; la cara y la barata. La cara consistía en montar unos andamios, con el consiguiente retraso de la obra, pues hay que pedir licencia de andamiaje al ayuntamiento y tal. La barata consistía en descolgar durante una semana a cuatro alpinistas con los sellos testigo y los botes de pintura y pista, pues básicamente lo que había que arreglar era la cornisa; el resto de la fachada estaba en buen estado más allá de la suciedad.
El problema básicamente era que los alpinistas lógicamente se tenían que descolgar de la azotea. Azotea en la que vivían dos viejos, y he dicho dos viejos. No un viejo y una vieja. Nonononono... dos viejos. Dos viejos de unos 75 años que se caían a trozos, ya no sé si por la edad o por sidra. Eran maricones. Muy maricones. Decían que se negaban a dejar que se descolgaran de la azotea los obreros, porque interrumpirían su "hora de tomar el sol en pelotas". Doy fe de ello porque me tocó la agradable misión de ir a parlamentar con ellos, y uno me recibió en batín de leopardo y el otro se paseaba por la casa en tanga rojo.
Ni qué decir tiene que al final se pusieron los andamios y por los putos viejos cada vecino tuvo que pagar cerca de 2000 eypos extra.
Y la otra historia sucedió en la misma Plaza de Embajadores. Un edificio en el que estaba cediendo un pilar en la planta baja. Bueno, ya había cedido del todo. Mi jefe y yo estábamos acojonados en la primera visita. :2
El caso es que por temas de seguro y tal, teníamos que hacer un informe pericial para cuantificar los daños en cada piso por encima del pilar ese, ya que las cargas se habían desviados a otros apoyos y muchos tabiques estaban empezando a partir y a desconcharse. Empezamos por arriba y en orden descendente fuimos recorriendo los 6 ó 7 pisos que tenía el asunto. Desde una solterona de 55 años con la casa llena de peluches, hasta la típica vieja con un pequeño síndrome de Diógenes y la casa llena de loros y cacatúas sueltos por ahí cagando sin parar y nadie limpiando. Hasta que nos recibe EL MARINERO RETIRADO.
No sé exactamente qué pinta un marinero retirado en la Plaza de Embajadores viviendo, pero la vida da muchas vueltas y no viene al caso esta pregunta. Lo mejor es describir el cuadro.
Nos recibe en calzoncillos míticos abanderado (íbamos con la socia de mi jefe, que estaba un rato buena la tía... así que lo mínimo hubiese sido tener un poco de decoro), con manchas de su dulce almíbar acartonado porque debían de ser sus únicos calzoncillos, lleno de tatuajes, con las uñas de los pies de unos... 10 cms? Es que no me baje a medirlas lógicamente. Lo digo a ojo. Y la casa? La casa no tenía muebles. Sólo estanterías. Ni siquiera cama. Dormía en lo que parecía un nido de perro hecho con 4 mantas tiradas en el suelo. No tenía ni tele, pero lo que sí tenía era una colección de vídeos en VHS que debía sobrepasar holgadamente los 5000 ejemplares. Los tenía en las estanterías, y ocupaban toda la casa. Por el pasillo tenías que moverte de medio lado, porque con estanterías a los dos lados, no debía de haber más de 40cms de paso. La temática de los vídeos era de todo tipo, pero la mayoría venían a ser de colecciones de periódicos, revistas, etc... El 90% o más estaban sin desprecintar. Tenían el plástico de envoltorio aún. Yo en mi vida había visto nada igual. Había polvo y mugre, pero el tío no era especialmente cerdo. La cocina por lo menos no estaba más sucia que la mía
.
A ver si recuerdo más historias con todo el detalle que os mereceis y continúo en otro rato hijosdeputa.