Nuestra infancia. Miserias humanas aquí

Sí señor, me has recordado a la mía, que hacía exactamente lo mismo.

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Había que untar con mantequilla toda la cazuela y luego pasarle algo de harina por la base y las paredes, para que no se pegase.
Unos bizcochos cojonudos.

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Normalmente ese era el simple, el "de diario". En ocasiones especiales se hacían versiones de bizcocho de limón, de chocolate, o con nueces.

En eso me hacen el pollo a mi los domingos. :shock:

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Algun bizcocho cae de vez en cuando tambien, si.

Os la alquilo.
 
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Sí señor, me has recordado a la mía, que hacía exactamente lo mismo.

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Había que untar con mantequilla toda la cazuela y luego pasarle algo de harina por la base y las paredes, para que no se pegase.
Unos bizcochos cojonudos.

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Normalmente ese era el simple, el "de diario". En ocasiones especiales se hacían versiones de bizcocho de limón, de chocolate, o con nueces.

Hostia puta, amigo. Era exactamente así. Voy a llorar. Dónde me hago con un cacerolo de esos.

La putada es el gas. Aún acabaré tratando de hacerlo en el rosco para las paellas :lol::lol::lol:
 
Dónde me hago con un cacerolo de esos.


Pues se siguen vendiendo ese tipo de modelos.



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Pero eso es una puta mierda, lo suyo es hacerlo en las ollas tradicionales, hoy ya reliquias, que acumulan la experiencia, la solera y el cariño y buen hacer de nuestras abuelas durante tantos lustros.






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La última olla de ese estilo que usaba mi abuela, la había comprado en una ferretería de pueblo muy antigua, pero eso fue hace 25 años por lo menos.
Otra cosa que también hacía la mujer eran una especie de flores con la masa de los buñuelos, que estaban cojonudas.






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Pero no con esa mierda de molde. Tenía unos de hierro que le había encargado a un herrero. Con la tontería, le debo a ella mi profesión...
Que Dios la tenga en su gloria.
 
Sí señor, me has recordado a la mía, que hacía exactamente lo mismo.






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Había que untar con mantequilla toda la cazuela y luego pasarle algo de harina por la base y las paredes, para que no se pegase.
Unos bizcochos cojonudos.




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Normalmente ese era el simple, el "de diario". En ocasiones especiales se hacían versiones de bizcocho de limón, de chocolate, o con nueces.

:121

Creia que la olla-rosco sólo existía en mi casa; jamás vi una en ninguna otra parte. Con trozos de manzana tambien quedan ricos.


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Sobre el TEMA PRINCIPAL de los niños deshollinadores: Menuda panda de hipócritas que pululan por el foro. Repitiendo hasta la naúsea lo amariconados y pijimodernos que se están educando a los crios (y adolescentes infames) de hoy, y llega Perrino que cría sus cachorros como LoL manda y se le despelleja.

Pues rompo una lanza por Perrino y sus métodos; que los críos sepan desde el principio que los hediondos (al igual que la fama) cuestan, y que recibir .pringui es el mendrigo nuestro de cada día. El pringui lleva a la ira, la ira lleva al odio y el odio lleva al al foro.

Mis dieces.

Momento musical

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Supongo que de alguna forma esta relacionado con la temática del hilo y no se si de donde sois vosotros llegan a organizar cosas así. La escuela donde estudié desde el parvulario hasta el equivalente de 8º de EGB, que después sería 2º de ESO y ahora mismo ni se si sigue así.La escuela donde crecí y donde tengo el 80% de los recuerdos infantiles siendo seguramente el 20% restante las experiencias de verano con los amigos y viajes con la familia entre curso y curso organizaron el año pasado una reunión de antiguos estudiantes al estilo de película yanki.

Fue un éxito a juzgar por las fotos, quintadas ya añejas y quintadas que recién comienzan la etapa universitaria. Acaban de hacer otra reunión y me ha entrado una mezcla de morriña y nostalgia por la casa, el pueblo, la escuela y todas esas caras conocidas que año tras año esta algo más demacradas, todas esas caras que invariablemente están asociadas a la etapa infantil. Etapa que sería mejor o peor, pero que seguramente casi todos nos quedemos con los recuerdos más agradables y divertidos junto a amigos, conocidos y familia y los pongamos en un cuadro con marco dorado.

