Pues que yo ahí poco menos que entré en shock. Mayormente porque soy medio gilipollas, supongo. En cuanto Vic tiene el contrato ya blindado, se sienta a la mesa y empieza a largar barbaridades ante el supremo OMG WTF de todos, y en especial de la negra, que yo creí que ahí ya le daba el chungo definitivo, pues prácticamente me vine abajo, tomé conciencia de lo que Vic se había labrado a nivel legal, todo eso de lo cual yo pensaba que se libraría por la jeta, al menos en gran parte... Y luego la zorra rubia le trata como a un mierda, como si ella tuviera remota idea de lo jodidas que son las calles y el follón policial, y lo sienta en el rincón aquel, con el fluorescente zumbando, y al hombre no se le ocurre otra cosa que salir pistola al cinto dando a entender que prefiere acabar acribillado en cualquier callejón de mala muerte mejor que de oficinista. No sé, muy excesivo todo, tal vez en el tramo final la serie se sale un poco de madre... A mí lo del paleto ya me pareció sacar todo de quicio demasiado. Lo de traicionar al otro compañero, el barbitas, fue coherente, pero esa farrucada de final no sé... Pero en fin, la culpa es mía por cogerle cariño a semejante animal, es lo mismo de Tony Soprano, o incluso Dexter, y es que de unos años para aquí la empatía con asesinos de todo pelaje provocada en las series es algo que debería llamarnos la atención aunque fuera un poquito

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