Acabo de regresar a provincias de un viaje a Madrid. Dos años hace que no pisaba la capital, y la verdad es que vuelvo flasheado.
Embriagado por las historias de superación de otrora muertos de hambre como la señora de pepito50, el Señor del 5º o Herodes, e ilusionado por el discurso color de rosa de Rajoy y Carmena, me imaginaba una urbe avanzadísima a nuestro tiempo, a la vanguardia del bienestar social y de la civilización.
Pero resulta que no sólo tenían razón los que decían que hay más extranjeros que españoles, sino que además, la mayoría de los españoles que hay habla con acentos africanos, más propios del sur de Despeñaperros o de las islas esas de allá abajo.
El elevado número de homosexuales que muestran sus afectos en público y van de la mano por ahí nada temerosos de los ojos de Dios y de los ensaladasdeestacas de la vida también me ha llamado la atención. No sólo en ese reducto de los trajes suspensorios raros de cuero y las banderas arcoiris que es Chueca, sino también en otras zonas más expuestas.
Qué delicia sentarse en una terraza y escuchar la conversación de los floridos vecinos, toda una tesis acerca de las relaciones promiscuas, el grindr, los "abdominales de mentira" o la capacidad, al parecer menguante, de visitar la capital y no pagar alojamiento, pasando las noches de cama en cama con ositos apeleros.
Y qué atuendos... Combinaciones imposibles que harían palidecer el mismísimo Ferris, maquillajes negruzcos, pantalones por encima de los tobillos en pleno Enero, botas de plataforma y complementos estridentes. Hombres con falda tan lejos de la bella Escocia. Patas de alambre y faletes en abundancia.
Hay más gente viviendo en cartones que nunca. Menudos "adosados" se encuentran entre la Plaza Mayor y la Calle Mayor. Luego no ves pidiendo más que al de la cabra, al SpiderGordo, a los mimos de mierda (joder qué ganas de darles una paliza) y al moro tonto de los cojones que le da patadas a una pelotita.
La gente se queja de que la ciudad es cara, pero se puede comer por mucho menos dinero que en una capital de provincias como Zaragoza. La cantidad de tiendas de trapos baratos y ropa de mierda también abruma. Los 4 euros por una mierda de jarra de cerveza sí que son de cárcel, pero los vicios hay que pagarlos.
Y qué culos. Qué montón de culos. Culos de gitanas, de sudamericanas, de rusas, de negras, de chinas... Bueno, de chinas no, que no tienen. Qué manera de hipnotizar al pobre aldeano acostumbrado a no ver más que el enorme pandero de la señora Tomasa. Qué delicia.
Total, que me he pasado todo el puto fin de semana gritando "Hediondo Subnormal" cada vez que veía un taxi skoda con la pegatina de mytaxi y un calvo al volante y resulta que hoy, cuando iba a coger el tren, lo he visto. He visto el skoda, he visto la pegatina y ahí, al volante, estaba el calvo con más cara de tonto del Universo. Estaba riendo como un auténtico mongolo, como sólo un forero lo puede hacer... como solo un Forero, con mayúsculas, lo puede hacer.
@Apofis, hijo de puta, ya sé que tu mierda de taxi lleva matrícula GMW.
PD: Al que no le guste visitar Madrid de vez en cuando es que es un mierdas sin alma