El año que viene tengo que ir a esa reunión sea como sea para tener decenas de conversaciones que empiecen con "te acuerdas cuando..."
 
Supongo que de alguna forma esta relacionado con la temática del hilo y no se si de donde sois vosotros llegan a organizar cosas así. La escuela donde estudié desde el parvulario hasta el equivalente de 8º de EGB, que después sería 2º de ESO y ahora mismo ni se si sigue así.La escuela donde crecí y donde tengo el 80% de los recuerdos infantiles siendo seguramente el 20% restante las experiencias de verano con los amigos y viajes con la familia entre curso y curso organizaron el año pasado una reunión de antiguos estudiantes al estilo de película yanki.

Fue un éxito a juzgar por las fotos, quintadas ya añejas y quintadas que recién comienzan la etapa universitaria. Acaban de hacer otra reunión y me ha entrado una mezcla de morriña y nostalgia por la casa, el pueblo, la escuela y todas esas caras conocidas que año tras año esta algo más demacradas, todas esas caras que invariablemente están asociadas a la etapa infantil. Etapa que sería mejor o peor, pero que seguramente casi todos nos quedemos con los recuerdos más agradables y divertidos junto a amigos, conocidos y familia y los pongamos en un cuadro con marco dorado.

El año que viene tengo que ir a esa reunión sea como sea para tener decenas de conversaciones que empiecen con "te acuerdas cuando..."

Al final, a poco que hayan pasado unos años, esas reuniones son un encontrar a un montón de gente de las que te sabes sus nombres, su infancia, su cara es igual pero más vieja, su pelo es más ralo y más canoso, sus cuerpos más gordos y con los que tienes en común entre nada y muy poco, porque realmente el desarrollo de cada uno ha sido tan dispar que al cabo de cuatro "te acuerdas cuando..." se te queda cara de "bueno, muy bien, pero... ¿y esta gente quién es y qué pinto yo entre ellos?". Nada. No es muy distinto de una fiesta de navidad de la empresa, con gente que ni son tus amigos ni hostias, pero con los que te une algo. Al menos en una cena de empresa lo que te une es vigente; lo que te une con esta gente pasó hace demasiado tiempo. Evidentemente, también como en una cena de empresa, interesa ver si te puedes afustacar a alguna, y poco más.
 
Al final, a poco que hayan pasado unos años, esas reuniones son un encontrar a un montón de gente de las que te sabes sus nombres, su infancia, su cara es igual pero más vieja, su pelo es más ralo y más canoso, sus cuerpos más gordos y con los que tienes en común entre nada y muy poco, porque realmente el desarrollo de cada uno ha sido tan dispar que al cabo de cuatro "te acuerdas cuando..." se te queda cara de "bueno, muy bien, pero... ¿y esta gente quién es y qué pinto yo entre ellos?". Nada. No es muy distinto de una fiesta de navidad de la empresa, con gente que ni son tus amigos ni hostias, pero con los que te une algo. Al menos en una cena de empresa lo que te une es vigente; lo que te une con esta gente pasó hace demasiado tiempo. Evidentemente, también como en una cena de empresa, interesa ver si te puedes afustacar a alguna, y poco más.

Lo que despierta mi curiosidad es que en cierto sentido es como si prácticamente todo el pueblo fuera el escaparate de una tienda que jamás ha cambiado. No se muy bien como empezar a explicarlo pero creo que influye enormemente que el entorno sea una reserva de la biosfera que es un paraíso y hace que sea muy difícil que la gente salga de ahí porque les... nos llena de orgullo ser de ahí. Luego esta el fenómeno de la cuadrilla, que parece que olvidas que soy euskaldun y muchos de estos que asisten a las reuniones siguen siendo amigos desde el parvulario y siguen teniendo los mismos círculos.

