Putostristes in the patio

Yo fui al colegio del exclusivo barrio de Torreblanca, una auténtica jauría de gitaners, hijos de camellos, hijos de puta (pero de las de verdad) y algún que otro alumno que era normal y/o de familia honrada. Yo era mitad de familia honrada, por parte de madre, y mitad familia degenerada, por parte de padre. Escenas descacharrantes casi a diario. Peña peleándose a hostias cada cuarto de hora, robo de material escolar, bocatas y todo tipo de enseres, niñas siendo acosadas y manoseadas, niños enseñándoles la polla a estas niñas, niños siendo hostiados por niñas con mas cojones que estos niños. De todo.

A ver si mañana cuento alguna, como cuando le choraron el paquete de Winston al de matemáticas, se fumaron medio paquete (esto entre dos) y el otro medio lo vendieron suelto, consiguiendo así dinero para las maquinitas. O cuando un gitaner se meó dentro del estuche de una de las niñas justo antes de que empezara una clase.
La calidad de la enseñanza vendría a ser algo asín:

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Nadie más comía tulicrem?

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Pues no habrá aún en casa vasos de Nocilla de toda la que me daban a mí. Cada vez que voy los veo y sé cuáles son los de Nocilla de los ochenta y cuáles vasos normales.

Eso de Tulicrem sólo lo llegué a ver en anuncios, y me acuerdo porque salían personajes de Ibáñez. Debió venderse poco tiempo.
 
Yo en el colegio era como el niño que sale en las películas de terror que pintaba demonios, pentagramas e historias siniestras. Cuando había que hacer alguna historia en clase siempre solía hacer cosas bastante chungas. Una vez a la semana me mandaban a la psicóloga del colegio en los recreos en los que me ponía vídeos y le tenía que contar historias a partir de imágenes que me iba enseñando mientras los demás niños se lo pasaban teta en el patio. Recuerdo que nunca dejaba de mirarme a los ojos y fumaba ducados negros sin parar, creo que estaba loca. El colegio era de monjas mixto y como pintar una cabra sobre un pentagrama estaba mal visto me daban algún que otro varazo con las reglas de madera que tenían.

A pesar de esto, siempre tuve varios colegas y los abusones no solían meterse conmigo. Cuando había problemas sabia negociar una escapatoria y si no la había, sabía como joderlos por la espalda. Cada uno jugaba con su ventaja, ellos eran grandes y abusones, yo era más listo que ellos y los jodía sin necesidad de usar la fuerza. Me miraban raro, como si no se fiasen mucho de mi, también lo tengo que decir.

Tengo un recuerdo grabado a fuego en mi cabeza. Una vez los niños organizaron una especie de fiesta a la americana. Era una fiesta que se haría en el gimnasio del colegio en plan merendola. Las niñas al estar bajo la influencia de pelis americanas decidieron emparejar a todos los niños y niñas de la escuela para ir acompañados en plan baile de instituto americano. Un día apareció la lista de niños y niñas emparejados del cole y fuimos todos corriendo a ver con quien nos emparejaron. Todo era bastante obvio, el popular con la guapa y el feo con la fea, todo normal excepto por una cosa, yo estaba abajo de la lista sin un nombre de chica a mi lado. Creo que en ese momento me dí cuenta de que jugaba en otra liga diferente a la de todos los demás, hasta el gordo de la clase estaba emparejado joder. No fui a la merendola y me fui a cazar arañas y meterlas en un bote con uno de mi pueblo que no quería nadie y olía a cadaver apodado "el tortugo".

Y con esto es suficiente para que os hagáis una idea de como era en el colegio. El instituto ya fue diferente.
 
Joder, buscando imágenes de esta cosa me acabo de enterar que se llama portería antivandálica.:lol:



El caso es que teníamos esos hierros en el patio, que de vez en cuando se encargaban "los especiales" de darles una capa de pintura. Lo de la clase de los downies y fronterizos ya es tema aparte.

