hitsfromthebong
Veterano
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Yo una vez fui vitoreado y jaleado con vehemencia gracias a que me tiré un peo especialmente nauseabundo justo antes de que empezara un ecsamen. La peña no había estudiao un carajo y todo el mundo andaba cardiaco con la idea de enfrentarse a dicho examen. Yo esa mañana me había zampao dos donuts de chocolata en el recreo y me había fumao un Fortuna a escondidas a continuación. Veinte minutos después, ya en la clase al acabar del recreo, me empezó a sonar la barriga y a bajar los gases hasta el ojol culo. Yo, al notar lo que se avecinaba apretaba el orto para que no saliese nada de aquella podredumbre al exterior, pero al final fue imposible retenerlo por más tiempo.
Notaba cómo subía y bajaba el gas metano por mi intestino, como diciendo: "Cabrón, déjame salir de una puta vez". Llegó un momento en el que no pude aguantar más y recuerdo que pensé: "Este peo va a causar estragos", como asín fue.
Los dos del pupitre de delante empezaron a vociferar y a hacer aspavientos... "¡Hostia! ¡Que peste! ¡Qué asco! ¡Aggggh!" los de delante de estos lo mismo, y claro, se fue creando un efecto dominó gracias al cual, al final, toda la clase se levantó en armas queriendo salir del habitáculo a toda costa. El maestro se puso como una furia, amenazó con mandar al responsable de semejante atentado al despacho del director, y de ahí a su casa expulsado una semana; pero claro, ¿quien cojones se iba a auto inculpar? Y sobre todo, ¿cómo iba éste buen hombre a localizar el ano del que salió tamaño pestazo? Salimos todos fuera de la clase, llamaron a las limpiadoras para que vinieran a echar ambientador y tal y pascual; total, que al final ni hicimos el ecsamen ni pollas, y como era viernes y no volvíamos a tener esa clase hasta el martes siguiente, pues cuatro diítas más que tuvimos para repasar el contenido de dicho examen.
Yo no dije que había sido yo por miedo a las perras chivatas, pero mi compañero de pupitre lo soltó y yo me acojoné pensando que iba a acabar en el despacho del dire, pero que va, entre todos me rodearon y me colmaron de abrazos y agradecimientos. El ecsamen se hizo por fin el martes de la semana siguiente y el número de aprobados fue bastante superior al de suspensos. Si lo hubiésemos hecho el día que tocaba, hubiésemos palmado la mayoría. Yo suspendí igualmente, porque en lugar de pegarme el finde aprovechando pa repasar, me lo pegué en el descampado de marras fumando Fortuna y apedreando lagartijas.
Notaba cómo subía y bajaba el gas metano por mi intestino, como diciendo: "Cabrón, déjame salir de una puta vez". Llegó un momento en el que no pude aguantar más y recuerdo que pensé: "Este peo va a causar estragos", como asín fue.
Los dos del pupitre de delante empezaron a vociferar y a hacer aspavientos... "¡Hostia! ¡Que peste! ¡Qué asco! ¡Aggggh!" los de delante de estos lo mismo, y claro, se fue creando un efecto dominó gracias al cual, al final, toda la clase se levantó en armas queriendo salir del habitáculo a toda costa. El maestro se puso como una furia, amenazó con mandar al responsable de semejante atentado al despacho del director, y de ahí a su casa expulsado una semana; pero claro, ¿quien cojones se iba a auto inculpar? Y sobre todo, ¿cómo iba éste buen hombre a localizar el ano del que salió tamaño pestazo? Salimos todos fuera de la clase, llamaron a las limpiadoras para que vinieran a echar ambientador y tal y pascual; total, que al final ni hicimos el ecsamen ni pollas, y como era viernes y no volvíamos a tener esa clase hasta el martes siguiente, pues cuatro diítas más que tuvimos para repasar el contenido de dicho examen.
Yo no dije que había sido yo por miedo a las perras chivatas, pero mi compañero de pupitre lo soltó y yo me acojoné pensando que iba a acabar en el despacho del dire, pero que va, entre todos me rodearon y me colmaron de abrazos y agradecimientos. El ecsamen se hizo por fin el martes de la semana siguiente y el número de aprobados fue bastante superior al de suspensos. Si lo hubiésemos hecho el día que tocaba, hubiésemos palmado la mayoría. Yo suspendí igualmente, porque en lugar de pegarme el finde aprovechando pa repasar, me lo pegué en el descampado de marras fumando Fortuna y apedreando lagartijas.
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