Tengo una anécdota respecto al tema del hilo, y antes de contarla he de decir que pese a tener un progenitor bastante deleznable, como ya relaté en su día, a mi me curtieron el lomo en muy pocas ocasiones, no sé si por suerte o porque el Altísimo estuvo velando por mi en los momentos de mayor tensión con el subnormal de mi progenitor. Bueno, ahí va la anécdota, que es sencilla pero hermosa:
Estaba yo sentado en la terraza de un bar junto a unos familiares en la noble ciudad pirenaica de Jaca, lugar que suelo frecuentar, en una mañana de julio desayunando, cuando me fijo que en la mesa de al lado había un tipo bastante extraño, pelirrojo, de unos 50-60 años, con una tupida barba que le llegaba hasta la mitad del abdomen. A su lado había una mujer, o algo parecido, muy fea, de rostro inexpresivo y parecía como que llevaba peluca, lo cual le daba un aire siniestro. Para completar el cuadro había dos preadolescentes, que por el fenotipo racial que presentaban ambos estaba claro que no eran hijos biológicos de los dos individuos descritos: eran bastante morenos de piel, con cara como de panchitos y el que parecía ser algo más mayor tenía pinta de no andar muy fino del melón, se le veía bastante falto. En torno a esa mesa se palpaba la tensión, parecía que habían estado discutiendo sobre algo y el asunto estaba dando sus últimos coletazos. De pronto el barbudo panocha alzó la voz y detecté el inconfundible acento granadino en sus palabras y le soltó al más mayor de los dos hijos postizos la siguiente frase: "¿Pero no te das cuenta que te lo está diciendo por tu bien?, para que progreses", refiriéndose al otro hermano, más pequeño. Acto seguido se quedó mirando al hijastro mayor con una mirada asesina que describía una ira homicida, y añadió al cabo de unos segundos: "Gilipollas".
El padrastro tenía pinta de ser un pieza, y es probable que crujiese al pubescente a base de correazos o algo peor a aquel pobre marrón cargado de cromosomas repetidos. Me quedé con las ganas de saber más de aquella relación tormentosa paternofilial, pero me eché unas buenas risas, porque un tipo con acento granadino, ese aspecto y diciéndole esas cosas a un panchito medio monguer era bastante curioso.