Spawner
Muerto por dentro
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Kokillo rebuznó:Antes, historias de portero de discoteca.
Si es que no me pasó nada especialmente interesante y tampoco sé si es un hilo para el Ligue o más bien para el Jeneral.
iskariote rebuznó:El couchsurfing merece un hilo propio, ya que mencionas el tema, creo que se puede aportar luz sobre el tema para los pobres diablos que están atascados en el badoo. A mí me parece una asquerosidad de jipis y de pobres, pero me consta que se folla y eso ya supera las expectativas de muchos.
Yo es que no sé qué se les pasa por la mente a algunas. Se me ha venido un flash porque estaba escuchando una reposición de La Parroquia y salía una que hablaba de viajar haciendo couch. La tipa en cuestión estaba en Granada, siendo vasca, durmiendo en casa de un completo desconocido. A mí esto ya me da algún que otro escalofrío, pero ella decía que, gracias el couch, había podido viajar a Colombia y Brasil. Ni más ni menos. Puedo entender, aunque me cueste, que siendo de Madrid te de por ir a Cádiz de carnavales y duermas en un sofá prestao; a fin de cuentas estamos hablando del mismo país, de la misma cultura, pero, coño, irte a la aventura a Brasil o Colombia, me parece de locas. Luego pasan cosas y ay, que yo no sé, que yo soy una pobre mujer de la que se han aprovechado.
Pero lo del cosmopolitismo se extiende más y más y se contagia al sexo masculino, que no sé si ha afeminizado, o siempre hemos sido igual de gilipollas y ahora la tecnología nos permite sacarlo a flote. Las mujeres eran las que deseaban ir a Nueva York para poder comprar su camiseta de ILNY, aunque llamarían facha al más pintado si llevase una mínima bandera española. Recuerdo un viaje a Berlín con la Facultad en la que ninguna, al loro, ninguna de las tías del viaje pudo resistirse a comprar un bolsito que ponía He estado en Berlín, en Alemán. Bueno, eso les dijo el de la tienda que ponía, a lo mejor ponía He lamido pollas en Berlín y ellas tan felices. Todas llevaban a diario el bolso a la Facultad y a ninguna se le pasaba por la cabeza lo ridículo, carente de originalidad y aburrido que resultaba verlas a todas con un bolso de uniforme.
Pues de un tiempo a esta parte los hombres se han contagiado. Mi última limpieza de gente de Facebook fue el verano pasado. Un grupo de amigos se iban con varios conocidos de viaje. Antes de haberse subido al avión ya me habían llegado varias notificaciones de ellos con mensajes como en 5 horas iremos al aeropuesto, qué nervios; en el taxi, rumbo al aerpuerto; foto del aeropuerto de Málaga; uhhhhh, estamos en el embarque... Un tío como un armario con el que me he emborrachado toda la vida comportándose como una fulana cualquiera, disfrutando más de hacer público que se iba de viaje que de irse. Ese día me di cuenta de que poco me quedaba en común con él y ese día desapareció de mi Facebook. Lo he vuleto a ver, claro, pero no es lo mismo.
Y por último, una conocida. Típica que siempre ha ido de tío en tío a ver qué podía rascar. Recuerdo que estando estudiando aún, le dijo a uno de mis amigos, uno de mis mejores amigos, de esos que aunque te separen varias ciudades hablas a diario, que, como se iba 2 meses a poner copas en Irlanda, que mejor lo dejaban, que ella en las relaciones a distancia no creía; eso sí, que como faltaba un mes para irse, que podían seguir juntos hasta entonces; mi amigo la mandó a la mierda. Bueno, pues ésta, que cuando con 25 añazos, uno tras otro, mis amigos decidieron ir a Kracovia a ver a otro colega Erasmus que andaba por allí, no se le pasaba por la cabeza trabajar, no, se lo pedía a papi y mami, por fin se independiza. Bueno, no se independiza, se va a convivir con su hermano, a garrapatear, a Madrid, porque Madrid mola y es bien. Total, que desde entonces está allí. Y se ha echado un novio del que vive. El novio se ve que toca el teclado en casa cuando se aburre, nada del otro mundo, y a veces van otros amigos suyos a hacer lo mismo. Lo que viene a ser 4 tíos, cada uno con su instrumento tocando música o haciendo lo que pueden. Hasta ahí bien, ni media crítica.
El problema es cuando ella actualiza su Facebook y pone: mi novio y sus amigos dando un concierto en casa, ¡qué locos! Esto sólo puede ocurrir en Madrid.Y ahí viene la arcada. Como os dije, tengo un grupo de Whatsapp en el que hablo con mis más mejores amigos y, claro, esto era tema de conversación. Primero porque uno es el que la mandó a la mierda cuando lo de Irlanda; segundo, porque uno de los amigos es músico, músico profesional. Tiene un grupo bastante conocido y ya han sacado su segundo disco pero, además, trabaja con muchos grupos de Granada conocidos nacional e internacionalmente. Ha sido y es parte del equipo de montaje y pruebas de Lori, Planetas, Expertos SolyNieve, Lagartija, Arias... E incluso alguna colaboración en algún disco. Vamos, todo el moderneo de Granada, que, te guste más o menos, es algo importante. Pues éste le llenó el Facebook de fotos de los últimos bolos en los que participó. Todos hasta el culo de gente. Y lo acompañó de una frase que no recuerdo textualmente pero era algo así como: esto son conciertos, lo de tu novio es un grupo de amigos tocando en casa y mucho gilipollas flipado que no ha ido a un concierto en su puta vida. O algo así.