A mí no me hace gracia, a mí me vuelve a parecer todo muy razonable. Es evidente que si has decidido no follar hasta el matrimonio no es la mejor idea del mundo irse con tu novia a un hotel y dormir en la misma habitación y mucho menos en la misma cama. Quien evita la piedra evita el tropezón, como todos sabemos.
Esto, claro está, desde un punto de vista teórico, porque desde un punto de vista práctico me parece que esta situación no se da en el mundo real, que yo no he visto a nadie que salga con nadie y decidan no follar, ni los he conocido ni los he conocido que los conocieran, ni he conocido a quienes conocían a alguien que conocía a alguien que lo hacía. Porque eso de que una pareja decide no follar hasta el matrimonio no se lo cree ni su puta madre en una noche de truenos, que hasta los más rancios opusinos lo que hacen es decir que no follan pero luego follan como el que más, y no sólo con su pareja, y muchos de ellos no sólo lo hacen con su pareja, sino también con quienes no son su pareja y también con gente que no comparte el mismo sexo que su pareja. Que yo no sé a quién quieren engañar, joder, que el motivo número uno para echarse pareja es tener chocho fijo para no tener que depender de la suerte. Que se puede ser ridículo, pero pretender hacernos creer a la gente que vivimos bajo el cielo que eso existe es para reventarles la cara por tomarnos por gilipollas.