stavroguin 11
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Ese bonito mapa demostrativo de que deberíamos volver a nuestro huso natural puede ser perfectamente usado para concluir lo contrario.
¿Por qué puede verse la noche en Barcelona y Valencia mientras es de día en Bruselas y Amsterdam, que quedan más hacia el este?
Pues, como puede muy bien apreciarse, porque la linea en la que avanza la noche no es paralela al meridiano, sino oblicua con respecto al mismo; entonces nuestro desfase por el huso horario es mucho menor de lo que pueda parecer.
Además, está el efecto de la latitud. Recuerdo un anochecer en Oslo en el mes de junio con luz de día casi en la teórica medianoche. Pasando a Greenwitch, nunca tendríamos la misma relación de horas de luz que las Islas Británicas, que quedan bastante más al norte. Ellos seguirían teniendo más luz en verano y más oscuridad en invierno.
Por otra parte, me joden enormemente los experimentos de ingeniería social, con todos esos expertos que pretenden decirnos como deberíamos vivir, a que horas tendríamos que comer o acostarnos para ser felices, prósperos y perfectamente adaptados a los ritmos circadianos de la luz solar. Siguiendo su absurda lógica, los noruegos deberían trabajar 20 horas en junio y dormir 20 en diciembre, para adaptar sus horarios a la luz diurna. Supongo que al no hacerlo, son un pueblo de fracasados, neuróticos y pobretones debido a no ese desfase actividad-luz.
Lo de la racionalización de los horarios es, en efecto, otra cuestión diferente y bastante independiente del tema de la hora. Decía el general Marshall que en toda la historia de la humanidad nadie ha tenido una buena idea después de las 5 de la tarde, y eso da idea de cual puede ser la productividad del que trabaja a las 20:00. Pero si se trata de trabajar en horario corrido hasta las 17 horas, al salir del trabajo yo prefiero disfrutar 4 horas de luz, y no tres.
Que no me toquen los cojones con Franco, con los maravillosos países europeos que hacen todo a su hora con las calles desiertas a las 9 de la noche y con su puta madre metida en un garrafón con el meridiano de tapón. Pocas sensaciones me gustan más que recoger la toalla y marcharme de la playa a las 21:00 en julio con el sol alto en el cielo. O despertar de una siesta a las seis de la tarde y que me queden 4 horas de luz por delante para disfrutar el final del día. O vivir en un país de horarios laxos y gente sociable. Debe ser que como disfrutamos de ese placer gratuito hay que joderlo por cuestión de principios, ya que quedaría mal grabarlo con un impuesto.
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