Da igual cuando vaya y cuanto tiempo puede pasar, siempre están las mismas caras en los mismos lugares. Obviamente el pueblo crece, llegan inmigrantes, hay más desarrollo y tal, pero vas a ver las mismas caras sentados frente al mismo bar. Cada vez que veo eso, porque siempre lo veo siento una especie de desazón al tener la sensación de que malgastan su vida haciendo siempre lo mismo día tras día. Pero que se yo, no es mi vida y seguramente les satisfaga vivir así. Sobre mi quintada poco a poco he ido buscando a la gente en facebook aunque solo fuera por ver que hay gente con vidas más miserables que la mía :lol: que honestamente, esa es la única motivación para asistir a estas reuniones.
 
Sí, supongo que el rollo endogámico y de cuadrilla de las quintas (¿por qué dices quintadas?) de tu tierra es diferente. Ahí entiendo que la gente al final no cambia tanto, que se mantienen las amistades y se camina por senderos trillados y comunes. En una ciudad grande, acudir a una de estas es como te digo yo; en tu tierra seguramente sea distinto. Si no has estado desligado de esa gente más que unos cuantos años pues claro, no es lo mismo aparecer por una de esas reuniones veinticinco años después, donde conoces los nombres de todos pero no conoces a nadie.
 
Nunca he ido a una reunión de esas de aquellos maravillosos años, fue pasar al instituto y los que fuímos a la misma clase mantuvimos siendo amiguitos pero rompimos lazos con los que no. Fue pasar a la universidad y rompí lazos con todos salvo con uno al que solía ver los fines de semana porque compartimos gusto musical. Hace 10 años que dejé de salir por la zona en la que nos criamos y 10 años hace desde la última vez que le vi. Si ninguno hemos hecho nada por mantener vivo esta cosa entrañable llamada amistad infantil, a santo de qué iba a ir a una puta reunión? Vamos no me jodas, ni que fuese zack morris y salvados por la campana.
En julio iba yo peseteando por la castellana y vi entrando a torre Europa a la chica de la que estaba profundamente enamorado desde los 7 años. Un puto escalofrío me recorrió de verla, muy parecida a lo que yo recordaba. Una chica que sé su nombre y dos apellidos, que recuerdo su voz, pero hace unos 15 años que no hablo con ella y todo versaría en muchos " te acuerdas de cuando..." pero de muy pocos " podríamos hacer..."
Por mi parte es un recuerdo muy bonito y tierno, mi clase del colegio, pero debe quedar ahí, ya que algunos recuerdos pueden mancillarse fácilmente con las basuras del presente.
 
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El cole no fue mi mejor época. Como ya he contado alguna vez, empecé fuerte, pero luego diosito tuvo a bien tocarme los cables y joderme la salud. Con taras mil la superviviencia no fue fácil, los distintos amigÜitos que tuve me dieron por culo antes o después. Las cosas empezaron a irme bien sobre los 15, pero ya fuera del cole: recreativos, billares, etc. Ahí hice mis amistades que me duraron toda la juventud y con las que tengo esos recuerdos que dicen son el refugio de cada gilipollas. Alguno sigue siendo amigo mío, otros los veo de vez en cuando, y los demás desaparecieron para siempre.

Siendo así, una reunión de antiguos alumnos solo tendría sentido para mi con el objetivo de verlos viejos, gordos y decadentes. Huelga decir que paso.

Hubo una nenita que me molaba sobre los 14, pero que en mi situación de entonces me era absolutamente inaccesible. De nuevo diosito tuvo a bien reirse de mua sentándome por casualidad un pupitre por delante de ella. Así pude forjar amistad, colegueo y nada más. Nunca pagafantismo, ojo.

La chica esta hacía atletismo, era muy morena de piel y bastante mona. No voy a decir que estuviera buenorra, porque romántico y gilipollas como era, no me fijaba en esas cosas. Era bonita, era guapa y me gustaba. Ya está.

El tema es que estaba plana como una plancha. Siglos después me la encontré en un autobús. Tenía el aspecto de alguien que había envejecido demasiado pronto, pero al mismo tiempo luchaba contra eso vía gimnasio y deporte. No sé si me explico. Esas cosas se notan. Esas mujeres que han perdido frescura y brillo antes de tiempo, pero se ve que trabajan contra eso. Estaba mayor en general: la forma de vestir, el corte de pelo, el look en general... cuando me la encontré yo aún estaba hecho un pipiolo, haciendo el cabra por el mundo.

