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Asiduo
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- 7 Oct 2006
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En estos días se acaba de desalojar un edificio "okupado" por perroflautas en Madrid , con la consiguiente polémica. Unos dicen que traen sangre joven al barrio, que aportan cultura y que sus centros son sólo de reunión, con talleres tan apasionantes y didácticos como de reparación de bicicletas, idiomas o informática, amén de intercambio de libros y enseres a saber de qué procedencia. Otros se alegran con este desalojo (si bien los piojosos éstos ya le habían echado el ojo a otro edificio cercano en Malasaña), alegando que traen inseguridad al barrio, problemas de salubridad, higiene, ruidos, tráfico de sustancias y un devenir continuo de la mejor chusma de alrededores.
Pues bien, a mí me la suda ese "interés social" que aportan [¿?]. Me jode que yo y muchos estemos pagando una hipoteca para poder tener un techo para que luego lleguen estos desgraciados y se crean con derecho de vivir y hacer actividades en un espacio que no es suyo y encima de forma gratuita. Y si el dueño del inmueble decide tenerlo cerrado (ésa siempre es su escusa), es su problema. Allá él si quiere especular o dejarlo caer por abandono; es suyo. Si quieren centros sociales, pues que los pidan al Ayuntamiento, al concejal de distrito o a su puta madre.
Y yo pregunto ¿habéis estado en un centro "okupado" de éstos? ¿Qué hay allí dentro y qué se cuece, realmente? ¿Qué os parecería si un buen día apareciera un centro okupado en vuestra calle? ¿Conocéis a alguien que haya vivido en este tipo de sitios? ¿Estos perroflautas son de verdad los estandartes de la solidaridad del siglo xxi o bien es una tapadera para tener un lugar donde fumar porros sin problemas y vivir del cuento?
Respuestas quiero.
Pues bien, a mí me la suda ese "interés social" que aportan [¿?]. Me jode que yo y muchos estemos pagando una hipoteca para poder tener un techo para que luego lleguen estos desgraciados y se crean con derecho de vivir y hacer actividades en un espacio que no es suyo y encima de forma gratuita. Y si el dueño del inmueble decide tenerlo cerrado (ésa siempre es su escusa), es su problema. Allá él si quiere especular o dejarlo caer por abandono; es suyo. Si quieren centros sociales, pues que los pidan al Ayuntamiento, al concejal de distrito o a su puta madre.
Y yo pregunto ¿habéis estado en un centro "okupado" de éstos? ¿Qué hay allí dentro y qué se cuece, realmente? ¿Qué os parecería si un buen día apareciera un centro okupado en vuestra calle? ¿Conocéis a alguien que haya vivido en este tipo de sitios? ¿Estos perroflautas son de verdad los estandartes de la solidaridad del siglo xxi o bien es una tapadera para tener un lugar donde fumar porros sin problemas y vivir del cuento?
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