Lo que a nadie le pareció de sentido común fue anclarlas al suelo.

Andábamos un día haciendo el puto mono colgados del larguero y Darwin fue a elegir al menos apto cuando la portería se vino abajo y le reventó la boca a un gordinflón que ya no me acuerdo como se llamaba. Muy edificante lo de recoger los piños y llevarlos a secretaria con el gordinflas berreando sangre como en una txarriboda.

Ahí curraba el conserje, Serafín, el tío del marica de clase que una vez casi estrangulo. El hijoputa era un superviviente de la época del jako y se le notaba que lo de aguantar a casi mil putos niñatos al día pues le daba como ganas de picarse la vena otra vez. Al vernos venir y atando cabos en cuanto a lo que le iba a caer encima. Atar las putas porterías al suelo. Va y le suelta;

-Pero mira que eres tonto, gordo y cabezón.

Otros tiempos.
 
Joder, buscando imágenes de esta cosa me acabo de enterar que se llama portería antivandálica.:lol:



El caso es que teníamos esos hierros en el patio, que de vez en cuando se encargaban "los especiales" de darles una capa de pintura. Lo de la clase de los downies y fronterizos ya es tema aparte.

Lo que a nadie le pareció de sentido común fue anclarlas al suelo.

Andábamos un día haciendo el puto mono colgados del larguero y Darwin fue a elegir al menos apto cuando la portería se vino abajo y le reventó la boca a un gordinflón que ya no me acuerdo como se llamaba. Muy edificante lo de recoger los piños y llevarlos a secretaria con el gordinflas berreando sangre como en una txarriboda.

Ahí curraba el conserje, Serafín, el tío del marica de clase que una vez casi estrangulo. El hijoputa era un superviviente de la época del jako y se le notaba que lo de aguantar a casi mil putos niñatos al día pues le daba como ganas de picarse la vena otra vez. Al vernos venir y atando cabos en cuanto a lo que le iba a caer encima. Atar las putas porterías al suelo. Va y le suelta;

-Pero mira que eres tonto, gordo y cabezón.

Otros tiempos.

Coño, hablando de porterías, a mi colega el tortugo se le rajó el escroto al escalar por los ganchos de enganchar la red y resbalar. Fue un lol verlo chillar mientras corría al ambulatorio. Hubo un tiempo que le llamábamos el menos uno, pero el tortugo era mas potente.
 
Joder, buscando imágenes de esta cosa me acabo de enterar que se llama portería antivandálica.:lol:



El caso es que teníamos esos hierros en el patio, que de vez en cuando se encargaban "los especiales" de darles una capa de pintura. Lo de la clase de los downies y fronterizos ya es tema aparte.

Lo que a nadie le pareció de sentido común fue anclarlas al suelo.

Andábamos un día haciendo el puto mono colgados del larguero y Darwin fue a elegir al menos apto cuando la portería se vino abajo y le reventó la boca a un gordinflón que ya no me acuerdo como se llamaba. Muy edificante lo de recoger los piños y llevarlos a secretaria con el gordinflas berreando sangre como en una txarriboda.

Ahí curraba el conserje, Serafín, el tío del marica de clase que una vez casi estrangulo. El hijoputa era un superviviente de la época del jako y se le notaba que lo de aguantar a casi mil putos niñatos al día pues le daba como ganas de picarse la vena otra vez. Al vernos venir y atando cabos en cuanto a lo que le iba a caer encima. Atar las putas porterías al suelo. Va y le suelta;

-Pero mira que eres tonto, gordo y cabezón.

Otros tiempos.

Lo de anclar las porterías no estaba bien visto en aquella época. No se como tratarían el tema de los accidentes dentro del colegio en aquellos tiempos, pero daba la impresión de que se lo tomaban como que son cosas que pasan, la vida misma.

