Cuando pedí el turno aún no tenía decidido el disco que iba a poner. Pensé en poner Curtis, de Curtis Mayfield, un disco excelente, pero pensé que ese disco bien podía ponerlo otro, y que no iba a ser distinto lo que pasaría a cuando se han puesto otros también excelentes. Pensé en poner algo de música clásica, las variaciones Goldberg por Gould, o el concierto número dos de Rachmaninoff por Richter. Pero también pensé que eso lo podía poner cualquier otro más adelante. Pensé en poner algo distinto, algo freak, pensé en poner algo que nadie más fuera a poner, y que no hubiera muchos discos así. Pensé en este disco, que es un disco que parece un disco freak pero que en realidad es un disco serio que encierra un disco freak que a su vez encierra un disco serio dentro. Hablé con Ales en privado, le dije que tenía pensado uno freak y uno de clásica, y me dijo "El freak, el freak". Bien, así lo hice.
Pensé que algún forero diría "Lo ha puesto ILG, así que paso", y pasó. Lo puse quitándole el turno a Castorremo, y pensé en que alguno se molestaría por ello y no lo oiría, y pasó. Pensé en que al verlo otro dirían sin oírlo "Vaya puta mierda, paso", y pasó. Pensé en que otros se lo bajarían pensando en que era un disco de gasolinera y lo oirían con esa atención, y pasó. Pensé en que quien no hubiera tropezado en estas cosas, o con sus propios prejuicios, lo escucharían y descubrirían en él alguna cosa que les llamaría la atención, alguna canción que les impactaría, que encontrarían algún diamante inesperado, y así pasó también eso. Surgió alguna voz, al principio tímida, pero de gente con criterio demostrado, que decía "eh, esperad, que esto no es un disco de cachondeo". Poco a poco otras voces se unieron a esas, y así Tankian coge y dice que las canciones buenas son realmente buenas, y da un diez a La balada del adúltero, y DeCarlo_ le casca otro diez a La copla del viudo del submarino, y Uncle otro diez a Cama Roja, y Memnoch, y resulta que al final aquí nos encontramos debatiendo en serio, más que con otros discos más serios, un disco freak.
Esta era mi intención al poner este disco, lo que muy bien ha descrito Memnoch: presentaros un disco freak, que lo tratáseis como un disco freak, que lo escucháseis como un disco freak y que unos cuantos -aquellos que estáis libres de prejuicios, aquellos que sabéis escuchar, aquellos que os desmarcáis del rebaño- lo tratáseis, mientras todos los demás siguen pitorreándose, tan en serio como habéis tratado a Love o a Miles Davis, y encontráseis entre los cardos una rosa. Esa era mi intención: dar una patada al avispero. Vosotros diréis si lo he conseguido con este disco o no.