A parte de esto, se había puesto dos tetas como dos carretas. Imposible que fueran suyas. Creo que no me reconoció. No quedaba nada de la nena que me había gustado, así que no le dije nada. Tampoco me ha quedado mentalmente pendiente liarme con ella ni nada. Tengo el tema del romanticismo y el follercio más que cubierto. Pero fue un encuentro curioso.
 
El cole no fue mi mejor época. Como ya he contado alguna vez, empecé fuerte, pero luego diosito tuvo a bien tocarme los cables y joderme la salud. Con taras mil la superviviencia no fue fácil, los distintos amigÜitos que tuve me dieron por culo antes o después. Las cosas empezaron a irme bien sobre los 15, pero ya fuera del cole: recreativos, billares, etc. Ahí hice mis amistades que me duraron toda la juventud y con las que tengo esos recuerdos que dicen son el refugio de cada gilipollas. Alguno sigue siendo amigo mío, otros los veo de vez en cuando, y los demás desaparecieron para siempre.

Siendo así, una reunión de antiguos alumnos solo tendría sentido para mi con el objetivo de verlos viejos, gordos y decadentes. Huelga decir que paso.

Hubo una nenita que me molaba sobre los 14, pero que en mi situación de entonces me era absolutamente inaccesible. De nuevo diosito tuvo a bien reirse de mua sentándome por casualidad un pupitre por delante de ella. Así pude forjar amistad, colegueo y nada más. Nunca pagafantismo, ojo.

La chica esta hacía atletismo, era muy morena de piel y bastante mona. No voy a decir que estuviera buenorra, porque romántico y gilipollas como era, no me fijaba en esas cosas. Era bonita, era guapa y me gustaba. Ya está.

El tema es que estaba plana como una plancha. Siglos después me la encontré en un autobús. Tenía el aspecto de alguien que había envejecido demasiado pronto, pero al mismo tiempo luchaba contra eso vía gimnasio y deporte. No sé si me explico. Esas cosas se notan. Esas mujeres que han perdido frescura y brillo antes de tiempo, pero se ve que trabajan contra eso. Estaba mayor en general: la forma de vestir, el corte de pelo, el look en general... cuando me la encontré yo aún estaba hecho un pipiolo, haciendo el cabra por el mundo.

A parte de esto, se había puesto dos tetas como dos carretas. Imposible que fueran suyas. Creo que no me reconoció. No quedaba nada de la nena que me había gustado, así que no le dije nada. Tampoco me ha quedado mentalmente pendiente liarme con ella ni nada. Tengo el tema del romanticismo y el follercio más que cubierto. Pero fue un encuentro curioso.

Se llama teresa la tetas de goma?
 
Si me lo propongo puedo saber quien es usted en 15 minutos.
Pero no me lo voy a proponer.

Se lo agradezco. En realidad no recuerdo su nombre. Y seguramente la reconocería otra vez si la viese, pero no recuerdo su cara.

La memoria es así de puta.
 
Aún estoy en shock con la foto del hijo de Perrino. He visto pocas cosas más lamentables que esas rodilleras y eso que yo soy de natural tirado. ¿Cuánto bullying les hacen a diario?
 
A los hijos de Perrino le hacen bullying sus compañeros, sus profesores y, lo que es peor, su padre.
 
Perrino viste a sus hijos así para que estos recuerden cada día que fueron un accidente.
 
¿Es que nadie ha pensado en la madre? La Perrina tiene igual o más responsabilidad.

Pobres tiernos infantes.
 
¿Es que nadie ha pensado en la madre? La Perrina tiene igual o más responsabilidad.

Pobres tiernos infantes.
Es la máxima responsable.

Perrino lleva un super, que viendo como lleva a su prole, me da miedo los apaños que debe pergeñar cuando hay una cagada.
 
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Es la máxima responsable.

Perrino lleva un super, que viendo como lleva a sus prole, me da miedo los apaños que debe pergeñar cuando hay una cagada.

Perrino siempre ha sido el tendero de Rue del percebe 13. Lo de los hijos es solo una muesca más en el revolver de su mal hacer.
 