A uno de mi colegio no lo esnucaron de milagro, estando de portero durante el recreo se colgaron unos de la portería y le dio el larguero en la nuca. Llegó un profesor para ver que había ocurrido mientras el alumnos se levantaba tambaleándose. Eso le pasa ahora y el profesor de guardia o mas bien el director, nada mas ver la escena, hubieran pedido la condición de refugiado en Bélgica.
 
Yo he llegado a jugar un partido de fútbol en el recreo o en una clase de gimnasia no recuerdo bien con unos 6 ó 7 años con los calzoncillos cagados. Logré acabar el partido y volver a clase tan tranquilamente a seguir con el resto de asignaturas. Aquello debió oler bastante ya que se empezaron a quejar el resto de compañeros e incluso el profesor instó a a abrir las ventanas para ventilar aquello. Yo evidentemente seguí el rollo riéndome y haciendo aspavientos como el resto. Uno de los más cercanos a mí me llegó a insinuar que el olor salía de mí; a lo que logré aguantar el tipo y no hundirme psicologicamente y desvié su atención haciéndole creer que estaba equivocado. Solventé la situación satisfactoriamente y nadie me pilló. Aguanté como pude hasta que llegué a casa.
 
Qué tino poniendo motes tenían los niños de antes. Lo de El menos uno me ha llegado al alma. No estaría de más sacarlos a colación aquí, porque los había de muy fino hijoputismo.
 
Yo he llegado a jugar un partido de fútbol en el recreo o en una clase de gimnasia no recuerdo bien con unos 6 ó 7 años con los calzoncillos cagados. Logré acabar el partido y volver a clase tan tranquilamente a seguir con el resto de asignaturas. Aquello debió oler bastante ya que se empezaron a quejar el resto de compañeros e incluso el profesor instó a a abrir las ventanas para ventilar aquello. Yo evidentemente seguí el rollo riéndome y haciendo aspavientos como el resto. Uno de los más cercanos a mí me llegó a insinuar que el olor salía de mí; a lo que logré aguantar el tipo y no hundirme psicologicamente y desvié su atención haciéndole creer que estaba equivocado. Solventé la situación satisfactoriamente y nadie me pilló. Aguanté como pude hasta que llegué a casa.

Meritorio. Solo un político sería capaz de negar algo tan evidente, como que el mojón es tuyo, y aguantar el tipo como si no fuera contigo la cosa. Dime que has llegado lejos.
 
Meritorio. Solo un político sería capaz de negar algo tan evidente, como que el mojón es tuyo, y aguantar el tipo como si no fuera contigo la cosa. Dime que has llegado lejos.
Socialmente y laboralmente no es que haya llegado especialmente lejos. Internamente conmigo mismo a través de la meditación sí.
 
Qué tino poniendo motes tenían los niños de antes. Lo de El menos uno me ha llegado al alma. No estaría de más sacarlos a colación aquí, porque los había de muy fino hijoputismo.

Bueno, en el colegio no, pero en el instituto teníamos a un nota que tenia un a especie de alopecia rara que le dejaba en la cabeza como ronchas sin pelo.

No me acuerdo como se llamaba, pero si del apellido, de la Serna. Tiempo falto para que algún bastardín se percatase de lo evidente y empezáramos a llamarle todos, de la Sarna. Hasta le hicimos una cancioncilla que decía, de la Sarna se hace pajas, de la Sarna se hace pajas, de la Sarna se hace pajas.
 
Nadie más comía tulicrem?

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El bocata de tulicrem asesinado por balonazo perdido o a mala leche en las tardes ociosas, algunos con más gula le quitaba la tierra con colillas y se lo comían, puede que en las merendolas top adelantando por la derecha a chorizo.

Mis recuerdos mezclan el tulicrem con la mantequilla con azucar, no sé por qué.
 
Qué tino poniendo motes tenían los niños de antes. Lo de El menos uno me ha llegado al alma. No estaría de más sacarlos a colación aquí, porque los había de muy fino hijoputismo.

Supongo que bastante común, pero a uno de mi generación todavía se le conoce como “El Picha Corta”, lo grandioso es cuando estos motes salen del ambito escolar y en el pueblo todos te conocen por el poco honroso apodo pero pocos saben tu real nombre.
 
Otra forma clásica de poner motes consiste en deformar nombres propios y apellidos. Yo esto lo sufrí por las dos vías además de otro mote aparte por actitud. Durante un tiempo también me hice amigo de un amanerado que luego se reveló marica de verdad aunque el chaval mantuvo durante años una actitud ambigua que logró protegerle bastante de abusones potenciales. El caso es que el chaval este era amigo de un profesor que también resultó ser marica. El tío iba de enrollado hablaba de distintos temas contaba mierda de otros profesores y caía bien al principio. El tema empezó a ser algo extraño cuando empecé a notar que el tío sin venir a cuento empezaba frecuentemente a desviar la conversación hacia temas sexuales y siempre con cosas de tipo bujarril. La cosa ya pasó de castaño oscuro cuando el tío dejó caer que no pasaba nada si nos haciamos una paja el uno al otro y cosas así. Evidentemente corté todo contacto a partir de entonces. Raro sí. Maricón no. El uno al otro entre los dos compañeros no con él.
 
Última edición por un moderador:
El tulicrem no acababa de rematar, era empalagoso a más no poder, se hacía bola en la boca y los bocadillos se hacían eternos de comer. La rebanada de pan con mantequilla y azúcar era muy socorrida cuando no había nada en la nevera, algo bastante habitual, por cierto. Una vez entré en la iglesia, para la catequesis, comiéndome una rebaná de mantequilla con azúcar, no se me olvida, y me echaron como a un hereje. Delante de todos mis compañeros fui expulsado y a punto de ser excomulgado. Mi pecado fue la ignorancia, porque no sabía que en el templo de Dios no se puede comer. Recorrí todo el pasillo de la iglesia con aquella mierda mantecosa en el paladar, también hacía bola en la boca, mientas a mis espaldas notaba como se me clavaban las miradas de los demás como si estuviesen viendo al demonio, y la voz de la catequista reverberando por toda la iglesia. Al salir pasaron unos calaveras que iban a coger cangrejos con retenes y carne podrida de cebo, y me fui con ellos.

En mi colegio también un pavo se quedo enganchado del pito a uno de los gachos de la portería, tuvo que ir un profesor a desenganchar el pellejo. Y lo de portería que se caía era algo habitual, porque las tenían sujetas con piedras grandes, y siempre había algún gracioso que las retiraba y espera a que pasase lo inevitable.
 
Mi colega el Pelao también se enganchó los huevos en una portería, pero de fútbol y del larguero!!! Ni puta idea de cómo hizo o hicieron para descolgarlo. Siempre fue muy espabilao, pero poco habilidoso.

Vaya, buscando fotos del Pralin he visto que lo va a volver a hacer Arluy

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Cajas y cajas de Pralin me tocó colocar en los 90 en la tienda, se vendían barbaridades en las tarrinas de medio kilo.
 
Horas y horas de diversión siendo víctima y verdugo de la tia buida, aka la vaca, aka el cascahuevos.

No se conocía otra utilidad para las canastas de baloncesto.
 
Socialmente y laboralmente no es que haya llegado especialmente lejos. Internamente conmigo mismo a través de la meditación sí.

Que técnica de meditación es?