Yo sufrí bullying y ahora me gustaría vengarme, ¿ideas? Los tengo a todos localizados.
 
Bueno, muy gracioso todo, de verdad, me he reído con todos vuestros chascarrillos pero ha llegado el momento de darle una vuelta de tuerca a este asunto y dejarnos de pamplinas.

Esto que voy a contar es verdad, lo juro. El único recuerdo que tengo de mi madre acariciándome era cuando en el cole me daban una hoja para entregar a los padres donde se decía que había piojos en la escuela. Mi madre me cogía y me metía entre sus patas para que no me escapase, nunca usó pantalón, y tras un ligero olor a vinagre caliente que emanaba de su entrepierna y que a mí me hacía el efecto de una especie de anestesia, me escudriñaba la cabeza en busca de piojos o liendres y cuando encontraba alguno lo espachurraba con las uñas de los dedos índices. Sonaba un puch que tengo grabado en mi mente. Y por el ruido que hacían al reventarse podía saber yo si era grande o pequeño.Cuando se cansaba de hurgarme, menos de 3 minutos, me daba un manotazo en la cabeza y me decía, ale, ya está, vete por ahí, anda, asqueroso.

Lo más cojonudo es que muchas veces al lado estaba mi hermana dando por culo para que la espulgara a ella, la daba envidia, y entonces me dejaba a mí para seguir con ella, cosa que me reventaba porque hay pocas cosas tan placenteras como que una madre te ande por la cabecita toda llena de mierda, con los pelos aceitosos y tiesos de llevar ya varios días sin ver un peine y una semana sin lavar. Además que debe de ser algo que aún tenemos grabado en nuestro instinto de cuando no éramos más que monos de la sabana africana.

Cuando la plaga era abundante o no tenía tiempo o ganas de despiojarnos, cogía un bote de fly y nos lo pulverizaba por la cabeza, que entraba un escalofrío desde la rabadilla e iba subiendo hasta la nuca a la vez que se ponía de punta los pelos y se quedaba fría la cabeza como si te vertiesen hidrógeno líquido.



También recuerdo que mi madre escondía la comida en mi casa, ya no las chuches o las cosas de chocolate, no, las madalenas o bizcochos los escondía para que no nos lo comiésemos mis hermanos ni yo. En ocasiones muy señaladas se podía comprar una tableta de chocolate que mi madre se encargaba de darnos una "pastilla" a cada uno y listo, el resto lo escondía hasta la próxima. Una "pastilla" era uno de esos rectángulos en relieve que tienen las tabletas. Pero una simple tableta de chocolate que hoy en día los sebosos críos engullen sin degustarla ni apreciarla, en mi infancia eso era todo un acontecimiento que unía a todos mis hermano al rededor de mi madre que en ese momento era más humana e incluso la brillaban un poco los ojos al sentirse generosa con su prole.

Sobre andrajos no quiero extenderme, baste decir que era el menor de una familia numerosa con, como se dice ahora, pocos recursos, que es lo mismo que decir unos muertos de hambre. Heredaba ropa que ya había sido heredada a su vez por quien me la cedía. Siempre vestía a la moda de 10 años atrás, que parecía un viajero del tiempo, un anacronismo.

El recuerdo que tengo de mi infancia es el de mi madre siempre cosiendo, era costurera incansable y sacrificó su vista por cuatro duros mal pagados, y el de un fantasma que llegaba por las noche armando alboroto y vociferando con el que mi madre nos amenazaba si no hacíamos lo que nos mandaba o nos portábamos mal. Siempre nos amenazaba con este horrible monstruo y nos decía, "ya se lo diré a tu padre" que era como lo llamaba, y entonces nos cagábamos las patas abajo y nos volvíamos sumisos y asustadizos.

Yo he dormido en la misma cama que mi hermana que era la que me seguía en edad hasta que ella entró en la pubertad y nos separaron por razones que huelga explicar. Y en el resto de las camas también dormían varios hermanos.

En fin, que sois unos pordioseros todos, pero poco más que aficionados.
 
Pero explícanos qué hacía con las madalenas, no nos dejes en vilo.
 
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