El tulicrem no acababa de rematar, era empalagoso a más no poder, se hacía bola en la boca y los bocadillos se hacían eternos de comer. La rebanada de pan con mantequilla y azúcar era muy socorrida cuando no había nada en la nevera, algo bastante habitual, por cierto. Una vez entré en la iglesia, para la catequesis, comiéndome una rebaná de mantequilla con azúcar, no se me olvida, y me echaron como a un hereje. Delante de todos mis compañeros fui expulsado y a punto de ser excomulgado. Mi pecado fue la ignorancia, porque no sabía que en el templo de Dios no se puede comer. Recorrí todo el pasillo de la iglesia con aquella mierda mantecosa en el paladar, también hacía bola en la boca, mientas a mis espaldas notaba como se me clavaban las miradas de los demás como si estuviesen viendo al demonio, y la voz de la catequista reverberando por toda la iglesia. Al salir pasaron unos calaveras que iban a coger cangrejos con retenes y carne podrida de cebo, y me fui con ellos.

En mi colegio también un pavo se quedo enganchado del pito a uno de los gachos de la portería, tuvo que ir un profesor a desenganchar el pellejo. Y lo de portería que se caía era algo habitual, porque las tenían sujetas con piedras grandes, y siempre había algún gracioso que las retiraba y espera a que pasase lo inevitable.

Que cogían jarabugos o cangrejo rojo?
 
Que técnica de meditación es?
Procuro huir de técnicas y cánones preestablecidos pero vamos las más típicas zazen o vipassana por ejemplo.

Para no desviar el tema del hilo contaré algunas breves historias:
Chaval de otro curso, el típico que conoce todo el mundo; no popular ni guay, un poco personajillo. Anda y tiene movimientos corporales algo extraños. Pero es simpático, sonríe y habla con todo el mundo. Algunos años después de acabar la época escolar a veces me lo encontraba por la calle y el chaval se paraba y hablaba conmigo a pesar de que realmente a penas nos conocíamos. Pocos meses más tarde de eso se suicido arrojándose al vacío. A posteriori me enteré de que la forma de andar y demás estaba provocada por estadios más o menos avanzados de lo del jaukin o algo por el estilo. Parece ser que la madre también lo tenía.

Sacerdote gordo y bastante desagradable trata con bastante desprecio y mofa a los alumnos a mí incluido haciendo mofa de que no podía ver la pizarra a cierta distancia miopía y tal o diciendo que entendía el dolor de las familias al morir un padre o similar pero que avisáramos si ello sucedía porque si no quedaba mal el colegio al no enviar ningún representante al entierro. Caso real de un gitano de clase que no avi´so de que murió el padre. Años más tarde de acabar la época escolar me enteré de que se quedó muñeco en la mesa de su despacho. El cadáver fue descubierto al día siguiente por parte de una mujer de la limpieza.
 
Yo me cagué en los pantalones con unos 5 años, no recuerdo por qué, en el patio del recreo. Me parece que no me dejaban ir al servicio en ese momento. Tengo recuerdos vagos de caminar patizambo de vuelta a clase, con el chorizo en los gayumbos, de aplastarlo al sentarme en la silla. Y luego de volver a casa en el coche de mi madre, detrás y de pie mientras ella me pegaba gritos. Por último, ver el ñordo caer dando tumbos en la bañera.

Yo era absoluta carne de bullying en el instituto. Fui conocido como el chepudo en 1º de la E.S.O, y a partir de entonces y hasta 3º se olvidaron de que tenía chepa supuestamente (no tengo) para llamarme cabezón y derivados. Por alguna razón, a partir de 4º se dejaron de gilipolleces y pasé a ser un pringui anónimo más, y por motivos obvios no follé hasta Selectividad.
 
no follé hasta Selectividad.
Al hilo de esto recuerdo una situación algo surrealista donde unos borrachos se acercaron a nuestro grupo haciendo mofa de uno de ellos (de los de su grupo) diciendo que era virgen y tal con veintitantos años todos descojonándose yo incluido. Los tíos no sé por qué me miraban a mí para buscar apoyos en la mofa. Me debieron ver cara de follador o algo. El lol era que yo era virgen también y con un año más del tío del que se estaban riendo. off topic.
 
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